Despierto con mi hijo dormido entre mis brazos, mi vientre está más grande que la semana anterior y creo que se interpone entre Erick y yo. Río ante mis pensamientos mientras le doy un beso a mi bebé en la cabeza. Bajo a la primera planta para hacer el desayuno, pero el cartero deja un sobre, así que tomo mi abrigo y camino durante un largo rato hasta llegar al inicio del jardín. Abro el buzón y tomo la única carta que hay, viene dirigida a mí, por lo que, muy ansiosa rasgo el papel y me topo con una notificación del juzgado donde dice que Johnson y yo estamos divorciamos oficialmente y que no me corresponde nada de su dinero o sus propiedades, solamente una pensión mensual para Erick y un régimen de visitas semanal, ya que al adoptarlo se convirtió en su hijo legítimo y tiene derechos sobre el niño.Mi cuerpo se sacude por la rabia y arrugo el papel con fuerza. Si bien yo solicité el divorcio primero, no pensé que Johnson iba a agilizar el trámite incluso antes de tiempo y anulando e
Ahí, frente a mí, dos descarados me observan en silencio: Johnson y Donna. Varias preguntas saltan en mi mente: ¿Qué hacen juntos? ¿A qué han venido? ¿Por qué Donna sostiene su mano?Me quedo paralizada y con la boca abierta, ni siquiera puedo pensar con lucidez o articular una sola palabra. Cuando, por fin, recupero un poco el control, me dispongo a girar mi rostro y salir ignorando su presencia antes de empezar a sentirme incómoda, no obstante, Donna dice algo que me hace parar en seco.—Después de tanto tiempo, ¿no piensas saludar?Regreso hacia ellos y me planto firme, no miro a Johnson, no puedo hacerlo. Si lo veo, tal vez yo... podría desmoronarme, todo este muro que he alzado para protegerme de mis sentimientos podría venirse abajo. —Pues... es un gusto verte de nuevo, Donna —Esbozo una sonrisa maliciosa.Su expresión cambia de enojo a una de altivez.—De ahora en más, soy Señora Donna. —Entrelaza su mano con la de Johnson.Trago en seco, creo que mi corazón se saltó un latido
Varias veces le he dicho a mi padre que él ya no está en edad para ponerse a pelear y creer que puede levantar a Johnson a golpes, sin embargo, él no lo entiende.Dejo a Erick bajo el cuidado de la ama de llaves, no quiero llevarlo a presenciar discusiones de adultos. Le doy un beso en la frente y me pongo un abrigo largo que ya no puede cubrir mi vientre, me veo definitivamente embarazada y frágil debido a mi notoria delgadez, últimamente en vez de ganar peso, lo estoy perdiendo.Le pido al chófer que me lleve rápidamente a la dirección que le doy y llegamos ahí en poco tiempo, bajo del auto corriendo hasta llegar a la entrada, donde veo a mi padre y a Johnson hablando tranquilamente y bebiendo una taza de té. Se quedan estáticos viéndome respirar con dificultad, parece que no comprenden qué es lo que hago aquí.—Hija... ¿Por qué has venido? Ahora mismo deberías estar descansando... Me cruzo de brazos y lo miro, muy confundida. —Por lo que me dijo Erick, supuse que ibas a pelearte c
Me echo hacia atrás para evitar una agresión.—¿Quién te crees para intentar golpear a una mujer embarazada?Observo la escena con la boca abierta, no me esperaba que las cosas se salieran de control. Donna rebasó los límites, es una mala mujer.Apenas Henry la suelta y se aleja, me planto ante ella, furiosa.—No quiero verte de nuevo, lárgate... —Señalo la puerta mientras la veo a los ojos.No muestra ni un ápice de culpa o vergüenza, se nota que tiene buen control de sus gestos. Supongo que así logró actuar y fingir ser mi amiga, cuando en el fondo deseaba tener a Johnson para ella.Toma su bolso y baja las escaleras con prisa, saliendo sin decirle nada a su novio, quien tampoco se percata de su huida.Suspiro pesadamente y me encuentro con los ojos aceituna de Henry, quien toma mis manos con suavidad.—¿Qué pasó? —Se ve consternado.—Mi ex, vino junto a su novia a ver al niño y mira cómo resultaron las cosas. Esa mujer prácticamente me prohibió tener algún tipo de cercanía con John
