Estamos cenando en la pequeña mesa de la sala, comida italiana. Jared no volvió a preguntar el porque de mi extravío, y lo agradezco.
—¿Qué te parece una ducha?
—Excelente. –respondo limpiando mi boca–. Sabes, hoy hablé con Nelly, mi mejor amiga sobre ti.
—¿Y qué dijo?
—Quiere conocerte.
—¿Se pondrá loca o algo así?
—Mas o menos. –me encojo de hombros.
—Si me aseguras que no me morderá dile que cuando quiera.
Río sin poderlo evitar, Nelly a veces puede ser un poquitín intensa, pero no es para menos, es la mayor de las tres aunque sea por un año y nos quiere cuidar.
—¿Me dirás por qué estabas sola en un lugar que no conocías?
Tomo otro bocado de tiramisú y me lo meto a la boca, asiento sin muchas ganas verdaderamente de contarle que sucedió, pero tampoco quiero que sienta que
—¿Una fiesta?–cuestiono sintiendo algo de temor.—Sí, una fiesta. ¿vienes conmigo?—¿Estás seguro de que quieres que vaya contigo?—¿Y por qué no? después de todo eres mi...—¿Tu qué?—Ahora que lo pienso, no te he pedido que seas mi algo.—Cuando dices "mi algo" suena a que soy un objeto Jared y no es lindo.—Lo lamento. –se disculpa–. Pero me di cuenta de que no te he pedido que seas mi novia y no sé si es correcto o algo lógico que lo haga. Tú dime que hago.—Creo que ha quedado claro lo nuestro y no creo que sea necesario que lo hagas, sé lo que soy para ti, sé lo que eres para mi, pero si quieres hacer todo eso de pedirme que sea tu novia por mi no hay problema, de hecho se me ocurren algunas cosas interesantes y bonitas que podrías hacer.—Pues entonces haré cosas bonitas para ti
—Y ella es la horrorosa de Noely. –dice Jared sonriente.—Mucho gusto, supe que vas a ser abuela.—Sí, ¿no es emocionante eso?–cuestiona con una enorme sonrisa.—Lo es.—Siéntete como en casa nena, eres bienvenida.Noely besa mi mejilla y me da un breve abrazo y se despide de nosotros.—Creí que sería familiar.—¿Bromeas? ¡Es pura familia! –asegura Jared.—¡Mientes, es imposible!—No miento, esas dos de allá son las trillizas, bueno falta una claramente, cada una con sus respectivos hijos, que en total son dos de Amber, dos de Kathy, cuatro de Valery y dos de Noely, Paula mi hermana tiene uno, y Anabell tres. Entonces si sacas cuentas son dieciséis sin contar a mis padres, los de Noely, las abuelas y claro, los novios de mis sobrinas.—Es una fa
¿Eso es pollo? Abro los ojos y me estiro en la cama, mis huesos hacen ruido, Jared no esta en la cama, supongo que él cocina pollo, salgo de la cama y noto que no llevo el vestido de anoche sino un camisón que el mismo Jared eligió para mi ayer, es bonito y transparente. Me miro en el espejo y bien podría romperlo, pero como no se rompe supongo que no estoy tan mal.Jared cocina sólo en boxers, eso me resulta más apetecible de que el pollo.—Buen día bella durmiente.—Buen día Jared.—¿Qué tal dormiste?—Muy bien, pero muero de hambre.—Sólo faltan los fideos y estará listo.—Dejame ayudarte.Tomo la olla y le pongo un poco de agua, enciendo la estufa y la pongo a hervir, espero paciente mientras Jared termina de picar verdura.—Eres un buen cocinero.
