No podría estar más feliz, los momentos que paso junto a mi hijo son los mejores. Hemos contado chistes junto a Jhonson y cominos una rica y abundante cena. Sin embargo, Henry viene a mi mente, me pregunto qué estará haciendo. Por momentos imagino que se pone a darle rienda a eso que tanto daño le está haciendo y se me hace un hueco en el estómago de la preocupación. Tal vez, debería llamarlo. Me disculpo un momento y voy hacia el tocador, rápidamente le marco a Henry y él responde enseguida.—Cariño, ¿cómo... estás? —pregunto, con un tono de preocupación.—¿Qué te importa? A estas horas ya deberías estar revolcándote con Jhonson... —responde alterado. Por un corto momento escucho su respiración acelerada y suspiros. —Oye... ¿Estás intoxicado? Ya hablamos sobre eso, no te hace bien. ¡Entiende! —Cállate, solo cállate... Ya voy a dormir, espero que regreses temprano, estaré pendiente. —Cuelga y la línea queda haciendo su pitido característico. Vaya... Me hace sentir entre el miedo y
Doy media vuelta para mirarlo de frente. Está de pie con los brazos cruzados y una mirada acusatoria lo acompaña. Jamás había visto todos esos gestos en él, estoy descubriendo su peor cara.—Erick se encontró con unos amigos en el restaurante, por eso nos hemos retrasado un poco, eso es todo. —Me encojo de hombros.Pero rápidamente me toma de la muñeca para no dejarme ir.—¿Por qué hueles diferente? Supongo que es el perfume de Jhonson, te acercaste mucho a él, me parece... —susurra con malicia. Respiro profundo. —Henry, no empieces con los celos... Jhonson solo fue amable y me saludó, tal vez por eso se me impregnó su olor, no lo sé...Siento culpa al recordar que aquello no fue solo un simple saludo.Me abraza y hunde su rostro en mi cuello, sus manos se cuelan bajo mi bata y comienza a subirla con prisa, dejándome en ropa interior frente a él. Me admira con morbo y sorpresivamente humedece sus dedos, se empecina en tocarme bajo las bragas, pero se detiene luego de un momento y fru
Mis pies descalzos resuenan sobre el piso, voy de aquí para allá guardando todas mis cosas, hasta el último clip de cabello. Llamo a mi padre y por fin responde luego de muchos intentos, no puedo evitar romper en llanto cuando escucho su voz adormilada.—Meryl, cariño, ¿por qué lloras? Dime... ¡Meryl! —responde alterado y con preocupación.—Papá... Ven por mí, vamos a vivir en tu casa de nuevo, ya no vamos a vivir con Henry nunca más, empaqué mis cosas, estoy lista para irme... —Por cortos momentos desvarío.Lo escucho hablar en susurros con su novia.—Princesa, ¿qué ocurrió? Es medianoche, tuvo que haber sido algo muy malo para que...Lo interrumpo al revelar la verdad.—Henry me golpea, está consumiendo sustancias... Tienes que ayudarme, por favor papá, tengo miedo...Reprimo las ganas de llorar.—No te preocupes princesa, voy para allá...Cuelga la llamada y siento cómo la preocupación desaparece poco a poco. Me siento al lado de la ventana y me voy quedando dormida por más que tra
—Princesa, si no quieres ir no vayas, yo haré acto de presencia por obligación, aún soy socio de sus empresas. —Se acerca hablando suavemente y lo agradezco.Suspiro profundo y sopeso mi decisión por algunos segundos, me giro hacia él.—Sabes, ahora que lo pienso mejor... Creo que lo correcto es que yo también vaya, no quiero que piense que me destruyó.Papá asiente y muestra una expresión seria, sus ojos de color aceituna denotan severidad.—Muy bien, iremos este fin de semana, solo no te dejes cegar de la venganza, ya hemos visto que no es bueno. Antes quisiera decirte una última cosa que me dijo un buen amigo sabio: La felicidad no se busca, se comparte con los que amas... Lleva ambas manos hacia atrás y las entrelaza, se marcha caminando en silencio, observa las aves y parece disfrutar del jardín. Me quedo de pie con los brazos cruzados, pensando en que aquello es uno de esos acertijos o consejos extraños que me da de vez en cuando, pero no, esa frase me deja pensando en todo lo
