Estoy pensando en decirle que se aleje y que me deje en paz y que se vaya de donde nunca debió volver, pero entonces Jared dice algo que me deja muda.
—¿Cuándo ibas a decirme que tendremos un hijo? –cuestiona con seriedad aunque su pregunta tiene un deje de decepción.
—¿Quién te lo dijo? ¿Papá? ¿Nelly? ¿Grecia?
Su expresión dura cambia inmediatamente a una de confusión.
—¿Grecia lo sabía? –cuestiona molesto.
Y entonces me doy cuenta de mi garrafal error.
—Yo le pedí que no te dijera nada. ¿Quién te lo dijo?
—¿Por qué no me lo dijiste?
—¿Quién te lo dijo? –vuelvo a preguntar.
—La asistente del idiota de Luca. Llamó a tu celular pero nadie respondió así que me llamó a mi para concretar la siguiente cita. ¿Por qué me lo ocultaste? ¿Acaso no merecía saberlo por ti y no por un error de la asistente?
NellyLa noche pasa rápidamente, Max se divierte y ríe como si fuese un chiquillo. Dafne me mandó un mensaje en donde me explica lo que sucede y que no llegará a dormir, espero de verdad que se arregle todo con ella y Jared.—¿Has visto a Dafne? –cuestiona Max.—No, pero me mandó un mensaje, ella ests con Jared.Sus ojos se abren sorprendidos.—¿Con Jared?—Sí, al parecer hablarán sobre sus problemas.—¿Entonces debemos volver a casa?—No, ella insistió en que disfrutara de la noche.—Pero supongo que debes estar cansada.—¡No! Estoy super bien. Claro a menos de que quieras irte.Él me mira con una ceja alzada y sonríe.—Nunca me habías tuteado. –señala.—Lo siento, no me di cuenta.—No te preocupes, haces que me
Abro los ojos y miro a mi alrededor, esta no es mi habitación, veo el lado vacío de la cama, estoy desnuda y el cuerpo me duele horrores. Me envuelvo en la sabana y camino hasta el baño, no hay nadie, salgo hacia la sala y entonces lo veo sonreírme, tiene dos tazas de café y el desayuno.—Empezaba a morir de hambre, estuve tentado en desayunar un poco porque no despertabas. Ven aquí. –me extiende su mano. La tomo y me sienta en su regazo–. ¿Cómo has dormido?—Bien, aunque debo confesar que me duele todo.—Bueno pues admitire que tengo solo la mitad de la culpa, el otro cincuenta es tuya.Me sonrojo por el recuerdo de mi siendo demasiado cariñosa anoche.Jared toma un poco de desayuno y lo lleva a mi boca, lo disfruto.—Extrañé amanecer contigo. Anoche después de que hicimos el amor y te quedaste dormida te miré, durante muchas horas, repase cada detalle de tu rostro, ere
—Y entonces ella ya no estaba. –dice mi padre sorprendido.Jared y yo acabamos de llegar a casa de papá en donde él y Nelly pasaron la noche juntos, se supone que vendría y me encontraría con buenas noticias sin embargo me encuentro a papá solo.—¿A qué hora te diste cuenta que no estaba?—Eran las cuatro de la mañana cuando desperté y la cama estaba vacía.—Eso de huir por las noches es como ritual de primera vez. –susurra Jared ganándose la mirada confundida de mi padre.—¿A qué te refieres? –cuestiona.—A nada papi, ¿intentaste llamarla?—Sí, pero nada. ¿Qué hice mal? Todo fue tal y como lo pensé, tal vez fue un...—No se te ocurra decir la palabra. –lo interrumpo–. Debe haber una explicación lógica por su parte.—Espero que así sea. –dice derrotado.Jared y yo intercambi
