Ya era medio día cuando por fin se detuvieron. Después de asearse Marcus renuente tuvo que ir a trabajar. Y Héctor llamo a Barbara. —Estamos en mi departamento, más tarde iremos al laboratorio, necesito ponerme al tanto de varias cosas. *************Mientras tanto, en una pequeña casa en un lugar desconocido y desolado. Ethan estaba sentado en medio de un amplio patio. Los días desde que llego se volvieron eternos, nada de lo que creía “real” ya lo era, e incluso, los recuerdos que quería borrar desde hacía mucho tiempo, volvían a regresar como si fueran un sueño cruel. No era la mrimera vez, que se encontraba de la misma manera. —¿Qué estará haciendo Iris en estos momentos...?Con un gran suspiro y como si fuera un anciano, se quedó ahí viendo a la nada como ya tenía varios días haciéndolo. Su corazón en un instante, apuñalado por el recuerdo de una persona, la cuál estaba dispuesto ha hacer las peores cosas por volver a ver, casi sangro su pecho, al profundizar cada vez más en
Oliver después de tres días, se despertó en su cama. Se encontraba en un desastre y, debido a que no había tocado su comida y prohibió las entradas innecesarias, solo frunció el ceño cuando vio el desastre en la habitación. Los recuerdos terribles, el dolor y el remordimiento no lo dejaban en paz. No sabía por lo que Liliana había pasado realmente, pero si lo que Marcus había dicho era verdad, él era el menos indicado para para reclamar un lugar junto a ella. No podía acudir por consuelo a las drogas o el alcohol, su constitución de dominante era tan resistente, que incluso una cantidad casi mortal, era erradicada de su sistema rápidamente. —Soy patético. Con una sonrisa de auto lamentación, comenzó a vestirse para ir a la empresa. Las chicas que no habían podido ver a su hermoso jefe en mucho tiempo, casi soltaban jadeos cínicos de sorpresa al verlo. Era hermoso, de eso no había duda, sin embargo, su tés y rostro melancólico les arrugaba el corazón. Ernest se sorprendió al verlo
Fue lavada, arreglada y llevada a una lujosa sala llena de personas, su suave y ligero vestido de seda, dejaba poco o casi nada a la imaginación. Su esbelto y hermoso cuerpo parecía una obra de arte, del cual varios, se lamieron los labios mientras la admiraban. Fue repugnante, pero no podía hacer nada para escapar de esas horribles miradas. Con miedo persistente y una inquietud aterradora, sus peores miedos se volvieron realidad esa noche...A cambio de mantener a los niños bajo el “cuidado” de los Barner, Barbara le ofreció al coleccionista a Liliana. No solo fue utilizada para engendrar varios niños más, sino que, dado que, por fortuna o desgracia para ella, todos los hijos que podía dar a luz, eran dominantes, se volvió cada vez más codiciada. Y la esperanza sobre los demás niños se volvió cada vez más grande. Desafortunadamente, desde que ella cayó en “custodia” jamás fue capaz de ver a alguno de sus hijos, en el momento en que nacían, eran entregados a sus padres, alias, comp
Aunque probablemente, no tenía la más mínima intención de cumplirlo, esperaba y rezaba con fervor, para que todo pudiera continuar con calma. Mientras pudiera alejar todos los peligros y su esposa pudiera vivir en paz, todo lo demás, salía...—Rajash —¿He?Preguntó Oliver tontamente.—Su nombre es Rajash Abadi, él es hermano mayor de mi padre, y mi tío. Oliver rechinó los dientes y lo miro como si fuera una escoria inmunda. Aunque ya lo esperaba, era obvio que no lo vería de esa manera y se quedaría sentado simplemente. Con algo de irritación a la que ya estaba acostumbrado, suspiró y se acercó al sofá. —Él y yo, no tenemos nada que ver, e incluso, de no ser porque somos familiares, ni siquiera sabríamos sobre la existencia del otro. Oliver frunció el ceño y esperó a que continuara.—Ufff, nunca creí que llegaría a decirle esto a alguien más que no fuera de mi circulo. Mi nombre completo es: Marcus Goldsmith Abadi. Oliver suspiró profundamente mientras apretaba los puños y escuch
