Después de llegar al restaurante y ver en una de las mesas del final a Jared con una mujer, no puedo evitar sentir algo incómodo en mis entrañas, obviamente no hay justificación para eso y aún así siento que debo averiguar quien es.
—Iré al baño, no tardo.
—¿Quiefes que pida por ti?
Asiento perdiendome entre la gente.
Camino con paso decidido y manos temblorosas hasta su mesa, saludo como si nada pasara.
No puedo evitar observar como sus ojos escanea mi cuerpo y una vez que sus ojos mirar los míos, desvío la mirada hacia la mujer que lo acompaña esta noche.
La presenta como su prima y algo dentro de mi se queda más tranquila. Después de las presentaciones y el cruce de unas cuantas palabras más, me despido y camino de nuevo hasta mi mesa. Mamá no se ve contenta.
—¿Dónde estabas?
—En el baño.
—Si c
Y estoy de nuevo aquí, donde la magia ocurrió hace poco. Froto mis brazos cuando siento algo de frío, no sé en que momento tuve valor para llegar hasta aquí. Siento un vacío en mi estómago, me pregunto vagamente si será hambre.—¿Quieres algo de tomar?—Café, si tienes.—¿Tienes frío?—Un poco.Jared se acerca a mi y pone su saco sobre mis hombros, enreda sus brazos en mi cintura y baja su boca hasta la mía, a centímetros de ella pero no la toca.—Te diría que el haber traído otra ropa evitaría que sintieras frío, pero como dije, aquí no la vas a necesitar. Yo te daré el calor que necesitas, pero antes te preparare un caféCierra la mínima distancia que hay entre sus labios y los míos y siento una calidez repentina en el cuerpo, me da miedo reaccionar tan fácil a cualquier roce de este hombre.—Ya vuelvo.Me deja parada a media sala, observo a mi alrededor y veo que tiene muchas fotos, en su mayoría con mu
—¿Tienes trabajo?—Así es.—¿Puedo ayudarte?—¡Claro que puedes!—¿Y qué hago?—Quítate la ropa Dafne.Trago con dificultad al escuchar esas cuatro palabras, los ojos de Jared estan puestos en mi, mi respiración se acelera. Lo veo sonreír mientras alza una ceja divertido.—Si de verdad fuera trabajo no te contrataría por nada del mundo, ni siquiera estás respirando.Parpadeo y tomo aire, él esta a punto de levantarse pero lo detengo.—Debes aprender a ser paciente. –digo.Jared se acomoda nuevamente en el sofá y tomo valor para hacer esto. Ya me ha visto desnuda pero eso no quiere decir que no sienta algo de timidez. Tomo mi blusa y sin pensarlo mucho la levanto dejando al descubierto mis senos, los ojos de Jared estan puestos en mi, se quita por completo la corbata.<
—¿Y entonces? –cuestiona Nelly.—Pasamos la noche juntos.Nelly grita y salta por a un lado de mi cama.—Calmate loca.—¡No puedo creerlo! ¿Cuándo y cómo lo conociste?—En el bar al que solemos ir.—¿Es guapo?—Mucho que lo es.—¿Y sensual?—Muy sensual, tiene un cuerpo de Dioses.—¿Cuantos años tiene?Dudo en responder y muerdo mi labio.—¿Dafne?—Tiene cuarenta años.La cara de confusión de Nelly me hace reír.—¿Es broma?—No, Nelly. No es broma, Jared tiene cuarenta años.—¡No me jodas Marín! Podría ser tu papá.—No seas estúpida Nelly, no lo es.—¿Estás segura de estar haciendo lo correcto?&