¿Quién nos entiende a las mujeres? Siempre que aparece un hombre tóxico y malvado, ahi estamos como corderitos detrás de ellos; pero cuando conocemos al hombre más bueno del mundo, lo despreciamos. Henry es ese príncipe azul que todas quisieran tener, es perfecto. En el fondo de mi corazón, creo que no puedo perder su amor aunque todavía no lo amo como él quisiera, aún así, es un hombre que se hace amar sin tanto esfuerzo, todo lo dicta el tiempo. Sería un total desperdicio dejarlo ir.—¿Qué te parece conocer a toda mi familia? Quiero presentarte primero a mis padres, siempre me preguntan por ti —propone aquello con tanta emoción.—Me encantaría, lo sabes, pero... —desvío la mirada hacia mi vientre—, no sé qué podrían decir acerca de mi embarazo. Me da miedo que me vean como una mala mujer, no lo sé... No es común que un hombre se comprometa con una mujer embarazada de otro hombre.—¿Y quién sabe que esa bebé no es mía? Solo nosotros dos. Sabes que estoy dispuesto a cuidarlas con todo
No lo dudo y llamo rápidamente a Jhonson, quien responde de inmediato.—¿Sucedió algo? ¿Erick está bien? —pregunta con preocupación.—¡Sí, erick está bien! ¿Sabías que van a publicar el contrato mañana en la prensa? Yo quemé la copia apenas terminó todo, ¿tú qué hiciste con el original?Se queda en silencio.—Yo... Lo guardé en un cajón de mi oficina y nunca más lo leí... Voy a buscarlo, estoy aquí. Espera un momento y te regreso la llamada...Escucho el pitido insistente y dejo el teléfono sobre la cómoda.Me llevo las manos a la cabeza y me pregunto una y otra vez el porqué de todo esto, si las cosas estaban empezando a tomar un rumbo tranquilo y feliz. Una nueva llamada entra y respondo:—¡El contrato no está! Alguien lo tomó o lo robaron, no lo sé... Ya envié a mi personal a buscarlo hasta en la basura. Escucha...—¡No voy a escuchar nada! Este desastre lo fraguaron tú y Donna, estoy segura de eso. Es un caso horrible, fue horrible lo que me hiciste y ahora todos lo sabrán. No sab
Doy la media vuelta y entro a la casa, al llegar al salón, dejo salir el aire que tengo aguantado en los pulmones.—Lo hice, lo hice y ya no hay vuelta atrás... Por Dios, ¿qué hice...? —Llevo ambas manos a la cabeza y camino de un lado a otro.—Hiciste lo correcto, dijiste lo que en verdad ocurrió, es todo. —Henry se acerca.Toma mi rostro entre sus manos y me abraza, calmando así mi ansiedad. Mi padre permanece en silencio y de pie observando, no me dice nada y se va caminando lentamente y sonriendo, como un arquitecto que luego de hacer una gran obra, da por terminado su trabajo.Henry me besa en los labios y susurra que fui valiente y que siempre estará conmigo para apoyarme. Me pide que lo acompañe porque tenemos que empacar para irnos a su casa de playa por una larga temporada, así como lo planeamos. Llevo algunas cosas, no quiero llevarme todo, pienso en cambiar muchos objetos en mi vida; un cambio radical me haría bien, eso creo...Hoy es temprano por la mañana y estamos guarda
Lo primero que hago es tomar la medicina correspondiente en estos casos, asearme e ir a dormir esperado que cuando despierte ya todo esté bajo control...Despierto poco a poco y me humedezco los labios, siento la boca pastosa. Qué extraño, esta no es la habitación de la casa de playa, parece una de hospital. Apenas trato de reincorporarme, un fuerte mareo me hace acostar de nuevo. Observo con detenimiento y veo que tengo una bolsa de suero conectada al brazo, me llevo las manos a la boca al recordar lo que pasó a la medianoche. Tuve un parto muy sencillo, no pujé tanto, sin embargo, recuerdo que perdí mucha sangre y me sentía extremadamente débil. Toco mi vientre y me topo con la sorpresa de que ya esta casi plano, pero flácido, como un globo desinflado. Me pregunto, ¿dónde está mi hija? Quizá por ser prematura se encuentre en la incubadora, claro, eso debe ser. Toco el botón para que venga alguna enfermera, pero después de mucho tiempo nadie viene. No se siente bien este silencio y