Sus ventanas oculares se abrieron y divisaron el techo de sus habitación, inmediatamente a su memoria llegaron los recuerdos vividos del día anterior. -Esa es la razón por la cual Alberto y yo llegamos a ser socios. Mientras se arreglaba iba empatando todo el rompecabezas de ideas en su mente… Su abuela paterna había fundado Empresas Bosques y se las dejó de herencia a sus dos hijos después de morir, Leander y Leonardo Ramos, ellos en un inicio empezaron a trabajar juntos pero llegó el momento en el que su tío vendió su parte y se fue del país. El comprador le cedió la compañía a su hijo Alberto Carrasco. Este llevaba cinco años invirtiéndola hasta que la señorita colocó su firma para aceptar la herencia de su padre, Marián Ramos. -Solo el divorcio me hará romper con esta cadena y no tendré nada que ver con ese hombre. Lo dijo antes de verse en cuerpo entero frente al espejo, que hizo que bajara la cabeza, su barriga se estaba empezando a notarse. Aunque me separe de él quedaré
-¿Qué dejó los documentos en la oficina y se marchó? Si él no firma seguirás casada Marián.-Ya lo sé, pero la chica me aseguró qué no necesitábamos estar presente porque ya lo habíamos hablado el día anterior.-A lo mejor tu socio millonario le pago para que dijera eso, él demuestra que en realidad no se quiere divorciar.-Dudo que sea millonario Cristina, sé que todos en su empresa están detrás de este dinero y me lo deposito a mi cuenta -Marián mostró el comprobante con cara de preocupación.-Y ¿por qué estás triste? Tiene lo que quieres, ya estás divorciada, no tienes que estar detrás de ese hombre firmándole todo lo que se le antoje, ni soportándolo más. Tienes cientos de dólares que puedes comprarte todo lo que se te antoje.-Tienes razón Cristina. Marián se miró a sí misma y se dio cuenta que debía relajarse, desde que llegó de la calle hace una hora antes y aún tenía su cartera puesta, seguía recostada al costado del mostrador. Pasó al cuarto de baño y se cambió los zapatos a
-Toc,toc,toc -Tres golpes se escucharon en la puerta, que lo hizo bajarse de la nube de pensamientos preocupantes y regresar a la realidad.-¡Adelante! –Lo dijo sin saber quién era, suponía que podía ser algún personal de la compañía.-Señor Carrasco, fui al departamento de administración pero Sara me mandó a hablar con usted.-¿Que hizo Sara? –Le preguntó enfurecido- ‘‘A esa voy a tener que despedirla’’ –dijo mentalmente.-Nada señor, solo que quiero reclamar algo con respecto a mi pago, y ella me notificó que usted suspenderá el pago de nosotros para el próximo mes.-Bueno Henry –le dijo Alberto dirigiéndose al empleado- tú, formas parte del equipo de diseños de interiores, pero estas últimas semanas no ha habido nada que remodelar, por lo tanto no ha habido trabajo de campo.-Pero hemos cumplido nuestro horario de oficina como usted ordenó.- Sí, pero como le voy a pagar un sueldo por estar todo el día en la oficina tomando café y chateando por celular.-No es así jefe, hemos esta
-Señorita, necesito una copia de mi constancia de divorcio.-Ok, ¿cuál es su nombre? –Le dijo la secretaria frente a la computadora.-Marián Ramos, la vez pasada no me la pudo entregar porque faltaba la firma de Alberto, mi ex esposo -comentó sentada frente al escritorio.-Ya me acordé, déjame buscarla –La chica se dirigió hacia un archivador.Marián miraba un poco nerviosa a la joven que inspeccionaba el documento con una cara preocupada. -¿Sucede algo? -Preguntó.-Solo que, el señor aún no ha venido a firmar.-¡¿Qué?! ¡Cómo es posible si es su obligación!-Claro, no me explico si el divorcio fue por mutuo acuerdo esté sucediendo esto. Él tiene que venir a validar el divorcio en los próximos días, o si no…-¿O si no que?La secretaria pasaba las siguientes páginas mientras leía asombrada. -Firmaron un contrato de antes de casarse y todos estos documentos certificaron la separación de bienes.-Es así, y… ¿Cuál es el problema? –Interrogó Marián.-Ninguno si su esposo viene a firmar en
