Aprieto el asa de mi cartera mientras me encamino hacia su oficina. Ya es un poco tarde por la noche. Quería llegar a casa para dormir a mi pequeño, pero eso no pudo ser posible, ya que hoy fue un día muy ajetreado y largo. Ya se quedó dormido, eso me dijo su cuidadora. Toco dos veces y entro cuando Jhonson me pide que lo haga.—Buenas noches... —Mi voz suena agotada.Él levanta la mirada y se pone de pie. —Buenas noches. ¿Cansada? —pregunta aquello, mientras toma asiento junto a mí en el sillón.—Mucho. Y cuéntame, ¿para que me pediste que viniera?Se levanta y me muestra una botella.—¿Vino?—Está bien...Toma dos copas y sirve un poco en cada una.Me pregunto qué será lo que trama, normalmente no es tan amable.Bebo un poco de la deliciosa bebida, me ha venido de maravilla para este cansancio. Al beber el último sorbo, lo pillo observándome un poco extraño.—¿Qué? —Me encojo de hombros—. Tenía sed...—Seguro... —responde esbozando una pequeña sonrisa y aparta la mirada.A veces me
¿Qué es eso que él tiene?, no lo sé, pero es extraño. A veces lo odio, a veces me gusta. Esta ambigüedad es un poco preocupante. No está nada bien que cada vez que toma mi mano sienta mariposas en el estómago y mi mente imagine cosas que no deberían ser posibles. Todo esto me está confundiendo, no sé si pueda continuar fingiendo hasta la boda, quizá todo esto se convierta en realidad y no quiero que sea así. Sé que arruiné su reputación y envolví su nombre en un escándalo mediático que sólo podría ser olvidado con una boda aún más mediática. Es una loca idea, pero podría dar un buen resultado si se hace bien. Sin embargo, mi vida y mis planes se están desviando por completo. Me siento frustrada y de manos atadas al depender de las decisiones de un hombre extraño y al que prácticamente no conozco. Jugueteo con el anillo que hay en mi dedo anular, estoy muy incómoda. No quiero estar aquí.De repente se instala el silencio, es como si no hubiera ningún tema del cual hablar ni nada que t
Cuando llego a casa, me doy cuenta que mi pobre ángel se quedó dormido esperándome. No puedo seguir llegando tarde, me estoy distanciado de mi hijo, y todo por andar en citas falsas con un tonto engreído que llegó a arruinarme la vida. Suspiro exhausta y me quito los zapatos de tacón. Seguramente Janet su cuidadora lo acostó en la cuna, pero él regresó aquí buscándome. Lo tomo entre mis brazos, acaricio su cabello rubio y me echo con él sobre el amplio sillón. Su aroma a bebé me relaja y poco a poco me voy quedando dormida...Escucho una vocesita y siento que meten unos deditos en mi nariz, así que abro los ojos y sonrío al ver otros lindos ojos verdes aceituna iguales a los míos. Reímos juntos cuando él se sorprende de verme despierta y lo cargo entre mis brazos, vamos juntos hacia la cocina para hacer el desayuno. Le preparo una rica tortilla de huevo con verduras y jugo de naranja, por mi parte como unos huevos revueltos, una rebanada de aguacate y una taza de café. Siempre me quedo
Jhonson suspira lentamente.—Ese nombre ya está tomado, es mío. Escoge otro, pequeño... —propone.—Luke, ¿eshtá bien ese? —Erick responde.—Claro que sí, campeón. Vamos a dar un paseo con Luke, ya verás que será divertido...Ambos pasan por mi lado con el perro y me dejan sola, soy completamente ignorada. Pero, ¿qué sucede aquí? Jamás pensé que se llevarían tan bien desde el primer momento, imaginé que se iban a detestar a muerte o algo parecido. Esto no estaba en mis planes. Muchas dudas y preguntas surgen en mi cabeza, aunque, prefiero no hacerles mucho caso. Los sigo en silencio y a distancia, viendo a ambos charlar como si fueran dos amigos de toda la vida que se han reunido luego de mucho tiempo. Mi bebé no es tan parlanchin, o bueno, eso creía hace tres minutos atrás. Juegan en el jardín con el perrito, corriendo y saltando. Jhonson parece un pequeño también, y eso me inquieta porque no sabía que le gustaran los niños. Parece un tipo malo y amargado, aunque ya veo que las aparien
