-¡Y esa mujer casi lo cacheteó en plena compañía!
-¿En serio Marián o estás exagerando?
-No exagero Cristina, así fue.
-Esas cosas le pasan por andar de mujeriego... ¿Y tú no le dijiste nada?
-No, yo estaba estática y quería salir corriendo !jajaja!
-¡Jajaja! Me imagino. No sé qué haría yo en tu lugar, creo que defendería a mi esposo.
-¡Defenderlo Cristina! Recuerda que nuestro matrimonio es por conveniencia.
-Bueno Marián, hay que ver el punto de vista positivo, él es guapo y tiene dinero ¿No te gusta?
-Quizás me gustaría si no fuera mujeriego, tacaño y arrogante.
-Si te da dinero no es tan tacaño como parece, de mujeriego, creo que esa Gabriela no se le volverá a aparecer por lo que me estas contando y la arrogancia se le quita con amor.
<El hermoso paisaje natural dominaba sus ojos, Alberto apagó el aire acondicionado y bajó las ventanillas del auto para observar las tonalidades del color azul entre mezclándose el cielo y el mar.-¿Aquello que se ve allá son Islas?La pregunta de Marián lo hizo voltear y detallarla, aunque llevaba un moño amarrado la brisa alborotaba sus cabellos y se notaba que también se inspiraba por las grandes proporciones de agua vistas de la carretera montañosa.-Sí -afirmó Alberto- se llaman las Isletas, dicen que las aguas que las rodea son cristalinas, permitiéndose ver especies de peces coloridos.-¿Cuando tengamos un tiempo disponible podemos ir a visitarlos? -Preguntó Marián imaginándose un paseo en lancha que además le encantaría disfrutar.-Por supuesto, par
Alberto se disponía a entrar al comedor cuando su estómago le exigía el desayuno.-Espero que a mi sándwich no le pongan mucha salsa, olvidé mencionarlo -se sentó frente a una mesa y le hizo señas a un cocinero para que le llevara la comida.Sus ojos se alegraron al ver los platos de comida que le colocaron en la mesa, un plato hondo con un caldo de pollo, otro plato llano con una comida que lo hizo impacientarse hasta llevarse un bocado a la boca.-Muy sabroso, me sorprende que cambiaran el menú sin consultarme -lo dijo serio.-Disculpe señor Alberto -respondió Jonás, pensé que como su esposa lo planificó, usted ya estaba al tanto.-¿Mi esposa? -Analizaba mientras disfrutaba el desayuno- ¿Y ahora que habrá hecho ella? Con razón ella había llegado a la habitación muy tarde la noche anterior y al despertarse Alberto no
Apenas había salido el sol cuando Marián, Alberto, Sara y Samuel se acomodaban dentro de la lancha para dirigirse a las islas más cercanas. -Gracias por venir a acompañarme -agradeció el asistente de logística- sé que yo era el encargado de establecer las áreas de turismo en la zona, pero no hubiese podido venir solo. -Todos estamos juntos en esto Samuel -intervino Alberto- todos debemos apoyar para que la posada atraiga a más personal. -Y así damos un paseo y nos divertimos -dijo sonriendo la asistente administrativa mientras se colocaba el salvavidas de protección. -Traje la cámara para capturar el paisaje -dijo Samuel colgándose la cuerda de la cámara en el cuello. -¡Excelente! tómanos unas fotos mientras paseamos en lancha, servirá para la revista -dijo Marián. Los tres que estaban esparcidos se agruparon para la fotografía. El brazo musculoso de Alberto se situó detrás y encima del cuello y hombro de Marián, era obvi
