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Una Reina Para Un Rey Tirano
Una Reina Para Un Rey Tirano
Por: Yosebeth Kaori 💚
Capitulo 01: ¡Entrégate al Rey enemigo!

El cuerpo sin vida que sostenía entre sus brazos estaba manchado de un rojo carmesí, sus elegantes ropas de príncipe del Reino de Gorian se encontraban hechas un desastre, pero la princesa Virginia no lo soltaba, abrazando con fuerza a ese joven hermano menor que perdió para siempre esa tarde.

Las lágrimas de la joven bañaban su rostro y su cuerpo tembloroso ante el dolor y golpe de emociones que sacudían su mente provocaban un sollozó desgarrador que provenía de lo más profundo de su corazón.

Lo había perdido.

El príncipe Leonardo Wiztan había fallecido.

Solo hace cinco meses atrás todo parecía ir bien y en calma.

Solo hace cinco meses atrás Virginia Wiztan se acostumbraba al nuevo estilo de vida como única mujer del Linaje Real Gorianito con vida, luego de la masacre en la guerra entre el Reino de Gorian y el vecino peligroso de Maita.

¿Quién imaginaría que el príncipe heredero Raynold Wiztan tomaría el trono a la fuerza acabando con la vida de su padre el Rey Jhon esa noche hace cinco meses?

Desde entonces Virginia así como el resto de sus hermanos príncipes, todos menores de edad fueron encerrados.

Raynold Wiztan contaba con el apoyo de importantes y poderosas figuras en el Reino y aún así su padre pensaba quitarle su título de heredero para dárselo a Leonardo, lo que resultó ser la gota que derramó la copa.

¡Estalló una guerra interna!

La lucha por el poder entre los dos príncipes de Gorian y sus bandos.

Esa tarde, cinco meses después, finalmente uno de ellos cayó.

Leonardo de solo dieciséis años no pudo ante el bando y poder detrás del príncipe heredero Raynold de quince años.

¡Había nuevo Rey en Gorian!

Su nombre era Raynold Wiztan de quince años, hijo de la fallecida Reina Madeleine.

•••••

El Rey Raynold se acercó hasta la única mujer y al mismo tiempo única miembro de la familia Real que quedaba con vida.

— Solo quedas tú estorbando "querida" hermanita. — Decía el nuevo Rey con una fría y altiva expresión.

— Como… ¿Cómo has podido? — Preguntó Virginia con su voz entre cortada. — Has acabado con la vida de todos… Ya no queda ni un solo Wiztan aparte de nosotros dos… ¡Eres cruel! ¡La Reina Madeleine estaría decepcionada de ti!

— JAJAJA~ — El Rey Raynold comenzó a reír a carcajadas. — ¡Oh mi pobre e inocente hermanita Vini! ¿Crees que me importa que podría pensar mi madre? ¡NO EXISTE! Gracias a la guerra que nuestro estúpido padre comenzó ella murió, aceptemos que nuestro papá tenía que morir por sus pecados.

— ¿A caso eres un dios para juzgarlo? ¡Papá nos amó a todos por igual!

— ¡Tonterías Virginia! ¡El solo los prefería a ti y a Leonardo! Eso está claro…

El Rey llamó de inmediato a los guardias, los cuales entraron unos tras otros.

— Lleven a mi delirante hermana mayor a una habitación donde permanecerá encerrada, tengo que pensar que haré con ella.

— Su majestad. — Decía uno de los consejeros del nuevo Rey. — Si me permite dar mi atrevida opinión, siempre hemos tenido problemas con el Reino vecino de Maita, aunque ahora existe paz, es solo algo momentáneo.

— Continúa.

Dijo Raynold al mismo tiempo que hacía una señal con su mano para que los guardias no se llevarán a Virginia del salón en el que estaban dentro del palacio del príncipe fallecido Leonardo.