Me detengo frente a la ducha y dejo el agua correr. Erick está dormido en mi cama, así que tengo algún tiempo para mí sola antes de irme a dormir... El aroma de su piel no se borra de mi memoria, aún puedo sentir su lengua y labios sobre mi cuerpo, besando y saboreando. Siento mi cabeza confundida y deseos de ir a buscarlo para terminar lo que empezó, pero, obviamente no sería capaz de hacer algo así, soy tímida en el ámbito sexual.Mi corazón sigue latiendo con frenesí, no puedo sacar a ese hombre de mi mente. ¿Qué tiene él que no han tenido otros? ¿Por qué no puedo ignorarlo y pensar en otra cosa? Esto no está bien, para nada.Me quedo de pie disfrutando del agua tibia, mis manos viajan hasta mis senos y el recuerdo de Jhonson lamiendo mis pezones vuelve a mí, provocando que acabe dándome placer para calmar la ansiedad que me dejó al marcharse a su habitación. Me pregunto si también pensará en mí, si se estará tocando al igual que yo. No... ¿Qué estoy haciendo?Tomo la toalla y me s
Como mi último trozo de uva y me levanto para cargar a mi hijo, quien no quiere comer nada e insiste con la idea de andar cargado entre mis brazos. Jhonson me observa muy atento, no me despega el ojo desde que nos sentamos a la mesa muy temprano.—Iré a llevarlo a su escuelita y de ahí voy al trabajo. —Intento despedirme de esa forma. Jhonson mueve la cabeza en negativa y se levanta de su asiento.—No es necesario, yo los llevaré. Andando...Se adelanta con llaves en mano y Erick corre detrás de él, emocionado. Lo alcanza rápidamente y Jhonson lo acomoda en la silla del auto, después me abre la puerta del copiloto y antes de entrar se acerca a mi oído mientras mueve mi cabello hacia atrás. Me armo de valor para mirarlo a esos profundos ojos miel que brillan de una forma intensa al verme. —¿Por qué me rehuyes? —susurra.—No lo hago. Es solo que... Me siento un poco extraña... —Coloca su dedo sobre mis labios.—Shh... No pienses en esas cosas, ¿está bien preciosa? —Busca mis ojos una
Observo el cielo a lo lejos, el sol ya se está escondiendo. El auto anda con prisa por la autopista, mis pensamientos no se acallan y parecen querer torturarme al recordar una y otra vez el anuncio de nuestra boda en un canal de televisión al que asistimos media hora atrás. Todos hablan de nosotros, quieren saber cómo fue que una modelo desconocida consiguió enamorar el corazón de un hombre tan exitoso y millonario como Jhonson. Incluso muchos dicen que soy una interesada y mil estupideces más, y encima, se han atrevido a preguntarle qué se sentía ser el futuro padrastro de un niño. No dejo de darle vueltas en mi cabeza a todo esto. —Meryl, ¿te sientes bien? —Jhonson me pregunta. —Sí... —respondo con cansancio y no lo miro. Él suspira. —Ya llevas días comportándote de una forma extraña. ¿Hice algo mal? Sé que busca mis ojos, pero yo no puedo verlo aunque me muera por hacerlo. —No es nada, no te preocupes. Desvío la mirada hacia mis zapatos, pero él mueve mi rostro hacia el suyo
Espabilo varias veces y respiro profundo.—¿Eres tú? —susurro, sintiendo mucha contrariedad y sorpresa que se convierten en mucho enojo—. ¿Apenas te dignas a hablarme? Y pensar todo lo que he pasado por ti... —Hija, yo sé que debemos tener una larga conversación. Has entendido mal las cosas y lamento no haberte buscado antes para aclararlo, pero... Niego con la cabeza y e interrumpo aquella voz grave y rasposa.—No, déjame en paz, ya no quiero saber nada más de ti. Me arruinaste la vida, estoy metida en problemas por buscarte. ¡Ya pagué tu deuda, ahora desaparece y no vuelvas a llamarme nunca más!—Escucha hija... Has caído en una trampa, todo se trata de una venganza en mi contra, no te dejes envolver y por favor, no firmes ese contrato y vete lejos con tu hijo. Frunzo el ceño y siento un estupor que calienta mi rostro al darme cuenta que se refiere al matrimonio con Jhonson. —Ya es demasiado tarde... —susurro antes de cortar la llamada. ¿Por qué tiene conocimiento sobre ese cont