—Es lo más hermoso que he visto en la vida. –aseguro viendo la pantalla.Dafne toma mi mano y limpia con su mano libre una lágrima que cae por su mejilla.—Es un niño, felicidades a ambos. –dice el doctor imprimiendo la ecografía.Llegamos hace tres semanas a Colombia y apenas tuvimos tiempo de ver a nuestro frijol más de cerca, es hermoso, tanto que quiero que nazca ya para tenerlo conmigo todo el día.—Todo esta en perfectas condiciones con ambos, es un bebé grande y sano, y veo que te ha ayudado mucho Dafne.—Mucho en realidad, hace días que no siento algún malestar salvo por los normales del embarazo.—Me alegra saber eso, le pediré a mi asistente que programe otra cita para el próximo mes, quiero revisarte constantemente.—¿Hay algún problema doctor? –cuestiono preocupado.—No, pero quiero estar s
Dos meses después.—Y en este día tan especial, yo les pregunto a ustedes, ¿tienes la fortaleza que se necesita para llevar a cabo de principio a fin su matrimonio?—Sí. –respondemos Jared y yo.—¿En la salud y en la enfermedad?—Sí.—¿En la riqueza y en la pobreza, así como en los logros y fracasos?—Sí.—Dafne Marín, ¿prometes ser fiel ante el pacto con Jared, que hoy, frente a Dios se está llevando a cabo?—Lo prometo.—Jared Krause, ¿prometes ser fiel al pacto con Dafne, que hoy, frente a Dios se esta llevando a cabo?—Acepto.—¿Prometen amarse y respetarse ante cualquier adversidad y obstaculo que la vida les depare en el camino?—Lo prometo. –respondemos.—Por el poder que se me fue otorgado mediante la iglesia, yo los
PrólogoDespués de dejar mi vida en Seattle junto a Galilea, la idea de mi siendo feliz abandonó mi mente. Pues a pesar de que yo la amaba con tanta fuerza, tuve que renunciar a mis sentimientos para que ella fuera feliz con el hombre que realmente amaba, Ashton.No diré que no creo en el amor, pero si me dieran a elegir entre creer en el hada de los dientes y el amor para toda la vida, sin dudarlo elegiría al hada de los dientes... ¿Por qué? Por que por lo menos ella mantiene a muchos aún ilusionados, aunque en su totalidad niños.Digamos que ya tuve suficiente tiempo para sufrir y a pesar de tener a alguien a mi lado me siga sintiendo solo. —No puedo creer que llamarás aburrida y amargada a tu madre Dafne. ¿En que estabas pensando?–cuestiona Alexander—No sé, estaba molesta, no me dejó salir con Nelly y Aída.—Eso no justifica tu reacción, ella sólo quiere lo mejor para ti. Es tu mamá y eso es normal.—Quisiera que ella comprendiera más lo que necesito.—¿Y según tú que es eso?—Quiero un poco más de libertad. Quiero salir a fiestas, no sé sólo salir.—Puedes salir conmigo si quieres.–sugiere—Deberías pasar por mi casa más seguido, mi madre te adora y quizás nos deje salir.—¿Cuándo podré hablar con ella sobre...nosotros?Vuelvo a sentir esa incomodidad como siempre que hablamos del tema.—No lo sé Alexander, hay que ver... en realidad no estoy lista para tener novio.—Pero si llevamos casi dos años asíCapítulo Dos
—¿Entonces ella es una loca? –cuestiona Gabriel.—Lo es. –afirmo sintiendo todavía ese repeluz.—Pff, lo siento mucho amigo, no creí que fuese así.—No te preocupes, no es nada. Aunque si me debes un traje nuevo.—¿Estás loco? ¿Por qué?—Porque por hacerte caso me atropelló una bicicleta.—¿Es broma? ¿Una bicicleta te atropelló?Asiento de mala gana.—No me di cuenta y al cruzar la calle pues... me dio.Gabriel ríe fuertemente y trato de mantenerme serio pero no puedo.—Eres un idiota. –le acuso.—No puedo creer que una bici chiquita te haya arruinado el traje.—No era "una bici chiquita" era una bici de tamaño normal. Además me dejó adolorido.—La edad amigo, qué le podemos hacer a eso.Suspiro resignado.—Nada Gabriel, sólo