Sabrina durante las vacaciones en la isla se estaba sintiendo bastante mal, pero para no terminar con la felicidad de Daniel decidió quedarse en silencio durante los tres días. Solo que a su regreso no soportó las náuseas y al llegar al hotel se desmayó en sus brazos, él estaba desesperado, verla en esa condición de verdad que le afectaba, no sabía cómo actuar ni qué hacer, así que de inmediato llamó a su amigo y este le aconsejó que regresaran de inmediato. También le reprochaba por la mala decisión y el gran tiempo que estuvieron fuera y sin ella recibir su tratamiento.—Es hora de alistar todo, nos vamos de regreso.—Aún nos falta lanzarnos del paracaídas, amor, solo dos semanas más, no quiero arruinar tus planes.—Aquí lo realmente importante es tu salud y ahora nos vamos a lanzar para el juego de la vida, donde estaré en todo momento a tu lado y pelearemos esta batalla contra esa enfermedad y no vamos a retroceder hasta vencerla.Ella llena su rostro de tristeza desde el momento
Sarah estaba cansada... A tal punto que había tomado la decisión de irse de la casa y no continuar ayudando a Philips en su tratamiento, él estaba insoportable, incluso se atrevió a empujarla y ella al caer al piso se golpeó en su rodilla, recibió un fuerte golpe y con eso encendió su ira por completo.—Por favor Sarah no abandone en este momento a José, él te necesita más que nunca.—¿Acaso no ves su comportamiento? Yo he dado lo mejor de mí, he estado a su lado sin oponerme a nada, yo no pido nada a cambio y lo único que recibo con todo esto son malos tratos, humillaciones y maltrato hacia mi persona, no es justo Lucas. No lo es.—Es lamentable que aun viendo la situación, él se comporte de esa manera.En el momento que ellos están conversando escuchan sonar la campana. (Sarah había colocado una campana en su habitación para que cuando él necesitará algo y no estuviera nadie en su habitación, la tocará, así de esa manera se enterarán de que él estaba necesitando algo)—Vamos a ver q
April en su desesperación le marcó a Sarah y unos minutos después se encontraron en la mansión. En cuanto Sarah la vio se asustó mucho, pues ella estaba exaltada y su rostro estaba pálido.—Debes calmarte amiga, sabías desde el principio que podías correr este riesgo.—Soy una estúpida. En cuanto lo vi, lo único que deseaba era lanzarme en sus brazos y decirle lo que verdaderamente siento, decirle que tendremos un bebé y que podemos formar una familia. No entiendo qué me pasa. Está, no soy yo.—Debes tener calma y estás debilidades, son muy frecuentes en personas en estado de embarazo.—¿Por qué? ¿Por qué no pudo ser normal, por qué siempre tengo que sufrir?—¿El que hizo en el momento que te vio?—Eso es lo peor de todo amiga. Se quedó allí de pie mirándome a los ojos y luego miró mi vientre. Él no hizo nada, pensé que vendría detrás de mí.—¿Cómo sabes que no lo hizo?—En cuanto bajé por el ascensor ya estaba el taxi esperando por mí, caminé y entré al taxi, en ningún momento lo vi.