Estamos cenando en la pequeña mesa de la sala, comida italiana. Jared no volvió a preguntar el porque de mi extravío, y lo agradezco.—¿Qué te parece una ducha?—Excelente. –respondo limpiando mi boca–. Sabes, hoy hablé con Nelly, mi mejor amiga sobre ti.—¿Y qué dijo?—Quiere conocerte.—¿Se pondrá loca o algo así?—Mas o menos. –me encojo de hombros.—Si me aseguras que no me morderá dile que cuando quiera.Río sin poderlo evitar, Nelly a veces puede ser un poquitín intensa, pero no es para menos, es la mayor de las tres aunque sea por un año y nos quiere cuidar.—¿Me dirás por qué estabas sola en un lugar que no conocías?Tomo otro bocado de tiramisú y me lo meto a la boca, asiento sin muchas ganas verdaderamente de contarle que sucedió, pero tampoco quiero que sienta que
—¿Una fiesta?–cuestiono sintiendo algo de temor.—Sí, una fiesta. ¿vienes conmigo?—¿Estás seguro de que quieres que vaya contigo?—¿Y por qué no? después de todo eres mi...—¿Tu qué?—Ahora que lo pienso, no te he pedido que seas mi algo.—Cuando dices "mi algo" suena a que soy un objeto Jared y no es lindo.—Lo lamento. –se disculpa–. Pero me di cuenta de que no te he pedido que seas mi novia y no sé si es correcto o algo lógico que lo haga. Tú dime que hago.—Creo que ha quedado claro lo nuestro y no creo que sea necesario que lo hagas, sé lo que soy para ti, sé lo que eres para mi, pero si quieres hacer todo eso de pedirme que sea tu novia por mi no hay problema, de hecho se me ocurren algunas cosas interesantes y bonitas que podrías hacer.—Pues entonces haré cosas bonitas para ti
—Y ella es la horrorosa de Noely. –dice Jared sonriente.—Mucho gusto, supe que vas a ser abuela.—Sí, ¿no es emocionante eso?–cuestiona con una enorme sonrisa.—Lo es.—Siéntete como en casa nena, eres bienvenida.Noely besa mi mejilla y me da un breve abrazo y se despide de nosotros.—Creí que sería familiar.—¿Bromeas? ¡Es pura familia! –asegura Jared.—¡Mientes, es imposible!—No miento, esas dos de allá son las trillizas, bueno falta una claramente, cada una con sus respectivos hijos, que en total son dos de Amber, dos de Kathy, cuatro de Valery y dos de Noely, Paula mi hermana tiene uno, y Anabell tres. Entonces si sacas cuentas son dieciséis sin contar a mis padres, los de Noely, las abuelas y claro, los novios de mis sobrinas.—Es una fa
¿Eso es pollo? Abro los ojos y me estiro en la cama, mis huesos hacen ruido, Jared no esta en la cama, supongo que él cocina pollo, salgo de la cama y noto que no llevo el vestido de anoche sino un camisón que el mismo Jared eligió para mi ayer, es bonito y transparente. Me miro en el espejo y bien podría romperlo, pero como no se rompe supongo que no estoy tan mal.Jared cocina sólo en boxers, eso me resulta más apetecible de que el pollo.—Buen día bella durmiente.—Buen día Jared.—¿Qué tal dormiste?—Muy bien, pero muero de hambre.—Sólo faltan los fideos y estará listo.—Dejame ayudarte.Tomo la olla y le pongo un poco de agua, enciendo la estufa y la pongo a hervir, espero paciente mientras Jared termina de picar verdura.—Eres un buen cocinero.
—¿De modo que es una perra?–cuestiona Nelly.—Lo es, además se ve tan amargada, como si nada la hiciera feliz.—¿La pusiste en su lugar verdad?—Obviamente, pero algo me dice que no debí hacerlo.—No podías sólo dejarte, además él comprenderá.—Pues no pero caí en su juego en lugar de ignorarla.—¿Le dirás a Jared?—No quiero hacerlo, no tiene importancia.—Yo digo que es mejor que se lo digas.—Esta bien, se lo diré pero después de la cena.—Nunca te vi ser tan estúpida Dafne.–confiesa riendo.—¿A qué te refieres?—Por un hombre, ni siquiera con Alexander que mira que es una delicia, aunque últimamente haya sido un puto desconsiderado.Me río por sus palabras, Nelly casi quiso matarlo cua