Las palabras iban y venían dentro de su mente. Volviendose ajenas y parte de el, de una manera extraña y casi gloriosamente perfecta. Aun asi, Alexander caminaba por los pasillos de su edificio como un zombie. Peor que eso, si se quería pensar. Al menos los zombies de las películas parecian tener un motivo para habitar aquel mundo tan cruel. El millonario, por la sombria y distante expresión de su mirada, parecía no tener motivo alguno. —Alec…—lo llamo Simon, atrayendo su atención, mientras subia al elevador junto con el—¿Qué ocurre? Nada, todo. Esa era la respuesta que el millonario deseaba darle a su hermano. Pero no se atrevio a hacerlo. —Hable con Bianca—susurro el con lentitud. Sintiendo como la mención de aquel nombre se dibujaba dentro suyo semejante a mil puñaladas lascerantes.—.Las cosas no salieron para nada bien. Simon maldijo en voz baja, mientras pasaba la mano por su cabello tintado. Alexander se pregunto en ese preciso instante de cuantos males del mundo se estaría
El miedo era una palabra tan vacia, distante y lejana que no lograba representar ni una pequeña parte de lo que Bianca estaba sintiendo en ese preciso instante. Su respiración se detuvo, al igual que el tiempo a su alrededor, el aire a su alrededor se volvió tan pesado como el plomo, mientras que un sudor frio la empapaba. Como si sufriera un fuerte ataque de fiebra, el mundo a su alrededor parecía desdibujarse mientras una sola cara aparecía en su campo de visión.—Po-r fa-avor—tartamudeo ella con un temblor instintivo y natural recorriendo sus extremidades.Tan primitivo, aquella sensación la habia acompañado desde el momento en que fue concebida, y jamás la habia abandonado. El miedo habia sido mas fiel que muchos hombres en toda su existencia.—¿Estas suplicando?—canturreo Max con un deleite tan perverso, que lograba erradicar la poca belleza que se apoderaba de su ser.Si, ella estaba suplicando por su vida. Aunque sabia con certeza que no le serviría de nada.Una lagrima escurri
Bianca temblaba y sudaba frio, envuelta en una manta. No sabia donde estaba ni quienes estaban a su alrededor, moviéndose con velocidad. Lo único que podia recordar eran los brazos de Max, rodeándola en cada centimetro de su cuerpo. Envolviendola igual que una serpiente envuelve a su victima. La bella prostituta sabia fielmente que Max se habia ido. Luego de tres horas a su alrededor, el se habia cansado. Cuando finalmente logro drenar la ultima gota de energía que aun conservaba, el simplemente se fue. Como si Bianca no fuera nada mas que un trozo de basura inútil. Luego de eso, la realidad a su alrededor se desdibujaba, y no recordaba muy bien lo que habia ocurrido. Solo que Daniel habia llegado hasta ella. Su propia boca articulo palabras que ya habia olvidado, mientras el sonido roto de su voz acompañaba aquel gesto. Un par de minutos después, Dan la habia rodeado con una manta, ayudándola a llegar hasta la cocina. El hombre le hablaba, pero ella no lo entendia, como si ambos m
—No—dijo el millonario con tono firme y aspero. Las palabras salieron de su garganta de manera rasposa y aspera antes de que pudiera notarlo. Simon, un paso a su lado, volvió el rostro hacia su hermano, con cierta luz de esperanza brillando allí. Por otra parte, Daniel simplemente fruncio el ceño, mientras separaba ligeramente los labios. Su corazón latiendo de forma frenética, incapaz de comprender que era lo que estaba ocurriendo. —¿No?—pregunto lentamente el hombre de sonrisas fáciles—. Entonces, piensas hacer las cosas de forma difícil. El tono fue cortante, brutal, algo muy inpropio de Dan. Sin embargo, Alexander no se dejo intimidar por sus palabras afiladas, menos aun por la mirada dura y aspera. Si alguien debia de tener miedo en ese preciso instante era Dan. —No tengo pensado salir de la vida de Bianca—comenzó a decir el millonario con tono frio—. Menos ahora, cuando mas me necesita. —Ella no te necesita—sentencio Dan. —Me llamo a mi, pidió por mi—siseo el millonario c
