Mantengo la mente despejada y me centro en mi café, no quise comer pastel ni nada dulce, ni siquiera tengo hambre. Jhonson se dedica a mirarme, me observa demasiado y eso está empezando a incomodarme.A veces me pregunto si acaso fue él quien le metió todas esas cosas en la cabeza a mi hijo para provocar una cercanía entre nosotros, todo para molestarme y hacerme pasar malos ratos.—¿Tengo algo en la cara? —pregunto en voz baja, no quiero que mi hijo se de cuenta de mi incomodidad.Jhonson se queda observándome como si no hubiera hecho nada malo.—No pensé que te molestaría, pero, pido disculpas, no volverá a suceder. —Se pone serio, no obstante, después se mantiene contento y noto que disfruta pasar tiempo con Erick.—Cariño, creo que tenemos que irnos ya, debo hacer unas cosas en la casa y tengo mucho sueño. Además, tienes que hacer la tarea, recuerda. —Llamo la atención de mi hijo.—Mamá... Bueno, está bien... —esboza una expresión de pesar.—Otro día verás a papá, ¿cierto Jhonson?
Muerdo mi labio inferior tratando de decidir hacia qué dirección ir, pero el edificio en el que me encuentro tambalea y termino cayendo en otro lugar, al levantar la mirada noto que es mi cama. ¡No! Grito al sentir cómo choca mi espalda contra el colchón y Henry esconde su rostro en mi cuello, con su mano acaricia mi punto más placentero y continúa besando mi hombro, pero otra mano aparece sobre mi seno y sube hasta mi barbilla, girando mi rostro hacia la izquierda, es Jhonson, quien atrapa mis labios entre los suyos y humedece sus dedos mientras me ve a los ojos, sonríe con lujuria cuando pellizca mis pezones erectos y regresa a mi boca para decirme que me quiere hacer el amor. No puedo pensar con claridad porque Henry se mete entre mis piernas y Jhonson besa mi cuello. Miro hacia el techo y hay un espejo que refleja un trío que no somos nosotros. Al regresar mis ojos hacia la cama, solamente queda Jhonson a mi lado, acariciando mi abdomen plano y diciendo que soy solo suya. "Eres mía
Miro hacia la nada y a la vez limpio mi lápiz de ojos corrido, borrando la evidencia de todas las lágrimas qué he derramado. Observo los correos que me llegan, el C.E.O. de la marca pide ver las propuestas para próxima colección de invierno que será elegida entre las veinte que hay y dice que tenemos una semana de plazo para enviar y exponer los diseños."No voy a llegar...", susurro con pánico.Retomo mi trabajo y esta vez me centro en los bocetos que me faltan, pero me parece que me estoy quedando corta con los vestidos. Me gustan los resultados finales de los abrigos, pantalones, suéteres, conjuntos y botas. No obstante, hay un detalle con los vestidos y los accesorios que no termina de convencerme y no sé qué es. Siento que les falta algo. Tendré que encargarme de eso otro día, por ahora debo acabar con lo que concluyo que son los diseños más bonitos... Pero luego de varias horas, regreso al principio y no sé qué hacer, veo todos los diseños muy simples y sin originalidad, no veo
Respiro profundo, tal vez no sepa lo que yo creo que es.—Y... ¿qué es eso que sabes? —No aparto la mirada de sus ojos.Él esboza una gran sonrisa, y justo en el fondo de su expresión veo burla. —Siempre supe que Isabella era mi hija, también sabía que tu padre se encargaba de hacer planes para arruinar mi vida y tú seguías sus órdenes como buena hija, ya que tenías sed de venganza, pero aún quedaba algo de bondad en ti y no tenías ni idea de cómo hacerlo. Al final, quisiste darme una lección y ¿sabes algo? A veces me pongo a pensar, ¿si nuestra hija siguiera viva, seguiría sin saber que soy su padre? ¿Serías tan malvada de hacerle algo tan horrible a tu propia hija?Miro hacia el cielo gris y lleno de nubes negras, de repente comienza a caer rocío. Suspiro con fuerza antes de responder. —Probablemente ya te hubiera dicho la verdad, porque fíjate, no soy perversa como tú y mi padre. Eres un hombre muy malo, alguien debía pisotearte para bajarte de tu nube de superioridad, decidí que
