CAPÍTULO XXXII
....
AÑOS ANTES
Dentro del hospital, Sandro tomaba con cariño la mano pequeñita de la bebé dentro de la incubadora. Mientras tanto, la enfermera se acercaba a él con la intención de hablar.
CAPÍTULO XXXIIIAntes de que Sandro pudiese responderle a su amada Eliza alguien le habló, este se entretuvo por un momento sin darse cuenta de que la niña ya había desaparecido.— Joven Sandro, antes de que se vaya, no quiero ser parte de la infelicidad de esa pequeña. Quiero que sepa, que la señorita Sofía puede recordarlos a ambos.Después de que la enfermera dijera eso él abrió los ojos y señaló hacia dónde él creía que estaba la niña, sin siquiera girarse a verla.— Cuídela, ya regreso.La enfermera al voltear en esa dirección no vio a nadie así que comenzó a busca
CAPÍTULO XXXIVSandro antes de ir directo a que la niña viese a Sofía, llevó con el doctor a la pequeña Eliza, afortunadamente sólo fue el susto, cansancio y la desesperación de la pequeña.— ¿Te sientes mejor princesa?La niña aún cansada asintió levemente, seguía desanimada.— Estoy seguro de que te alegrarás después de ver a alguien.Era una niña bastante curiosa pues, cuando iba aferrada al cuello de su padre pensaba en a quien vería.— Ya estamos aquí, disculpa la demora, sucede que llevé primero a desayunar a esta señorita pirata.Eliza se giró´poco a poco para observar con quien hablaba su padre, al voltear su cabeza encontró su mirada con los ojos criztalizados de su madre.— Hola, mi
CAPÍTULO XXXV— Ella está viva, pero gracias a ti le dieron más años en prisión, fue por eso que rechazó tanto tiempo a su hija, ahora que mi princesa en verdad entiende las cosas Sofía tuvo ayuda para recapacitar y no rechazarla.El corazón de Andres daba brincos de alegría, Sofía estaba viva y ahora era padre.— Gracias Sandro, te aseguro que arreglaré todo.Se levantó y le dio la mano, todo lo hacía para que este conociera a su pequeña pero, mas bien para que ella conociera a su verdadero padre pues, este a pesar de saber que le había hecho daño a Sofía, lo hce in saber que estaba embarazada y fue elección de ella ocultar a su hija, aún sabiendo que él la amaría.
CAPÍTULO XXXVI— ¡No!— SíDijeron al mismo tiempo, él y la niña quien miró a su papá en busca de una respuesta a su mentira.— Discúlpame Sofía, Eliza tiene razón, nos lo encontramos por la mañana después del festival y fui cobarde, tuve que huir por miedo.Ella sabía a que se refería pues durante su embarazo pensó cada noche sobre sí debía decirle o no.— El señor se puso algo raro y después papá me cargó, al final no pude comer mi helado.<
CAPÍTULO XXXVIIElla tenía vagos recuerdos de aquél día, sólo siente una gran tristeza cada que intenta pensar en lo sucedido y no puede recordar a la perfección el motivo por el cual se molestó tanto, pues en realidad siempre le mencionó a Andrés sobre los viajes que deseaba hacer.— Sé que ese día intentaron mandarme al extranjero, pero no recuerdo el porqué reaccioné de esa manera.Andrés tampoco lo sabía, aunque recordó que todos esos años guardó un pequeño libro de ella.— Tengo tu diario, la libreta morada que estaba llena de mariposas y corazones que con tanto esmero escondías bajo tu cama.
CAPÍTULO XXXVIIIAndrés tragó grueso al escuchar eso último, mínimo ya no sería un cobarde.Sofía había hablado con su hija unos días atrás, después de tantas sorpresas aún se sentía abrumada pues no sólo recibió la gran y no tan buena noticia de que era hija de Andrés y no de su papá Sandro, sin embargo deseaba conocer a sus abuelos. A pesar de ser un niña de casi cinco años su inteligencia era bastante, hablaba bien a excepción de algunas palabras muy difíciles y en la escuela, o los pocos días que iba a ella sobresalía por mucho.— Mi niña, los abuelos son personas algo duras pero te amarán ¿Entendiste?
CAPÍTULO XXXIX Sofía se encontraba recostada en la cama junto a su pequeña niña, pensaba en cuánto sería el tiempo que esa indefensa bebé soportaría sus necesidades, porque eso era para ella un maritrio, a diferencia de su hija, Sofía tuvo un accidente, sin embargo, la pequeaña recién había llegado al mundo y ya tenía dificultades. De todas formas ella fue la culpable de que naciera así, era egoísta de su parte y aún lo era más porque la deseaba tener sólo para sí misma. — Si tan sólo tuviéramos más tiempo… Justo antes de salir de aquél hospital a Sofía le habían dado una noticia que la sacó por completo de sus planes futuros. .......
CAPÍTULO XL— Creo que es hora de que sepan la verdad....................Había pasado casi un mes desde que Sofía y Eliza vivían en la misma casa que sus padres, sin embargo los síntomas eran más notables día a día y ya no podía retrasar más la evidente realidad.— ¿Qué quieres decir Sofía? ¿Hay algo más que nos ocultes? Eres bastante egoísta, fuiste una mala madre al no permitir que Andrés hiciera el trasplante antes de casi llegar a….La pequeña, días antes había sufrido un desvalance, por lo que necesitaba