—Primo…Easen—la prima estaba completamente alucinada—. Whoa—vio como todos a su alrededor seguían con la mandíbula hasta el piso—. ¿Pueden decir algo?La madre carraspeó para llamar la atención y se puso de pie. Había estado cuidando de su marido que se desmayó en cuanto su hijo hizo semejante declaración.—Dije que eras libre de hacer lo que quisieras, pero has ido demasiado lejos. Easen apretó con fuerza la mandíbula.—No vine aquí por tu aprobación. Solo he venido a decirles lo que está pasando. Son mis padres así que es mi forma de respeto.—¡Tú!—el padre reaccionó, de nuevo—. ¡Sobre mi cadáver!—Ya estamos casados.—¡Yo no te he criado así!Easen rodó los ojos.—Dejen de exagerar, todos. Un verdadero drama king.—Sí, papá—Argo asintió—. Estoy de acuerdo con él.—¡Tú, mocoso malcriado! ¡No lo defiendas!Almer se metió a la conversación.—Papá, es el orden natural de las cosas, no es para tanto.—¿Qué? ¿Ahora lo están defendiendo?Mientras tanto Kathy sentía náuseas, el dolor abdo
Kathy saltó, asustada, haciendo que el lápiz que traía en la mano, saliera volando, rodando hasta tocar el zapato de la prima, quién reflejaba en su rostro entre la sorpresa y la irritación.—Te pregunté qué estás haciendo aquí.—Eh, oh…—al darse cuenta de la situación se pone de pie, rápidamente—. ¡Lo siento mucho!Maldición. Lo hizo de nuevo.La prima entrecierra los ojos, recoge el lápiz y se acerca a la mesa. Sube ambas cejas al ver la letra desordenada pero entendible en el cuaderno. ¿Está traduciendo eso? —¿Tú? ¿Pudiste traducir ese libro?Lee la traducción y se sorprende gratamente. Había comprado ese libro años atrás, cuando quiso estudiar literatura antigua en la universidad, sin embargo al poco tiempo se dio cuenta de que no iba a ir a ningún lado si no estudiaba a la vez lenguas desaparecidas o muertas. Que chiste.Ni siquiera puede aprenderse unas cuantas palabras en inglés. ¿Cómo podría aprenderse lenguas que nadie más habla? Tuvo que guardar ese libro entre los otros, c
Kathy jadeó en cuanto sus piernas dejaron de correr por sí mismas. Parecía estar en un sueño ya que llegó hasta un lugar amplio, lleno de vegetación y con un lago que a un lado caía la cascada de forma suave y calmada.—¿Esta chingada casa tiene un lago?—no podía creer de verdad lo que estaba viendo, era lo único que faltaba para que esa familia y locura sea completa—. ¿Qué estoy haciendo aquí?Se estremeció cuando el ruido de la cascada la sacó de sus pensamientos.—Aquí, sola…Easen suspiró con fuerza, evitando hacer algún ruido que alertara a su esposa de su presencia. La habría agarrado antes si no fuera por sus hijos que lo retrasaban, para poder llegar a ella en silencio tuvo que dejarlos unos metros atrás, en dónde dormían pacíficamente por el paseo rápido que tuvieron. Son los bebés mejores portados de todo el mundo y la existencia.¿Qué estuvo mal? ¿A este punto de la existencia no era normal darse besos? ¿No eran esposos ya? ¿Por qué salió corriendo de repente entonces?¿O s
—Tranquilos bebés, es papi. ¿Qué pasa? ¿Por qué no quieren que se acerque a nosotros?Los bebés parecían escucharla y llorar aún más fuerte.—Ustedes no son los únicos que me odian—Easen sentía la angustia hasta en los cabellos de su cabeza—. A mí tampoco me agradan…Kathy detuvo su oración con un jadeo incrédulo.—¡No seas así! ¡Son tus hijos!¿Por qué se están comportando así tan de repente? Sería absurdo decir que están así porque su papi quiso forzarla a darle besos en público, en frente de toda la familia ¿Verdad?Ellos posiblemente no podrían entender algo de esa magnitud…—¡Oh! A Kathy se le acaba de ocurrir una idea ¿Grandiosa? No lo sabe. ¿Funcionará? Tampoco lo sabe, pero no se pierde nada con intentarlo.Bajó con cuidado a sus dos bebés en sus cunas y fue a traer a su padre, quién tenía la cara pálida y asustada por el rechazo de su descendencia.Lo abrazó por la cintura, repentinamente. Easen sin saber sus planes exactamente, le devolvió el abrazo, con calidez, colocando
