—Si no quieres estar con Marco, tienes que huir, pero no traigas más problemas— le digo cuando está por irse. Veo la bolsa de medicina esperando poder soltarme y curarme. —Ahh...y Janet, quiero que lo sepas, Tatiana no cayó en tu trampa... ella sabe que no podría serle infiel. La hiciste sufrir, y
Fabrizio —Mi nombre es Joana... y he estado buscándote por mucho tiempo Luna. Te he visto en el bosque con tu Alfa... uno realmente poderoso y no nos podíamos acercar— —¿Para qué me estabas buscando?— pregunta la joven Luna a la mujer, y ahora, camino hacia ellas, desde hace un tiempo los guerre
—¿Y qué sucedió?— debe hacer una buena noticia, pienso yo. —Marco nunca encontró la suya, ni tampoco su hermana. Y... él también descubrió lo fácil y manipulables que éramos cuando teníamos un mate humano a quien proteger…— dice Joana y veo que intenta contener las lágrimas. —Los estaba extorsio
Sebastián —¿Qué sucede?— pregunto cuando escucho un movimiento de hombres de un lado para otro cerca de donde me tienen encerrado. Varios guerreros fieles se habían acercado por mí en este par de días. Algunos me traían comida, agua y medicinas. Los encuentros eran cortos e intercambiamos solo l
Esta gente está completamente desquiciada y me arrepiento tanto no haberlo visto antes, de no creerle a mi mate cuando ella lo dijo hace mucho tiempo. Ese fue nuestro peor error y lo hemos pagado bastante caro. —¿Cómo se atreve a hablar así de mi hija? ¡Va a estar en el punto más alto de la escala
Fabrizio —¿Tiene invitación? ¿El rey pidió por usted?— —Estoy aquí para informar a su majestad sobre graves problemas muy cerca de aquí— respondo. —¿Un vampiro? ¿Qué tendría para comentar un vampiro con su majestad?— me pregunta el soldado en la entrada. —Eso es algo que solo comentaré con su
—Así es su majestad… también manipulando el vínculo de mates, negociando con rogues y vampiros a su beneficio, incluso usando wolfsbane— digo y ahora los guerreros si parecen asombrados. —Esa parte no la había escuchado…— dice ¿tienes prueba de ello?— me pregunta el rey. —Tengo el testimonio de
Sebastián —¡Ella es mi mate destinada... una mate no puede ser destinada para dos alfas! — grito intentando contenerme. ¿Cómo se atreve? Era un crimen muy grande entre hombres lobos, quitarle la mate a otro. Él no puede enterarse de que yo he marcado a Tatiana, ni de que no tengo intención de ace