Perdóname, una vez más escucho esa palabra venir de su boca y asiento en silencio, bajo sus ojos miel que de repente parecen recobrar la esperanza al verme aceptar sus disculpas. Deshace el abrazo, acaricia mis mejillas y acerca mi boca a la suya, anhelando besarme, por un momento dudo, pero me dejo hacer y juntamos nuestros labios muy despacio. Las ansias rápidamente quedan a flor de piel, evidenciándose en lo apasionado que se transforma el momento, moviendo ambas bocas con necesidad y desesperación, disfrutando la cercanía y calidez del otro. Rememorando los momentos que tuvimos tiempo atrás, donde nos amábamos con pasión hasta quedar exhaustos y nos extrañábamos al día siguiente, deseando vernos una vez más...Toma mis manos con fuerza y nos levantamos para que yo desayune, le pido que él también lo haga y se va un poco más animado. Cuando regresa, ya estoy vestida y me han dado el alta, solo tengo que descansar unos días y tener algunos cuidados sencillos.En casa, hago mi maleta
Y así se sucedían los días que se convirtieron en semanas hasta que mi bebé cumplió cinco meses y seguía creciendo sana a pesar de las constantes hemorragias y alertas de aborto que han sido frenadas con inyecciones y hormonas que traen mi cuerpo en un vaivén.Debido a mi estado, renuncié a la agencia de Johnson y dejé el modelaje por completo. La prensa habla cualquier cosa, a veces se estacionan paparazzis afuera de la mansión de mi padre para ver qué fotografía logran tomar, sin embargo, nadie sabe dónde me encuentro exactamente, a excepción de Johnson, que por cierto, me busca día y noche hasta el punto de acosarme. Hasta este punto ya no sé si me ama o está obsesionado conmigo. Viene a la mansión a exigir que salga y culpa a mi padre por yo haberlo dejado, dice que Christopher me está lavando la cabeza y arruinando mis sentimientos. Siempre escucho su voz y esos reclamos que hasta cierto punto algunos son ciertos y otros son patrañas inventadas por él mismo, para justificar el da
Suelto una carcajada, no creo lo que me dice.—¿En serio?—En serio, comprar ropa e iniciar con los preparativos para la decoración de la habitación de tu bebé, te subirá el ánimo. Bueno, lo leí en una revista de maternidad... —Rasca su cuello, mostrando un poco de duda, sonríe levemente.Niego con la cabeza, es lindo, hasta se pone a leer revistas de maternidad para hacerme sentir mejor.—Muy bien, te sigo, señor experto...Dejo que tome mi mano y me guía hacia la salida de la casa, en busca de su Mercedes Benz. Espero que nadie me reconozca o iniciará una verdadera pesadilla, últimamente el tema de la separación entre Johnson y yo sin dar a conocer ningún motivo, parece haber inspirado a la prensa y nos persiguen para descubrir la famosa incógnita.Arribamos al centro comercial que no está muy lejos de la casa de mi padre, el viento sopla fuerte y refrescante. A mitad de camino Henry me abraza, es muy cariñoso y eso me gusta mucho. No siempre podemos vernos, porque él casi siempre e
Despierto con mi hijo dormido entre mis brazos, mi vientre está más grande que la semana anterior y creo que se interpone entre Erick y yo. Río ante mis pensamientos mientras le doy un beso a mi bebé en la cabeza. Bajo a la primera planta para hacer el desayuno, pero el cartero deja un sobre, así que tomo mi abrigo y camino durante un largo rato hasta llegar al inicio del jardín. Abro el buzón y tomo la única carta que hay, viene dirigida a mí, por lo que, muy ansiosa rasgo el papel y me topo con una notificación del juzgado donde dice que Johnson y yo estamos divorciamos oficialmente y que no me corresponde nada de su dinero o sus propiedades, solamente una pensión mensual para Erick y un régimen de visitas semanal, ya que al adoptarlo se convirtió en su hijo legítimo y tiene derechos sobre el niño.Mi cuerpo se sacude por la rabia y arrugo el papel con fuerza. Si bien yo solicité el divorcio primero, no pensé que Johnson iba a agilizar el trámite incluso antes de tiempo y anulando e