Héctor se dio cuenta de su distracción y por un momento sintió unos celos terribles. «¡Seguramente es por ese idiota!»Rechinó los dientes y controlando hasta la más mínima célula de su cuerpo, suspiro por lo bajó y sonrió nuevamente. —¿Quieres... Verlo?Ella abrió los ojos con sorpresa debido a sus palabras, pero al ver su reacción y el hecho de que no podía ocultar su boca torcida y ese ceño fruncido mientras parecía que estaba soportando unas ganas inmensas de ir al baño. No se pudo controlar. —¡Pffff! ¡Jajajajaja!Atónito él y las personas de los alrededores los miraron sorprendidos. —Qué mujer tan hermosa... Se escuchó un leve murmullo por ahí. El rechinó nuevamente los dientes y la llevó de la mano lejos del lugar. —¿Soy gracioso...? Estaba por seguir quejándose y regañarla enserio, pero su voz melodiosa y que le hacía cosquillas en el pecho se volvió a escuchar. —¡Sí! ¡Jajajaja! ¡Debiste ver tu cara! Jajajaja, parecía que tenías indigestión. Por un momento se quedó de
Marcus, ese momento, hizo todo lo humanamente posible por buscar a Ethan nuevamente. Serían cerca de tres semanas y no había absolutamente nada de él. Héctor se rehusó a hablar de él, y sus hombres eran tan herméticos, que estuvo cerca de darles un incentivo por su lealtad. De todas las cosas que se les pudo decir, solo eran buenos para tomar lo que se les “donaba”. Pero mientras él se desesperaba por respuestas, el susodicho estaba inmerso en otra cosa. —Ella será mi esposa legalmente, pero tú, eres el verdadero dueño de mi corazón, ¿Lo entiendes? Ethan completamente fuera de sí, con los ojos completamente enrojecidos, golpeó su mano y lo miró con odio. Kyle, suspiró profundamente y bajó la mirada. Sabía que no sería algo facil de digerir, pero si no lo hacía, él estaría en verdadero peligro. Iris serviría como un "señuelo" a fin de cuentas, si ella llegara a morir, mataría dos pájaros de un tiro. Aunque obviamente, "él" jamás debía enterarse. Los días pasaron, y el Ethan
Varios días después de quedarse con Héctor, Bianca comenzó a pensar un poco más en lo que era su ahora "realidad", había algo que la inquietaba todas las noches, no podía dormir e incluso, cuando lo intentaba, fragmentos de luces rojas, un sentimiento de opresión, miedo y dolor, cegaban y alteraban su mente.Y, por fin una noche, todo tomó sentido...Fue lavada, arreglada y llevada a una lujosa sala llena de personas, su suave y ligero vestido de seda, dejaba poco o casi nada a la imaginación. Su esvelto y hermoso cuerpo parecía una obra de arte, del cual varios, se lamieron los labios mientras la admiraban. Fue repugnante, pero no podía hacer nada para escapar de esas horribles miradas.Bianca se estremeció y trato de cubrirse con sus manos, pero una fuerza externa se lo impidió, no solo fue forzada abajarlas, sino que también, fue expuesta aun más de manera indecente y humillante.—No pueden hacer más que mirar por hoy, en el momento en que la marca se establezca, solo sus alfas pod
«Todo esto fue culpa mía...»«Si yo hubiera aceptado a Héctor, esto...»«¿Mis hijos... ¿Están bien...?«Ya no podría soportar pasar por esto de nuevo...»Miles de vocecillas rodeaban el vacío, la oscuridad era tan intensa, que, salvo por las voces, no creería que se encontraba en otro lugar.—¿Quién eres...? ¿Viniste a ayudarme...?Bianca tragó y con mucho miedo e incomodidad trato de ver a sus alrededores. Pero obviamente, no se podía ver nada. Caminó sin rumbo un largo e indefinido tiempo, hasta que unos sollozos se escucharon a la distancia.—¿Quién eres? ¿Qué significa esto...?Abruptamente el sonido se silenció y solo se quedó en una leve penumbra. A una pequeña distancia, se encontraba una hermosa mujer recostada en el suelo en posición fetal abrazándose a sí misma.—¿Qué fue lo que hice mal? Solo quería mi felicidad, jamás dañe a nadie, ¿Por qué yo? No importa cuánto lo intente, estoy destinada a ser un completo fracaso...Los susurros se volvían cada vez más claros, en un mome