Bianca jamás se habia detenido a pensar en el tema de su maternidad. Ciertamente, jamás habia tomado enserio aquella posibilidad.Si bien, muchas mujeres en el burdel quedaban embarazadas, todos sus bebes les eran arrebatados al poco tiempo de nacidos.Entonces, ella simplemente no habia tomado realmente aquella posibilidad como una realidad hasta que sospecho de su embarazo… hasta que simplemente creyó que aquello era real.Durante alguna fracción de segundos, ella se habia cuestionado el decirle a Alexander en el momento adecuado. Por algunos instantes, ella se habia permitido imaginar un futuro junto al millonario, uno en el que ambos eran felices y criaban juntos a su pequeño.Pero mas pronto que tarde, los fantasmas de su pasado la abordaron, abrumandola por completo. Aquel futuro que ella se habia permitido idealizar, igual que el humo, se esfumo ante sus ojos.Con tristeza, dolor y pesar, ella comprendio que no habia posibilidad alguna para su futuro. De cierta forma, fue un m
Los días luego de lo ocurrido se desintegraron. Fue como si el tiempo tuviera realmente prisa por llegar a un lugar. O al menos, esa fue la sensación del millonario.Antes de que tan siquiera fuera capaz de notarlo, todos sus esfuerzos por saber que habia ocurrido con Bianca en aquel departamento de mala muerte, fracasaron con creces, y el dia de la boda llego.El abrió los ojos, como cada mañana, esperando encontrarse con el cálido cuerpo de Bianca a su lado, enroscada entre sus brazos de manera tierna y amorosa. Pero a su lado no habia absolutamente nadie.Las sabanas estaban frías y solo habitaba en estas el perfume lejano del cuerpo de Bianca. La fragancia de su piel desnuda. Aquel aroma tan embriagador e increíble ponía a Alexander de un modo casi depredador y animal. Como si necesitara con desesperación sentir el sabor de sus besos y el calor de su cuerpo. El la deseaba, y no pensaba ocultarlo.Pero, desde lo ocurrido, el no le habia pedido hacer el amor. Ni ella tampo se lo in
Bianca fruncio el ceño, mientras observaba el estrecho espacio en el que se suponía que debia introducir su cuerpo.A su lado, con paciencia, Simon la observaba, mientras le sonreía de manera ligera.—Entiendo la intención, y te lo agradezco… pero ni en mi peor pesadilla entraría allí—dijo Bianca con una incipiente sonrisa en su dirección.El chico de cabello tintado roto la mirada, mientras negaba. No iba a ponerse a discutir con ella, tampoco lucharía para que ella ingresara al sauna húmedo. Simplemente asintió mientras liberaba un ligero suspiro.—Seran solo masajes—informo el a un grupo de mujeres allí cerca.—¿Qué?—pregunto con cierto temor la bella prostituta mientras sentía como su corazón se aceleraba.Pero Simon no dijo una sola palabra, mientras el grupo de mujeres acompañaba a Bianca hacia una camilla cercana. Antes de que pudiera hacer algo, o simplemente quejarse, las mujeres la ubicaron y comenzaron a realizarle los masajes.Bianca libero un pequeño gemido, mientras se
El millonario paso una mano por su cabello dorado, mientras se mantenía de pie ante los folletos que exhibían en el escritorio, su mirada viajaba de uno en uno, sin lograr decidirse por uno u otro.—¿Necesita ayuda, señor Thompson?—pregunto con delicadeza una de las empleadas.—Si yo… quiero una luna de miel—comenzó a decir el, sin apartar la mirada de los viajes posibles para realizar—. Me casare hoy y deseo algo especial.La mujer asintió, mientras buscaba en un archivo cercano.Alexander se habia decidido esa misma mañana, luego de que Franchesca se fuera de su casa, de su deseo por viajar con Bianca.Una semana, quizás dos. El aprobecharia aquel tiempo a solas con la bella prostituta para conquistarla, ganar su corazón.Ella le gustaba, le encantaba su forma de ser y su espíritu tan ardiente, valeroso. Su corazón habia sido entregado a la bella chica de pasado oscuro y sonrisa brillante.Por eso, el pondría todo en juego para ganarla, para lograr conquistarla. No daría su brazo a