-Hasta luego, me saludas a tu esposa.
-Con gusto -Se despidió de la asistente antes de salir de la empresa. - a Marián tengo días que no la veo, desde que salió molesta de mi apartamento el otro día. hasta se llevó todo lo que era de ella... no contesta mis llamadas.
Alberto estacionó el auto frente a un puesto de hamburguesas.
-Me da dos hamburguesas y un batido -Sin bajarse las tomó de la mano del vendedor y canceló con efectivo -. Voy a tener que aprender a cocinar para no seguir comprando comida. Esto no es saludable, aunque tengo esperanza que ella regrese se contentará cuando lé de la noticia, tendré que ir hasta su casa mañana si no logro comunicarme con ella hoy.Llegó al edificio y subió por el ascensor, algo lo sorprendió al llegar a su apartamento.
-¡Marián, estás aquí! Me hubieses esperado adentro -dij
-¡Siguiente! Esa frase la espabiló e hizo que quitara la vista de su celular y mirara hacia la puerta, los nervios le aumentaron al ver salir a una joven del consultorio con la barriga abultada. Marián se levantó de la sala de espera. -Buenos días, dígame. Las palabras de la doctora le hicieron surgir una nube de emociones mentales... ¿que hacía ella allí?... -¨Solo una consulta Marián, solo es una consulta¨ -Debió de haber realizado una prueba casera, pero esperaba obtener los resultados negativos de la profesional para estar tranquila. -Quiero realizar una prueba de embarazo, me he vsentido mal estos días, probablemente sea otra cosa y tenga que ir a ver a otro especialista. -Ok, vamos a pasar para el área de chequeo -le respondió la doctora. Minutos más tarde Marián exclamó alteradamente... -¿¿¿¡¡¡Como!!!??? ¡No! ¡No! ¡No! ¡No! ¡No! ¡No puede ser! Rogaba al cielo que no fuese verdad lo que escucharon sus oído
A Alberto le pareció extraño ver pocos autos en el estacionamiento de la compañía.-¿Qué sucede? -le preguntó a la secretaria que llegaba a su oficina .-Señor Alberto, el gerente administrativo ha renunciado -Dio su respuesta con cara de preocupación.-¿Y eso por qué? ¿Tenía otras cosas que hacer que trabajar aquí? -lo dijo en tono arrogante.-Es por los problemas que está pasando la empresa, no sé si usted se ha enterado.-Aquí tiene señorita -Se le acercó el asistente de logística a la secretaria entregándole una página impresa.-¿Tú también?- Indagó la secretaria.-Sí, también me voy- El muchacho poseía una cara de tristeza y se daba cuenta de la presencia del jefe sin dirigirle alguna palabra.Alberto leyó las palabr
Capítulo 39 -Hubiese aceptado el dinero que me estaba dando Alberto, pero quise que todo fuese legal. Preferí el divorcio -Marián vestida de negro salió de su habitación, se sentía como si fuera a un funeral. Ella no entendía por qué las lágrimas no paraban de salir de sus ojos, se lavaba la cara y se maquillaba una y otra vez. -Pensaba que las cosas iban a ser diferentes, juraba que tenía al hombre perfecto en mis manos, creí que el matrimonio no había sido un accidente, imaginé que podría ser una bendición. En toda la semana no dejó de pensar en él. ¿Por qué no lo podía sacar de su cabeza? Añoraba olvidarlo, pero su corazón lo necesitaba... Movió la cabeza después de tomar un café. -Tienes que superarlo Marián- dijo para sí misma. Ya había pasado por una separación con su ex pareja, pero aquella relación no era igual en comparación con la actual. Siete años viviendo con aquél abogado y aquellos últimos meses habían sido infernales; no se sentía amada y por tal motivo decidió sep
-Empecemos. ¿El divorcio es por nuestro acuerdo o no? -Habló el director. -¡Si! -afirmó Marián.-¡No! -negó Alberto Ellos se contradijeron al mismo tiempo. Haciendo que el director los mirara con extrañeza. -¿No es por muto acuerdo? -Volvió a preguntar. -Yo no quiero divorciarme, le pedí a mi esposa que me diera una oportunidad más- Intervino Alberto. Marián negaba con la cabeza mientras lo miraba. -El divorcio ya estaba decidido, por eso estamos aquí. -¿Cuál es la razón para el divorcio? En estos documentos no lo específica. -Los celos -La mentira. La nueva contradicción puso molesto al director, Alberto aseguraba que fueron los celos que provocaron el cambio drástico de conducta en Marián, si ella no hubiese visto a Gabriela en su apartamento quizás Marián hubiera aceptado toda la propuesta que le tenía, pero ella decidió divorciarse por todo el dolor que le estaba causando, no soportaba más engaño y que se aprovechaba de su debilidad por ser una chica tranquila y un poco