En la mansión, al fin reinaba el silencio, la paz y la serenidad.El padre de Easen gruñía del dolor de cabeza en su alcoba, al menos le habían puesto un paño frío contra ese dolor insoportable.—Easen, mocoso, te he malcriado demasiado…—apretó los dientes en cuanto el dolor volvió a surgir, detrás de sus ojos, llegando hasta la parte trasera de su cráneo. El dolor es como si tuviera una banda elástica alrededor de su cabeza, a la altura de sus ojos—. ¿Cómo pudo hacer algo así sin decirle nada a su familia? ¿A su padre? ¿A su progenitor?La imagen de la mujer apareció en su mente. La pelirroja realmente lucía aterrada en la sala pero es bastante bonita, pero es extraño, no es del tipo de belleza que a su hijo le atrae. Es decir, las pelirrojas pequeñas y entrometidas nunca fueron su tipo. Más bien altas, de pelo claro, y con las piernas más largas del país. Las modelos, prácticamente.Movió la cabeza, negando.—¡Vayanse! Habló fuerte a la imagen creada en su propia cabeza de esa muje
Unas horas antes en la mañana…Easen arrugó el entrecejo, cansado. Había recibido millones de correos y llamadas de parte de su secretaria como también de parte de su abogado, no los culpaba, sin tener a tu jefe ahí para arreglar las cosas, cómo un simple empleado lo solucionaría? La empresa se había vuelto bastante inestable por estar cuidando desde casa a su esposa y a sus hijos, sin embargo, ya no podía posponerlo más, si lo hacía, las acciones caerían irremediablemente y la empresa iría a quiebre.Ajustó su corbata una última vez en el espejo y observó a través de esto último cómo su esposa lo miraba desde el marco de la puerta, embelesada, como una joven enamorada en la escuela secundaria. Eso trajo una pequeña sonrisita a su rostro y se dio media vuelta para hablarle.—La niñera tiene muy buenas referencias, no te preocupes—se acerca y pasa los dedos por la frente de Liam quien es el único que está despierto ahora. El bebé sonríe, sintiendo el afecto de su padre mientras se acom
Extrañado, Easen contesta el teléfono. Sin entender por que no tiene registrado el número en su pantalla.—¿Hola?—Ya que si recibe una llamada a su número personal, solo puede significar que es una persona cercana, ya que nadie más sabe el número de su teléfono personal—. Estás hablando con el CEO, Easen Mherp…-—Soy yo—una voz conocida y a la vez irritante contestó al otro lado de la línea.—¿Almer?—tuvo que cerrar el oído contrario con la otra mano, ya que Dyson estaba hablando con quién sabe en el celular, con un tono de voz extremadamente alto. Parecía divertido y a la vez, molesto—. Yo te bloqueé, ¿Cómo me has encontrado de nuevo? Los he bloqueado a todos, realmente. No solo a ti.—Trabajo contigo, hermano, en la misma empresa y nos tendremos que ver en algún momento del día. ¿Crees que no puedo conseguir el número de mi propio socio comercial?—Mira, voy a terminar la llamada porque me estás molestando y no quiero tener que…-—¿Dónde estás? ¿Por qué escucho voces y ruido de fond
Easen se preguntaba seriamente qué tipo de pecado en su vida pasada cometió para estar pagándolo en su vida actual. Su esposa, empecinada había comprado muchos pijamas ridículos y si no se los probaba cómo ella quería, en el orden que quería, lo amenazaba con dejarlo dormir en el sofá. ¿De cuándo acá el CEO, el dueño de todo tiene que dormir en el sofá por el simple hecho de que a su esposa le dio por hacer berrinches? Pensaba eso, sin embargo al mismo tiempo seguía abrochándose la camisa con volantes, amarillo. Iugh, parece que contrajo ictericia.Modeló frente a la pelirroja.—¿Qué tal este? ¿Es suficiente?—Hmmm—acomodó mejor a Hannah en su regazo, aprovechando para sacar su celular y tomarle fotos. Eso también estaba, la bendita mujer tomaba fotos a todas las ridículas prendas. Lo estaba volviendo loco—. Déjame ver…Unas cuantas fotos más, Easen estuvo a punto de estallar cuando la mujer habló con la rubia en sus brazos.—¿Cómo crees, Hannah?—fingió escucharla—. ¿Qué?—Hannah balb