Mi reputación se arruinó por culpa de Marian, y eso que yo la amé y deseaba una vida con ella. Todo por el dinero. ¡Todo por el maldito dinero, mi vida se arruinó!Sintió un temor al recorrer su propia casa, el desorden que tenía en los cuartos y en la cocina ya no estaba…-Esa señora es una falta de respeto. Tenía llave, entró a mi apartamento y lo acomodó. Probablemente para mostrársela a los nuevos dueños. ¡Cómo se le ocurre tocar mis cosas! ¡Si algo se me pierde, los demandaré!Entre ira empacó sus cosas y salió del edificio.Minutos más tarde frenó su camioneta en medio de la avenida. ¿A dónde iré? Se preguntó. –Esta mañana vacié mi cuenta personal para pagar una deuda. No tengo para pagar un hotel- Se dijo.Era casi media noche y Alberto recorría la ciudad sin ningún destino.‘‘¿Dónde dormiré esta noche?’’ Se llenó de preocupación. ****-¡¿Cómo que para el lunes Sara?! ¡El señor Fran debió de haberte depositado ese d
Pensaba que no iba a volver a pisar ese edificio, pero la necesidad era más grande que su orgullo, debía hablar personalmente con su socio. Llegó al apartamento número 160, su mano le temblaba de los nervios, pero debía tocar.-‘‘¿Cómo reaccionaría él al verme’’? –Le entró la duda. Tenía ya dos meses sin verle la cara- ‘‘¿Será que aún me ama? ¿Me odia? ¿Se quiere vengar de mí o no quiere saber nada de mi persona?’’. De todas las preguntas la última le pareció más acertada; todos los mensajes sin responder y las llamadas sin contestar lo afirmaban.Se dio la vuelta para retirarse. Sentía que no era el momento de aparecer, pero una voz femenina produjo que retrocediera el paso.-¿Quién toca?Un escalofríos sintió Marián al darse la vuelta, divisó a una mujer de cabellos marrones agarrados, vestía un Short de algodón y una blusa algo transparente que dejaba ver un sus pechos, no poseía sostén.Sintió una ira tan grande que la desequilibró emocionalmente.-¡¿Tú quién eres?! ¡Así que Alber
Con las manos en el volante Marián intentaba contener el llanto para que sus ojos no se empañaran con lágrimas, debía mirar fijamente la carretera, podría ocurrir un accidente si no controlaba su estado emocional.-¿Embarazarme solo es mi culpa? ¿Acaso él no fue el causante de que yo quedara así? ¡Se escusa solo para no tener responsabilidad del niño! ¡Cómo pude dejarme seducir por ese hombre! -Analizaba mientras las cuatros ruedas del vehículo rosaban la carretera.-Debí haberle hecho caso a mi intuición, ese hombre no era de confiar. Pero me dejé llevar por sus encantos. ¡Que estúpida fui!De repente secó sus lágrimas y paró sus pensamientos…-Él no se sorprendió de la noticia… ¿Por qué no se sorprendió cuando le confesé que estaba embarazada?… -Empezó a buscar en sus gavetas mentales algún recuerdo que le diera las respuestas…-Ya lo sabía. Tenía que ser, que él ya sabía que iba a ser papá –Estacionó su auto a una orilla de la calle.Un temor le entró en su interior.-¡¿Pero cómo l
El sonido de un gallo pronunció su kikiriki que produjo que Marián abriera los ojos. Expresó una sonrisa al sentir el confort. Le agradaba vivir un poco retirada de la ciudad. Odiaría que fuese la bulla del tránsito en la calle lo que la despertara cada mañana. Y lo mejor de ser una trabajadora independiente era que no tenía jefes que la obligaran a trabajar los días feriados.-Hoy no abriré la tienda. Cristina estará con su familia y yo, pasaré el día en casa –dijo para sí misma y subió la cobija hacia la parte superior de la cara antes de cerrar los ojos…Milésimas de segundos después levantó su cuerpo repentinamente al llegarle un recuerdo a su cabeza.-¡Alberto! ¿Se habrá ido? –Se interrogó y luego salió de su habitación, bajó las escaleras y llegó a la sala de estar.El sillón estaba vació y no percibió la presencia del hombre por ningún lado.-Sí, probablemente se fue, un problema menos –Dijo para sí misma cuando iba en dirección a la cocina, se puso a hacer un café y luego empe