Ahí, frente a mí, dos descarados me observan en silencio: Johnson y Donna. Varias preguntas saltan en mi mente: ¿Qué hacen juntos? ¿A qué han venido? ¿Por qué Donna sostiene su mano?Me quedo paralizada y con la boca abierta, ni siquiera puedo pensar con lucidez o articular una sola palabra. Cuando, por fin, recupero un poco el control, me dispongo a girar mi rostro y salir ignorando su presencia antes de empezar a sentirme incómoda, no obstante, Donna dice algo que me hace parar en seco.—Después de tanto tiempo, ¿no piensas saludar?Regreso hacia ellos y me planto firme, no miro a Johnson, no puedo hacerlo. Si lo veo, tal vez yo... podría desmoronarme, todo este muro que he alzado para protegerme de mis sentimientos podría venirse abajo. —Pues... es un gusto verte de nuevo, Donna —Esbozo una sonrisa maliciosa.Su expresión cambia de enojo a una de altivez.—De ahora en más, soy Señora Donna. —Entrelaza su mano con la de Johnson.Trago en seco, creo que mi corazón se saltó un latido
Varias veces le he dicho a mi padre que él ya no está en edad para ponerse a pelear y creer que puede levantar a Johnson a golpes, sin embargo, él no lo entiende.Dejo a Erick bajo el cuidado de la ama de llaves, no quiero llevarlo a presenciar discusiones de adultos. Le doy un beso en la frente y me pongo un abrigo largo que ya no puede cubrir mi vientre, me veo definitivamente embarazada y frágil debido a mi notoria delgadez, últimamente en vez de ganar peso, lo estoy perdiendo.Le pido al chófer que me lleve rápidamente a la dirección que le doy y llegamos ahí en poco tiempo, bajo del auto corriendo hasta llegar a la entrada, donde veo a mi padre y a Johnson hablando tranquilamente y bebiendo una taza de té. Se quedan estáticos viéndome respirar con dificultad, parece que no comprenden qué es lo que hago aquí.—Hija... ¿Por qué has venido? Ahora mismo deberías estar descansando... Me cruzo de brazos y lo miro, muy confundida. —Por lo que me dijo Erick, supuse que ibas a pelearte c
Me echo hacia atrás para evitar una agresión.—¿Quién te crees para intentar golpear a una mujer embarazada?Observo la escena con la boca abierta, no me esperaba que las cosas se salieran de control. Donna rebasó los límites, es una mala mujer.Apenas Henry la suelta y se aleja, me planto ante ella, furiosa.—No quiero verte de nuevo, lárgate... —Señalo la puerta mientras la veo a los ojos.No muestra ni un ápice de culpa o vergüenza, se nota que tiene buen control de sus gestos. Supongo que así logró actuar y fingir ser mi amiga, cuando en el fondo deseaba tener a Johnson para ella.Toma su bolso y baja las escaleras con prisa, saliendo sin decirle nada a su novio, quien tampoco se percata de su huida.Suspiro pesadamente y me encuentro con los ojos aceituna de Henry, quien toma mis manos con suavidad.—¿Qué pasó? —Se ve consternado.—Mi ex, vino junto a su novia a ver al niño y mira cómo resultaron las cosas. Esa mujer prácticamente me prohibió tener algún tipo de cercanía con John
¿Quién nos entiende a las mujeres? Siempre que aparece un hombre tóxico y malvado, ahi estamos como corderitos detrás de ellos; pero cuando conocemos al hombre más bueno del mundo, lo despreciamos. Henry es ese príncipe azul que todas quisieran tener, es perfecto. En el fondo de mi corazón, creo que no puedo perder su amor aunque todavía no lo amo como él quisiera, aún así, es un hombre que se hace amar sin tanto esfuerzo, todo lo dicta el tiempo. Sería un total desperdicio dejarlo ir.—¿Qué te parece conocer a toda mi familia? Quiero presentarte primero a mis padres, siempre me preguntan por ti —propone aquello con tanta emoción.—Me encantaría, lo sabes, pero... —desvío la mirada hacia mi vientre—, no sé qué podrían decir acerca de mi embarazo. Me da miedo que me vean como una mala mujer, no lo sé... No es común que un hombre se comprometa con una mujer embarazada de otro hombre.—¿Y quién sabe que esa bebé no es mía? Solo nosotros dos. Sabes que estoy dispuesto a cuidarlas con todo