Observo el cielo a lo lejos, el sol ya se está escondiendo. El auto anda con prisa por la autopista, mis pensamientos no se acallan y parecen querer torturarme al recordar una y otra vez el anuncio de nuestra boda en un canal de televisión al que asistimos media hora atrás. Todos hablan de nosotros, quieren saber cómo fue que una modelo desconocida consiguió enamorar el corazón de un hombre tan exitoso y millonario como Jhonson. Incluso muchos dicen que soy una interesada y mil estupideces más, y encima, se han atrevido a preguntarle qué se sentía ser el futuro padrastro de un niño. No dejo de darle vueltas en mi cabeza a todo esto. —Meryl, ¿te sientes bien? —Jhonson me pregunta. —Sí... —respondo con cansancio y no lo miro. Él suspira. —Ya llevas días comportándote de una forma extraña. ¿Hice algo mal? Sé que busca mis ojos, pero yo no puedo verlo aunque me muera por hacerlo. —No es nada, no te preocupes. Desvío la mirada hacia mis zapatos, pero él mueve mi rostro hacia el suyo
Espabilo varias veces y respiro profundo.—¿Eres tú? —susurro, sintiendo mucha contrariedad y sorpresa que se convierten en mucho enojo—. ¿Apenas te dignas a hablarme? Y pensar todo lo que he pasado por ti... —Hija, yo sé que debemos tener una larga conversación. Has entendido mal las cosas y lamento no haberte buscado antes para aclararlo, pero... Niego con la cabeza y e interrumpo aquella voz grave y rasposa.—No, déjame en paz, ya no quiero saber nada más de ti. Me arruinaste la vida, estoy metida en problemas por buscarte. ¡Ya pagué tu deuda, ahora desaparece y no vuelvas a llamarme nunca más!—Escucha hija... Has caído en una trampa, todo se trata de una venganza en mi contra, no te dejes envolver y por favor, no firmes ese contrato y vete lejos con tu hijo. Frunzo el ceño y siento un estupor que calienta mi rostro al darme cuenta que se refiere al matrimonio con Jhonson. —Ya es demasiado tarde... —susurro antes de cortar la llamada. ¿Por qué tiene conocimiento sobre ese cont
Al llegar a Givenchy, un séquito de mujeres se abalanza sobre nosotras, no saben ni donde sentarmos y nos ofrecen todo tipo de bebidas, aceptamos un té verde y nos acomodamos en un suave sillón. Donna y yo nos miramos las caras, con un poco de suspicacia. —El vestido que pidieron ya está listo, solo necesitamos ultimar unos detalles. Sigan, por aquí... La seguimos en silencio, frunciendo el ceño. Me prueban un vestido blanco de escote cuadrado y mangas tres cuartos, adornado con pequeñas perlas y cristales, un velo corto de encaje y todo un juego completo de joyas con diamantes y oro. Cuando vemos la cola del vestido quedamos con la boca abierta, nos dicen que mide dieciocho metros de largo. Es el vestido de novia soñado, no tiene comparación con ningún otro, no tiene nada que envidiarle al de una reina o princesa. Es simplemente sobrio, imponente, elegante, sumamente llamativo y sobre todo, costosísimo. Lo que hasta ahora no comprendo, es por qué Jhonson escogió el vestido y mand
Jhonson y yo nos detenemos en seco al ver todos esos hombres interponerse en nuestro camino.—¿Sabes quiénes son? —Aprieto su mano y le pregunto aquello, con cierto temblor en la voz.Parecen asaltantes o algo similar, pero no quiero juzgar tan rápido. —Quédate tranquila... —susurra.Los cinco hombres nos observan con atención y después de unos cortos segundos regresan a su camioneta dando largos pasos, marchándose con prisa y a gran velocidad.¿Qué fue eso? Pestañeo varias veces, me encuentro muy confundida y asustada.Veo a Jhonson fruncir el ceño y suspirar pesadamente.—Vamos... —Me toma de la mano con fuerza y entramos a la agencia.Vamos hacia el sexto piso, donde se encuentra el encargado de todas las cámaras de seguridad. Jhonson habla con él acerca de investigar ese auto que entró y salió de manera sospechosa. Me despido de ellos porque voy a llegar retrasada a mi última sesión del mes, más tarde Jhonson me dirá qué fue lo que sucedió con ese tema. Ahora debo correr o llegar