Me quedo sentada frente al volante, con la ropa mojada y la cabeza vuelta un nido de pájaros, observo a Jhonson quitarse el abrigo mientras camina hacia su auto que ahora es una camioneta sencilla sin nada de lujos. La ropa húmeda se pega a sus brazos y pecho musculosos, su cabello largo permanece recogido hacia atrás en un pequeño moño. Deja el abrigo húmedo en la parte de atrás del auto y sube tranquilamente, como si no estuviera cayendo una fuerte tormenta y se marcha. ¿Cómo pudo ponerse más bueno de lo que estaba hace cinco años? Hasta su forma de caminar y hablar son diferentes, todo de él es diferente, ahora parece un tipo tranquilo y sencillo. ¿Dónde dejó ese engreído, dramático, egocéntrico y finísimo hombre con aires de grandeza? Es un dilema que jamás resolveré...Llego a casa a la hora de almuerzo, el silencio es demasiado escandaloso, me pregunto dónde se metieron todos. Lo primero que hago es ir hacia la habitación de mi hijo y lo encuentro dormido en su cama, junto a él h
Lo observo de pies a cabeza y noto una incipiente barba, además de unas ojeras y ropa un poco desaliñada. Me siento culpable aunque no debería, pero se ve que lo ha pasado mucho peor que yo. Suspiro con fuerza y asiento con cansancio, ya estaba por irme a la cama. —Muy bien, muy bien... Pero regresaremos antes de medianoche, mañana tendré muchísimo trabajo que hacer. —Veo mi reloj, de pronto siento su mano acariciar mi mejilla.—¿Me amas? —pregunta, con ojos grises y tristes.—Claro que te amo, pero... —Coloco mi mano sobre la suya y la sostengo con delicadeza. —No habrá una próxima vez si es que vuelves a lastimarme por celos, me alejaré y no volverás a verme de nuevo, tú lo sabes muy bien. —Lo sé, cariño. Sé que pedirte perdón una vez más no borrará lo que hice ese día, pero estoy dispuesto a todo para recibir tu confianza y perdón. Si quieres, podríamos pasar tiempo con Jhonson, Erick, tu padre y nosotros dos para llevar las cosas en paz. Solo, no me alejes de tu lado, sin ti me m
En medio de mis sueños escucho ruidos en la habitación, abro los ojos y me llevo la sorpresa de que es Henry, son pasadas las cuatro de la mañana y apenas se digna en aparecer. Quita sus zapatos con dificultad y se acuesta a mi lado llorando y susurrando que fue idea de Dante y pensó que sería algo genial para sorprenderme, entre susurros poco entendibles me cuenta que lleva meses tomando bebidas alcohólicas fuertes y ha empezado a tener problemas para controlarlo. Al escucharlo decir todo eso siento mucha rabia, me dan ganas de golpearlo por ser tan tonto, pero me controlo. Siempre ha tratado de ser un hombre correcto, no entiendo qué es lo que le está sucediendo, sus defectos están empeorando en vez de mejorar. Lo ignoro y entro al cuarto de baño para tomar una ducha rápida antes de alistarme y desayunar en familia. Henry deja a Erick en su escuela y a mí en el trabajo, no hablamos en todo el trayecto y al despedirme solo susurro un "hasta luego" simple y frío como el hielo. Nos que
Jhonson... digo su nombre en un susurro apenas audible, no puedo creer que está de nuevo frente a mí.—¿Cómo estás? —Extiende su mano para saludarme.La tomo con suavidad y la estrecho sin prisas.—Estoy... Estoy de maravilla, ¿y tú? —Aclaro mi garganta, de repente me puse un poco ronca.—También... Recuerdo que aquí trabajas, yo vine a ver a un viejo amigo, ya sabes, cosas de negocios...Detiene la mirada en mi cuello y frunce el ceño.No entiendo qué le sucede, así que le pregunto:—¿Todo bien?Eleva sus ojos miel hasta los míos, mostrando una expresión contrariada.—Ehh... Sí, quería... preguntarte si tú quisieras... —Se detiene y se ríe de él mismo al no poder expresarse bien, lo que me hace sonreír a mi también—. ¿Podemos vernos esta noche? Digo, Erick también vendrá con nosotros.Asiento lentamente.—Muy bien, nos veremos esta noche. Ehh... Debo marcharme, fue un gusto verte. —Le devuelvo una sonrisa sincera.—Hasta luego... —Se despide y observa cómo me voy, mientras introduce l