Me escondo en su pecho, solo quiero un abrazo suyo. Con su mano acaricia mi cabello, susurra que todo va a estar bien, que siempre contaré con él para lo que sea.Su presencia me da paz e inconscientemente busco su cercanía y sus palabras, es un sentimiento contradictorio en mi interior que todavía no logro resolver. Cuando tengo a Jhonson tan cerca se me nubla la razón y el juicio, lucho con toda mi voluntad para no ceder, pero él siempre me lo pone tan difícil cuando me mira así como lo hace.—¿Por qué me miras así? —inquiero con un tono de voz suave y elevo un poco mi rostro para verlo a los ojos.Peina mi cabello hacia atrás con ambas manos y sonríe levemente. Sin duda una sonrisa preciosa. —Porque me importas tanto, tanto que podría morir... —Toma mi mano para acercarla a su pecho, siento su corazón latir desbocado.Me quedo pensativa e impresionada porque todavía provoco todos esos sentimientos, así como él también los provoca en mí.—Solo, no te mueras por mi culpa, ¿está bien
Temprano por la mañana estudié un poco, también releí mis ideas y verifiqué todas las diapositivas y los diseños elaborados en tamaño pequeño. Tal vez los demás no lo hagan como yo, pero esta es mi forma de trabajar y me siento muy cómoda así, aunque a veces no me sienta muy segura y tema que se burlen. En este medio se encuentra de todo tipo de personas y a veces pueden llegar a ser muy desagradables.Tomo lo que necesito y voy rápidamente hacia mi trabajo, parqueo el auto y tomo el elevador con ansias, quiero que todo salga bien. Me encuentro con Olga mi asistente y entregamos las diapositivas al encargado del auditorio. Van a asistir los altos mandos de la marca y eso nos pone un poco ansiosas.A las siete en punto de la mañana van llegando todos y comienzan las primeras demostraciones, 1 hora más tarde llega mi turno y preparo la presentación frente a muchas personas. Respiro profundo y doy inicio explicando algunas cosas relacionadas con la temporada, las telas que utilicé, el cli
Es el atardecer perfecto junto a una persona que no pensé encontrar de nuevo en el camino de esta montaña rusa a la que llamamos vida. Dejamos la mesa y nos detenemos frente a una gran ventana de vidrio, observando los rayos anaranjados que se extienden por el cielo y entre las nubes grises. A estas horas me suele venir un poco de melancolía de algo que no sé, quizá por el final del día que ya nunca más regresará. La persona que ayuda a Jhonson nos trae té de canela bien calientito, es una señora muy amable y no habla mucho, su voz es de un tono muy bajo. Pasamos el rato viendo el cielo hasta que oscurece y se encapota en un color gris, tal parece que lloverá de nuevo.—¿En qué piensas? —pregunta en un tono casi susurrano. —En la lluvia, tal vez lloverá mañana o esta noche.—Tal vez... —responde pensativo y se queda en silencio nuevamente. Aprovecho para levantarme y aliso mi vestido corto y holgado, es de color lila y tiene detalles con tela de encaje. No planeaba quitarme el abr
Respondo la llamada de mi padre, me dice que Erick ya ha desayunado y que durmió tranquilo toda la noche, ni siquiera preguntó por mí. Sonrío ante la broma de papá. Suspiro con calma y le agradezco que se haya encargado de él, puesto que anoche le avisé que no iba a llegar para quedarme trabajando horas extras. Vaya mentirita.Jhonson se aproxima a mí de nuevo y se ríe burlón. —Ya estás muy grande para mentir a tu papá, ¿no lo crees cariño? Niego con la cabeza y muerdo mi labio inferior, ocultando la emoción que me invadió cuando me llamó tan cariñosamente. —Ehh... No tuve otra opción... —susurro sobre sus labios y tomo su cabello entre mis manos para peinarlo hacia atrás. Sus pequeñas pecas adornan su nariz respingada, pero su masculinidad no es opacada, tiene esa mezcla muy varonil con una sutil delicadeza en sus rasgos. No obstante, lo que me atrapa es su mirada que siempre me deja sin palabras, como si pudiera escudriñar dentro de mi alma y sacudir mis sentimientos más escondi