Mi pecho sube y baja, mis latidos aceleran su ritmo y parece que el tiempo se detiene. Jhonson se aleja, ya no me dedica ni una mirada, ya no soy la protagonista de sus ojos que brillaban cuando me veía.No comprendo nada de lo que sucede, una extraña sensación anuncia un nuevo sufrimiento y me empuja velozmente hacia el. Quiero huir de este sentimiento desolador, pero la mano de mi padre se posa sobre mi hombro, acrecentando mi enojo. Aparto la mirada de Jhonson y me enfoco en ese hombre mayor frente a mí, ese que llegó para hacerme la vida difícil otra vez. —No comprendo nada, pero sospecho que todo esto tiene que ver contigo, ¿verdad? —No puedo evitar llorar de impotencia cuando él asiente—. Solo has venido a traerme problemas. ¡¿No te bastó con abandonarme frente a un supermercado?! ¿No vas a decir nada? Grito colérica y empujo su pecho con mis manos empuñadas, de sus ojos comienzan a brotar lágrimas. Donna aparece frente a mí y me toma por los brazos, pero yo forcejeo para acer
Mi padre quiere recuperar el tiempo perdido y me pidió que nos veamos más seguido, también quiere conocer a su pequeño y único nieto. Creo que le permitiré ambas cosas, es un hombre que sufrió mucho y ahora necesita una familia. Llegó en el momento justo. —Señorita... Luce preciosísima, muy hermosa... —Donna susurra, casi a punto de llorar.Está más emocionada que yo.—Muchas gracias Donna. —Hago un amago de sonrisa, pero lo único que consigo es una mueca un tanto extraña.—¿No está feliz? va a tener una boda genial, la boda soñada. Niego con la cabeza.—No, querida, no estoy feliz. Voy a casarme con un hombre que me odia y todo lo que está pasando es en nombre de la venganza de su padre. Ellos me trajeron aquí al inventar una deuda que mi padre en realidad no tenía, me han orillado a firmar un contrato para remediar algo que ellos mismos provocaron para embaucarme. Todas sus palabras fueron mentiras. Y estoy segura que sigue mucho más, al estar obligada a vivir un año aquí tendré qu
Hace unos días fue la ceremonia y la celebración, me limité a fingir una que otra sonrisa y a soportar esos odiosos ojos miel que no dejaban de mirarme aunque quisieran ignorarme. No nos dirigimos ni una palabra, ni siquiera los buenos días ni tampoco un adiós al finalizar la celebración. Dos témpanos de hielo fueron lo más parecido a nosotros dos, una frialdad que me hería en cada ocasión que pensaba en Jhonson Wayne. Y aunque estoy en todo mi derecho de pedir una explicación, no lo hago por orgullo y vergüenza. Se burló de mis sentimientos, jugó con mi cariño y se aprovechó de mi inocencia al no saber nada de sus planes. Él y su padre son unos desgraciados y tienen que pagar las cosas malas que han hecho en contra de mí y de mi padre. Por culpa de Frederick Wayne mi padre se fue a la quiebra y terminamos en la calle, allí empezó toda nuestra desgracia. Nada de eso se me olvida.Dos toques en la puerta me hacen girar asustada.—¿Tienes un momento...?Se trata de Jhonson, está de pie a
El dolor es cada vez mucho más insoportable.—Aquí estás... ¿Cómo se encuentra Erick?, ¿qué le ocurrió?Me sorprende que haya venido, me pregunto cómo se enteró tan rápidamente.—Sigue adentro, nadie me da razón todavía. Tuvo dos ataques de asma y llegó desmayado aquí...Respondo despacio y hablando con dificultad, trato de disimular el malestar, pero es casi imposible cuando los cólicos aumentan hasta hacerme sostener de la silla para no caer. Jhonson se da cuenta y corre a buscar una enfermera que me ayude. Noto que hay sangre en mi entrepierna y lo oculto, no quiero que nadie se dé cuenta, salvo los médicos. Velozmente me llevan a una sala de observación y me estabilizan, también me hacen una serie de exámenes de sangre y una ecografía. Más que mejorarme, espero noticias de Erick, ni siquiera me interesa mucho lo que está ocurriendo en mi cuerpo. Quizá... todo este vaivén de emociones fuertes ha hecho mella en mi salud...—Señorita... ¿hay alguna noticia de mi hijo? por favor, neces