— Como decía, su majestad, el Rey de Maita, Lance Lamparth continúa con su vacante para Reina y se niega a darle la posición a su concubina Abril Brown, hija del duque Brown por temores a la traición; fue su padre el Rey Jhon quien acabó con la vida de la Reina Casandra esposa del Rey Lance ¿No sería grandioso ofrecerles como esposa a la princesa Virginia? Sería una disculpa y a la vez un trato de aliados; es de la nobleza, una Wiztan en todo derecho y nacimiento, es joven, bella y según su último chequeo médico, continúa pura y señorita.

— ¡¿QUE?! ¡¿QUE RAYOS ESTÁ DICIENDO VIEJO?! — Gritó Virginia furiosa.

Pero en ese momento los guardias que la retenía le cubrieron la boca.

— Interesante… — Decía Raynold pensativo. — Dime más del tema.

— Propongo en este momento ante usted y mañana mismo en el consejo, que Virginia vaya a Maita como sacrificio por nuestra paz, estabilidad futura y compensación a Maita.

— ¿Crees que Lance Lamparth la tomé como esposa y Reina tan casualmente viniendo de un Reino que ha sido su enemigo toda la vida? — Preguntó él Rey Raynold.

— Vale la pena intentarlo su majestad, también puede ser concubina y de ella dependerá escalar a Reina si no quiere morir a manos de la primera concubina Abril.

Raynold asintió lentamente para después dirigir su mirada a su hermana.

— Virginia, te entregaré al Rey Lance Lamparth, haz tu mejor esfuerzo por Gorian.

Los guardias le soltaron en ese momento para que ella de su respuesta al Rey.

— ¡No! Yo… ¡No quiero volver a Maita! No voy a casarme con ese maldito loco de Lance… No voy a jugar a sobrevivir con esa concubina Abril… ¡No lo haré!

— Es por el bien de Gorian hermana, es tu obligación como princesa, es eso o la muerte.

— ¡La muerte! — Exclamó Virginia viendo con sus hermosos ojos azules zafiros a su hermano. — Ya me has quitado a mi padre y mi amado hermano menor… Ya no tengo nada en Gorian por lo que quiera vivir.

— Entiendo. — Dijo Raynold con una expresión llena de malicia viendo a su hermana. — Recuerdo que llegaste por qué un Barón de Maita te trajo de regreso, dicen que fue perdonado por el Rey de Maita, pero pagó un alto precio, todos los miembros de su familia fueron colgados en su lugar.

Virginia abrió sus ojos de par en par sorprendida.

Ella no tenía idea de que algo así de atroz hubiera sucedido por su culpa.

El Barón Maitano Allen Jones, fue el único que siempre la ayudo y estuvo de su lado cuando estuvo cautiva en el Reino de Maita.

Un hombre caballeroso y amable que incluso la devolvió a su tierra a cambio de nada.

Un hombre por el que ella incluso llegó a sentir atracción y todo ese tiempo le deseaba lo mejor de la vida desde que no tenía noticias de él por un año completo.

Alguien a quien a ella, le gustaba mucho.

— ¿Que estás insinuando? — Preguntó Virginia titubeante.

— Si no aceptas venderte como herramienta, yo mismo me encargaré que ese hombre que al parecer aprecias muera de la peor y más lenta manera existente.

Virginia se puso pálida al escuchar aquellas palabras.

Si había alguien que existía aún en el mundo y que a ella le importaba su bienestar, era ese hombre extranjero.

— ¿Cómo podrías? Él… Es un Barón de Maita, no puedes simplemente buscar su muerte, es un general del ejército… Él… No moriría tan fácil…

— ¿Apostamos? — Sonrió con crueldad Raynold.

Fue cuando Virginia supo que su hermano había perdido la cordura y era capaz de cualquier cosa.

Ella negó con su cabeza sintiendo como sus lágrimas volvían a hacerse presentes.

— Lo haré. — Respondió Virginia. — Acepto entregarme al Rey Maitano.

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