Ya faltan tres días para que se lleve a cabo la boda y yo me estoy muriendo de los nervios y ansiedad. Jhonson se ve serio, contento y a veces distraído, supongo que también se siente como yo.Los vestidos, accesorios y regalos han ido llegando a lo largo de estos días que han pasado, y puedo decir con certeza que son los vestidos más preciosos que he visto. Imagino que ese día luciré como una reina. Vaya... Quien lo diría, yo, Meryl Sanders, una desdichada huérfana que acabó por error siendo modelo resulta que se va a casar con un hombre muy bueno y apuesto, y también multimillonario y famoso. Debo admitir que me está comenzando a gustar mi nueva vida, quien quita y sea muy feliz. Quizá... Jhonson sea el amor de mi vida.En la agencia ya me dieron quince días de vacaciones adelantadas para mi boda y la luna de miel, y estoy encantada con la idea de que Jhonson también está dejando todos sus compromisos listos para ausentarse, él quiere vivir conmigo como marido y mujer tal cual, inclu
Mi pecho sube y baja, mis latidos aceleran su ritmo y parece que el tiempo se detiene. Jhonson se aleja, ya no me dedica ni una mirada, ya no soy la protagonista de sus ojos que brillaban cuando me veía.No comprendo nada de lo que sucede, una extraña sensación anuncia un nuevo sufrimiento y me empuja velozmente hacia el. Quiero huir de este sentimiento desolador, pero la mano de mi padre se posa sobre mi hombro, acrecentando mi enojo. Aparto la mirada de Jhonson y me enfoco en ese hombre mayor frente a mí, ese que llegó para hacerme la vida difícil otra vez. —No comprendo nada, pero sospecho que todo esto tiene que ver contigo, ¿verdad? —No puedo evitar llorar de impotencia cuando él asiente—. Solo has venido a traerme problemas. ¡¿No te bastó con abandonarme frente a un supermercado?! ¿No vas a decir nada? Grito colérica y empujo su pecho con mis manos empuñadas, de sus ojos comienzan a brotar lágrimas. Donna aparece frente a mí y me toma por los brazos, pero yo forcejeo para acer
Mi padre quiere recuperar el tiempo perdido y me pidió que nos veamos más seguido, también quiere conocer a su pequeño y único nieto. Creo que le permitiré ambas cosas, es un hombre que sufrió mucho y ahora necesita una familia. Llegó en el momento justo. —Señorita... Luce preciosísima, muy hermosa... —Donna susurra, casi a punto de llorar.Está más emocionada que yo.—Muchas gracias Donna. —Hago un amago de sonrisa, pero lo único que consigo es una mueca un tanto extraña.—¿No está feliz? va a tener una boda genial, la boda soñada. Niego con la cabeza.—No, querida, no estoy feliz. Voy a casarme con un hombre que me odia y todo lo que está pasando es en nombre de la venganza de su padre. Ellos me trajeron aquí al inventar una deuda que mi padre en realidad no tenía, me han orillado a firmar un contrato para remediar algo que ellos mismos provocaron para embaucarme. Todas sus palabras fueron mentiras. Y estoy segura que sigue mucho más, al estar obligada a vivir un año aquí tendré qu
Hace unos días fue la ceremonia y la celebración, me limité a fingir una que otra sonrisa y a soportar esos odiosos ojos miel que no dejaban de mirarme aunque quisieran ignorarme. No nos dirigimos ni una palabra, ni siquiera los buenos días ni tampoco un adiós al finalizar la celebración. Dos témpanos de hielo fueron lo más parecido a nosotros dos, una frialdad que me hería en cada ocasión que pensaba en Jhonson Wayne. Y aunque estoy en todo mi derecho de pedir una explicación, no lo hago por orgullo y vergüenza. Se burló de mis sentimientos, jugó con mi cariño y se aprovechó de mi inocencia al no saber nada de sus planes. Él y su padre son unos desgraciados y tienen que pagar las cosas malas que han hecho en contra de mí y de mi padre. Por culpa de Frederick Wayne mi padre se fue a la quiebra y terminamos en la calle, allí empezó toda nuestra desgracia. Nada de eso se me olvida.Dos toques en la puerta me hacen girar asustada.—¿Tienes un momento...?Se trata de Jhonson, está de pie a