Jhonson no comprende mi dolor, no está midiendo las consecuencias del daño que me hizo. Mi corazón está completamente destrozado y lleno de rencor, de rabia. No hay un solo día que no recuerde aquella escena dónde apareció junto a su padre acusándome y despreciando mi cariño en frente de todas las personas. —Escucha, no estás pensando bien las cosas. Olvídate de mí, es más, piensa que no existo si eso quieres, pero no te marches cuando no estás bien. Casi pierdes el bebé, necesitas descansar y eso no está en discusión. Donna está alistando todo para que se recuperen en casa, ya viene en camino para ayudarte. Iré por Erick y luego vendré por ti. Suspiro rendida y lo ignoro. Poco tiempo más tarde me traen unas galletas con gelatina y la enfermera me ayuda a asearme y vestirme con la ropa limpia que trajo Donna. Al salir de la clínica junto a ella, Erick y Jhonson; una avalancha de periodistas se nos viene encima, tomando fotos y haciendo preguntas sobre nuestra salud y discusiones fa
En algún momento me hallo siguiéndole el beso, con la duda carcomiendo desde adentro. Me armo de valor y lo alejo de mi boca, muevo el rostro hacia el otro lado y respiro profundo antes de decir:—Por favor, no empeores más las cosas. Ya nada es como antes, ni lo será de nuevo.Veo cómo empuña las manos y niega con la cabeza, mostrándose frustrado.—Muy bien, discúlpame, yo... creí que podría remediarlo. Niego con la cabeza y lo miro a los ojos.—No, así no funciona, en la vida no puedes intervenir una y otra vez para enmendar o empeorar las cosas como si estuvieras corrigiendo el guión de una novela. Ya todo terminó para los dos, solo nos queda esperar el final del contrato y a partir de ahí, cada uno tomará su camino.Jhonson asiente, no está muy convencido.—Sobre el contrato y... nuestro hijo, todavía tenemos que llegar a un acuerdo, tendré que hablar con mis abogados.¿Abogado? ¿A qué se refiere? —N-no comprendo... —Frunzo el ceño—, ¿te refieres a la tenencia compartida?Eleva
—Es un gusto, señorita... —dice aquello y besa mi mano, pero al ver el anillo en mi dedo, se muestra un poco sorprendido.—Para mí también. —Sonrío un poco incómoda.—Bueno, ya acabé mis labores, hasta mañana Fernsby, recuerda cerrar la oficina con llave.—Hasta mañana, señor y señora... —Asiente y entra a la oficina, quizá debe dejar todo organizado antes de salir.Suspiro agotada y tomo la mano de mi padre, nos encaminamos hasta una pequeña sala de estar y esperamos hasta que —por fin— nos traen el café. —¿Qué te trajo por aquí hija? No te ves bien, cuéntame. —Toma mis manos con delicadeza y cariño.—No te vayas a molestar ni sorprenderte, pero... hoy fui a urgencias y me enteré que estoy embarazada de Jhonson, lo sé, no debí involucrarme con él y sé que soy una tonta por haberme enamorado de un hombre falso y malo como él. También, me siento muy mal porque... lo sigo amando y me confunde, quisiera odiarlo y no puedo. Cuando lo veo, todo se desmorona... —Agacho la cabeza.Escucho u
El fin de semana fue un poco lento y aunque debería estar descansando, he decidido venir a la agencia para hacer las sesiones de fotos atrasadas. He procurado no estar por mucho tiempo de pie y obviamente no estoy usando zapatos de tacón. Estoy tomando las medicinas al pie de la letra y mi pequeño Erick tampoco ha experimentado más ataques de asma, aunque no lo hemos descuidado en ningún momento.Por mi parte prefiero venir a trabajar que ver la cara de Jhonson, siento que ya no lo soporto y apenas se me cruza en el camino mi día parece haber sido arruinado por una energía maléfica... Acabo la última sesión y me marcho junto a Donna hacia la escuela de Erick para llevarlo a conocer a su abuelo Christopher. Al llegar, rapidamente se lanza a mis brazos y subimos al auto con prisa, pero antes saludo a algunas madres que me observan atentas y tenemos una corta charla. Ellas saben quienes somos, por lo cual me incomoda que lleguen a pensar que soy una engreída, pero lo que sucede es que s