—¿De modo que es una perra?–cuestiona Nelly.—Lo es, además se ve tan amargada, como si nada la hiciera feliz.—¿La pusiste en su lugar verdad?—Obviamente, pero algo me dice que no debí hacerlo.—No podías sólo dejarte, además él comprenderá.—Pues no pero caí en su juego en lugar de ignorarla.—¿Le dirás a Jared?—No quiero hacerlo, no tiene importancia.—Yo digo que es mejor que se lo digas.—Esta bien, se lo diré pero después de la cena.—Nunca te vi ser tan estúpida Dafne.–confiesa riendo.—¿A qué te refieres?—Por un hombre, ni siquiera con Alexander que mira que es una delicia, aunque últimamente haya sido un puto desconsiderado.Me río por sus palabras, Nelly casi quiso matarlo cua
—¿Me estás queriendo decir que la amas? –cuestiona Galilea con visible sorpresa.—Sí, la amo.—¿Hace cuánto?—Eso no importa.—¡Es una niña Jared!—¿Cuándo diablos van a entender que Dafne no es una niña? Es mucho más mujer que muchas con mayor edad allá afuera.—¡Estas loco Jared! Esa chiquilla tiene la edad de Grecia.Galilea se da cuenta de que ha tocado una vieja herida.—Lo lamento no quise...—Olvídalo. Es mejor que te vayas.—Jared...—Vete Galilea, por favor.—¿Estas seguro que quieres que me vaya?Asiento sin ánimo de pronunciar palabra. Ella toma sus cosas y se va por la puerta por donde anteriormente se me fue Dafne quizás para ya no volver.—Llama si necesitas algo.—Claro.
—¡Muestrame! –grita Nelly apenas entra a casa.—¡Shh! Mi madre esta en su habitación.—Lo siento, pero muero por verlo.Extiendo mi mano y observa el anillo, abre y cierra la boca como pez fuera del agua.—¡Es hermoso! –susurra.—Lo sé, es hermoso.—Tu anoche sólo dijiste "es plateado y bonito" pero esto lo supera, es un buen anillo.—Además esta grabado.—¿Y qué dice?—The best of my life.—Aww, ¿no es eso tierno?—Sí, aunque por poco mamá nos descubre basándonos y haciendo la escena del anillo.—No pensé en eso.—Nunca piensas en nada.—Si Katty no me hubiese hablado tú y Jared no se hubiesen reconciliado.—¿Pudiste conocerlo por fin?—Sí, ¿y a qué no adivinas?
—Necesito hablar con Dafne primero sobre esto.—Sé que ella entenderá. No puedo seguir ocultando esto.—Por favor sólo hay que esperar un poco.—Cómo quieras pero no me gustan las mentiras, Alexander ya lo sabe.—¿Qué?—No le dirá nada a Dafne, lo prometió.—Si mi hija se entera por alguien que no soy yo esto va a acabar muy mal.—No se enterara, lo prometo.—Más vale.—¿Cuando será?—Pronto, lo prometo.இ═══════இMiro directamente a Jared, él espera una respuesta, no sé qué contestar, ¿yo quiero formalizar de esta manera? Es tan poco tiempo y no sabemos mucho el uno del otro, tengo veintidós años, ¿estoy lista para esto?—Me asusta tu silencio. ¿Fue mucho?—No, yo sólo estoy...pensando en lo que
—Creí que no vendrían. –dice Anabell al recibirnos.—Tuvimos algunos contratiempos pero ya esta. ¿Dónde esta mamá?—En la cocina, como siempre.—¿Podrías quedarte con Dafne, no esta muy bien.—Claro hermano, no te preocupes.Asiento a modo de agradecimiento y camino hasta la cocina en donde se supone esta mi madre, pero no es así.Puedo divisar a mi padre en la mesa junto a mamá quien le sonríe cariñosamente, camino hasta ellos y me aclaro la garganta para hacerme notar.—¿Ocurre algo hijo? –cuestiona mi padre.—La madre de Dafne ya sabe de nosotros.—¿Hubo problema?—No mamá, no todavía pero temo por lo que pueda pasar y las consecuencias que traiga la noticia.—No te preocupes, Eva sigue siendo nuestra abogada, Victoria también puede ayudar en caso de demanda.<