Alberto se le acercó al doctor luego de que aquél chequeara a Marián en la sala de emergencias.-¿Cómo está ella? ¿Que tiene y por qué se desmayó?-¿Que parentesco tiene usted con la señorita?-Soy su esposo.-Está bien, puedo decirle que el desmayo fue debido a estrés y a sus estados emocionales desequilibrados.-Entiendo -dijo Alberto -Ella tiene que cuidarse debido a su estado, debe controlar sus emociones, le puede hacer daño al niño.-¿Cuál niño doctor? -Preguntó Alberto extrañado.-Al que ella lleva en su vientre, será hijo suyo me imagino- le respondió el doctor.-¡¿Qué?! !¿Marián está embarazada?! -Después de exclamar Alberto se colocó las manos en la cabeza… ¡No, no, no es posible!-¿Acaso le sorprende? Ella aseguró que ya estaba en control médico. Con permiso.-¿Marián está embarazada de mí? ¿O será de otro?... ¿Por eso no me quiere?… -Se preguntó a sí mismo después de que el doctor se retirara por el pasillo.Miles de dudas entraron a la mente de Alberto, la preocupación
El taxi la dejó frente a su casa, le entregó el efectivo al chofer y se bajó del auto.Se había sentido avergonzada ¿como era posible que se había desmayado en aquel lugar público? Menos mal que Alberto estaba allí, aunque no recordaba lo sucedido después del desmayo hasta recuperar la conciencia en el hospital.-Olvidé agradecerle -dijo mientras introducía la llave dentro de la cerradura.Su casa no se sentía sola como siempre, al contrario, escuchó algunos ruidos provenientes de una habitación... llena de nervios se acercó despacito y lo que observó hizo que se destencionara su cuerpo.-¡Mamá! -Mencionó al entrar a la habitación e inclinarse hacia la cama. Su madre se encontraba acostada y una señora estaba parada al lado de ella acomodándole la almohada.-¡Marián!-¡Regresaste! -Exclamó Marián. Se sentía emocionada de verla.-¿Cómo has estado Marián? Dios te bendiga.-Ella quiso regresar, yo le aconsejé que se quedara en mi casa un tiempo más, pero ella decidió volver. Allá yo la e
Sus ventanas oculares se abrieron y divisaron el techo de sus habitación, inmediatamente a su memoria llegaron los recuerdos vividos del día anterior. -Esa es la razón por la cual Alberto y yo llegamos a ser socios. Mientras se arreglaba iba empatando todo el rompecabezas de ideas en su mente… Su abuela paterna había fundado Empresas Bosques y se las dejó de herencia a sus dos hijos después de morir, Leander y Leonardo Ramos, ellos en un inicio empezaron a trabajar juntos pero llegó el momento en el que su tío vendió su parte y se fue del país. El comprador le cedió la compañía a su hijo Alberto Carrasco. Este llevaba cinco años invirtiéndola hasta que la señorita colocó su firma para aceptar la herencia de su padre, Marián Ramos. -Solo el divorcio me hará romper con esta cadena y no tendré nada que ver con ese hombre. Lo dijo antes de verse en cuerpo entero frente al espejo, que hizo que bajara la cabeza, su barriga se estaba empezando a notarse. Aunque me separe de él quedaré
-¿Qué dejó los documentos en la oficina y se marchó? Si él no firma seguirás casada Marián.-Ya lo sé, pero la chica me aseguró qué no necesitábamos estar presente porque ya lo habíamos hablado el día anterior.-A lo mejor tu socio millonario le pago para que dijera eso, él demuestra que en realidad no se quiere divorciar.-Dudo que sea millonario Cristina, sé que todos en su empresa están detrás de este dinero y me lo deposito a mi cuenta -Marián mostró el comprobante con cara de preocupación.-Y ¿por qué estás triste? Tiene lo que quieres, ya estás divorciada, no tienes que estar detrás de ese hombre firmándole todo lo que se le antoje, ni soportándolo más. Tienes cientos de dólares que puedes comprarte todo lo que se te antoje.-Tienes razón Cristina. Marián se miró a sí misma y se dio cuenta que debía relajarse, desde que llegó de la calle hace una hora antes y aún tenía su cartera puesta, seguía recostada al costado del mostrador. Pasó al cuarto de baño y se cambió los zapatos a