Alberto observaba el gran cartel colocado en la entrada de la posada. “Posada Bosques Playas” lo llevaba escrito con letras grandes y en el fondo tenía la imagen de aquella vista hacia el mar desde el risco de la Isleta.-Samuel hizo un buen trabajo con la cámara, debo contratarlo como fotógrafo personal -pensó y entró por el portón de la posada.-Señor Carrasco -dijo llamando su atención el asistente de logística.-¿Cómo está su esposa? No la vi almorzando con usted -Le preguntó.-Debe estar mejor -respondió con total inseguridad.-Me preocupa que se halla enfermado al tragar agua salada, porque luego llovió y quizá eso ocacionó su resfriado.-Iré a verla -Alberto siguió caminando hacia el frente, pero Samuel hizo que frenara su pasó.-Y… ¡Señor! -Samuel se le acar
El canto de los pájaros se escuchaba como una melodía en el lugar, los árboles saludaban lanzando ráfagas de aire para acariciar los cuerpos. Un grupo de diez personas se adentraban en la montaña cuando un riachuelo de agua cristalina se les atravesó en el camino.-Tenemos dos opciones; rodearlo o atravesarlo -habló el representante de la guía turística, el señor Fran.-¿Cómo sería más rápido? -Preguntó Alberto.-Tardaríamos menos tiempo si lo atravesamos, pero más seguro sería seguir por el costado -respondió el señor Fran.-Yo opino que mejor sería atravesarlo, el agua está baja, solo nos llegaría por los tobillos -intervino un excursionista.-¿Todos estamos de acuerdo?.. -Al ver que la mayoría lo afirmaron el señor Frank se quitó los zapatos y lo dem&aa
Capítulo 23 -Me sorprende a la evolución que ha tenido la posada Alberto. -Sí Juan Carlos, las estrategias de publicidad han traído a nuevos huéspedes y gracias a sus pagos se han reducido los gastos económicos, más bien estamos ganando. -Excelente, aquí te traje los documentos de las obras que se están procesando -El arquitecto le entregó una carpeta gruesa llena de papeles. Alberto se encontraba sentado frente al escritorio y empezó a leer los papeles cuando divisó a una niña pequeña que se asomaba por la puerta. -¿Papi cuándo vamos para la playa? -Más tarde princesa -El arquitecto sentó a la niña sobre sus piernas. -Viniste con tu familia -preguntó Alberto. -Sí, solo me quedaré un día, tengo mucho trabajo en la oficina, además debido a que permaneces aquí tengo que auxiliarte en atender a los clientes que necesitan una construcción. -Entiendo Juan Carlos, puede que te sientas presionado por ello, pero trato d
-Alberto qué bueno que veo, tengo varias cosas que conversar contigo -le dijo el abogado al verlo entrar al bufete.-Abogado, yo también tengo cosas que preguntarle -Se sentó en la silla-. ¿Por qué usted le reveló mi falso matrimonio a Gabriela?-Ella estaba triste por ti, solo le hice saber que podía recuperarte.-Pues eso no fue correcto, te pago para que me resuelvas mis problemas legales no para que te involucres en mi vida personal. Para que sepas, yo a Gabriela no la quiero.-Discúlpame por eso, aunque falta poco para tu divorcio, nada vas a perder con que alguien lo sepa.-¿Y si a la final no me divorcio?El abogado lo miró asombrado y confundido.-¿Qué quieres decir Alberto? ¿En qué estás pensando?¿En qué estás pensando? La respuesta era en Marián, tenía la imagen de ella en to
-Buenas tardes señor Alberto, me alegro de que volviera. - dijo Smuel, el asistente de logística cuando el jefe cruzaba la puerta principal.-Yo también estoy contento de regresar ¿y a Marián la has visto?-Veo que está impaciente por ver a su esposa. Temprano pasó por aquí.- Ok, quizá esté en la cocina, le gusta ayudar en esa área.-Todo el mundo se dio cuenta -dijo una cocinera.-¿En serio? Pensé que solo yo lo había intuido - habló la segunda cocinera.-Por qué Marián es así, si yo fuese la esposa de un empresario con dinero le guardaría fidelidad.-Hay mujeres mal agradecidas, ella debería aprovecharlo ya que es una simple pastelera.-Parece que el señor Carrasco ya llegó, él no debería enterarse...La mitad de un chisme entre dos cocineras lleg&o