Óscar permaneció toda la tarde esperando una respuesta de Daniel, cada segundo transcurría muy lento, él no sabía cómo llamar a sus emociones, no sabía cómo podía controlarla y esto lo tenía alterado. ¿Qué estaba sintiendo? ¿Por qué esa necesidad de verla? Las preguntas se acumulaban, seguían creciendo y despertando incomodidades infinitas, ya que no tenía ninguna respuesta. Como en ese momento no tenía a su hermano quién era su amigo y la persona que lo sabía escuchar, tomó su auto y visitó a su madre. Ella estaba en el sofá de la sala. Así que él entró, la saludó, quitó su chaleco y se acurrucó a su lado colocando la cabeza en su regazo.—¿Estás bien hijo? ¿Te sucede algo?—Necesito desahogarme. Mañana es un día muy importante y no me siento preparado, siento que avanzo con mis dos pies al mismo tiempo y esto me hace permanecer en el mismo lugar.—No entiendo por qué te sientes de esa manera. Eres un empresario exitoso, tu empresa en los pocos años que tienen en el mercado está en l
April a primera hora de la mañana tomó un vuelo de regreso con el corazón arrugado y adolorido. Para ella, ver a Óscar fue doloroso, pues esperaba que él corriera a sus brazos y le pidiera perdón por todo el daño que le ocasionó. En cambio, se quedó quieto y no hizo nada para acercarse. Ese día se prometió así misma olvidarlo y no pensar en él jamás, ya que lo único que él merecía era odió por ser una persona tan vacía y sin sentimientos.Mientras Óscar seguía sin entender lo que sentía y esto lo hizo aislarse para intentar buscar una solución para todo lo que se estaba acumulando en su vida y le estaba robando tranquilidad.—Hermano, hoy he hablado con Sabrina y me dijo que April estuvo aquí, pero que ya se marchó. —se acercó Daniel a su hermano, ya que lo veía atribulado.—Ella me ha obligado a pasar la página. Ya no pienso seguir perdiendo tranquilidad y momentos en los cuales podré disfrutar mi vida.—¿Y el bebé?—Me voy a trabajar. Gracias por lo que siempre haces por mí.Él se m
Lucas se detuvo en la farmacia y Sarah entró para buscar los medicamentos. Ella estaba atribulada, con la noticia que acababa de recibir sus planes parecían haberse detenido, ya que estaba casi segura que Philips no la dejaría marchar y la seguiría reteniendo. En el momento en el que entró no miro a ningún lado y fue entonces cuando se chocó con un hombre que venía saliendo.—Disculpa. —le dice aun viéndose angustiada.—¿Está usted bien señorita? —le preguntó el apuesto caballero.—Sí. Solo soy una estúpida ciega.Él no podía solo marcharse, así que la sostuvo y la acompañó a tomar asiento en la cafetería que estaba cerca de la farmacia.—No puedes estar caminando por las calles si te sientes de esta manera. ¿Está usted enferma?Ella reaccionó ante la pregunta y se volvió a disculpar con el caballero sintiendo vergüenza. —Solo es un mal momento. Yo estoy bien y le agradezco por la preocupación.—Aunque dices estar bien no es lo que mis ojos pueden apreciar. Soy Alejandro Richardson, s
Pasaban los meses y Óscar seguía desesperado, los días parecían no querer avanzar y los recuerdos perturbaban su cabeza, algo que lo preocupaba era la idea de saber que estaba embarazada y que no había regresado a informarle, esto lo tenía pensando que quizás no era su bebé y por eso ella salió huyendo. Esa tarde sirvió un trago de whisky sentado en el sofá de la sala, cuando sonó el timbre y la chica de servicio acudió para abrir la puerta, entonces él vio a Paula entrar y acercarse a él.—Tenía algunas llamadas perdidas tuyas, así que vine de inmediato, pensando que te había sucedido algo.—Solo quería recordarme porque estuve contigo durante dos años.—¿Quieres que te lo recuerde? —rápido se ofreció mientras colocó una sonrisa en sus labios. —Sabía que aquella chica, ni aun viviendo bajo el mismo techo y estando contigo todo el tiempo, te daría la satisfacción que solo yo sé ofrecerte.—No quiero que hables, ponlo en tu boca.—¿Volveremos a tener una relación?—¿Deseas que cancele
—Quiero ver ahora cómo me niegas que entraste a esa casa para ir y acostarte con ese hombre, te he visto. No eres más que una puta.—¿Acaso te has vuelto loco? ¿Con qué derecho vienes a reclamarme y hacerme escándalo en este lugar? Si sigues en ese plan la policía vendrá por ti, esto es una zona donde no se pueden hacer escándalos.—Eres mi chica y yo hago el escándalo que quiero. Voy a esperar a ese hombre aquí y lo voy a enfrentar ¿Cómo se atrevió a tocarte?—Solo te diré, que no pienso discutir y menos estando en la calle. Yo no soy tu chica, simplemente hicimos intercambios dónde te dejé bastante claro desde el principio. Tú me hacías favores, yo te lo pagaba con sexo, pero sin ser de tu propiedad.Él cerró fuerte su puño y la miró con odio. Ella inmediatamente lo notó, así que se apartó. Para su suerte había llegado el taxi que solicitó y se marchó olvidando el mal rato, pues se sentía realizada, ya que había pasado mucho tiempo antes de que Óscar volviera a tocarla. Aunque fue a