Esa afirmación, solo esas palabras necesitaba escuchar para que todo en él iniciara a 0diar a esa mujer con todo. Su corazón se lo gritaba con todas sus fuerzas, sabía quién era la culpable mientras la mujer le estaba contando cada detalle, pero que la culpara con todas y sus letras fue liberador para él. ―Es hora de ir por ella. ―Se puso en pie. ―En un par de días recibirá un cheque por su ayuda. ―La mujer se asombró, ella realmente no esperaba nada, solo quería que esa cruel mujer pagara todas las perversiones que había estado haciendo a lo largo de su vida. ―No se preocupe por eso, su majestad, no pido nada a cambio. ―Dark no insistió, él le enviará una fuerte suma de dinero, sin ella nada de eso hubiera sido posible. ―Quiero que le den protección. ―Miró a los policías. ―Cuiden muy bien de ella, es nuestro único testigo y algo me dice que esa zorr4 no se dejará atrapar tan fácilmente. ―¿Acaso lo hechizó? ¿Esa bruja negra la ayudó a que él fuera un ciego? ¿Tal vez el odi0 que le
Vidar no podía respirar, los gritos de su mujer lo estaban enloqueciendo, ella grita tan fuerte que su lobo aúlla en su interior. ¿Por qué tiene que sufrir tanto? ¿Por qué su amada debe sufrir de esa manera? ―Si sigues así, te dará un infarto. ―Cosmo apretó el hombro de su hijo. ―Tranquilo, muchacho, esto tardará un poco más. ―Vidar lo miró con ojos grandes. ―Qué recuerdo me da tu cara de terror. ―Carcajeó al recordarse a sí mismo. ―Ella está bien. ―Kora sonrió, está emocionada. ―Está dilatando lentamente , pero no hay complicaciones. ―Vidar no lo entendió. ―Si no hay complicaciones, ¿Entonces por qué grita de esa manera? ―Porque está en labor de parto. ―Dark llegó con una sonrisa. ―Y vaya que si grita. ―Miró la puerta abierta. ―Creo que las ganas de matarte ahora son incluso más grandes, por tu culpa mi hija sufre. ―Kora rodó los ojos. ―Jessi, cariño, vamos. ―Le tendió la mano. ―A ella le gustará verte. ―Jessi se dejó hacer, esa mirada de Dark sobre ella la pone nerviosa. ―¡Pued
―¡Santo cielo! ―Una de las enfermeras que iba a investigar si todo estaba bien, vio a la mujer tirada en el suelo. ―Oye, ¿Estás bien? ―Se arrodilló para ayudarla, pero el cuerpo frío de la mujer la sorprendió, ¿Por qué está tan fría como si estuviera en un congelador? ―No puede ser. ―Se llevó la mano al pecho, no tiene pulso. ―¡Ayuda! ―Chilló poniéndose en pie. ―¿Qué sucede? ―Uno de los guardias que custodian el castillo se acercó a la mujer. ―¿Qué pasa? ―La miró con el ceño fruncido por como tiembla. ―Es… está muerta. ―Señaló el suelo, el hombre al ver a la chica se sorprendió, ¿Cómo había pasado aquello? ―Es la ayudante de la partera, ella está muerta. ―El hombre rápidamente llamó a sus compañeros, ¿Qué estaba pasando ahí? Eir por su parte no dejaba de sentir dolor, ella ni ninguna comprendía que estaba pasando, al parecer la abundante sangre no se detenía y los gritos de Eir incrementaban más y más. Jessi estaba aterrada por como se ve su amiga, Kora no dejaba de pedirle a los d
Una vez llegó a un lugar desierto, con bosque a ambos lados de la carretera y poco transitado, tomó al bebé en brazos y se bajó del coche dispuesta a acabar con la vida de lo que uniría de por vida a Vidar y Eir, ella acabará con eso que ellos desesperadamente esperaban y sabe a la perfección que esa felicidad terminará con la desaparición de ese bebé. ―Tu madre me robó mi felicidad. ―Dijo mirando al bebé que se remueve en sus brazos, él calló una vez ella lo tomó en brazos. ―Él debió ser mío, pero por ser yo una simple criada no me miró. ―El odi0 en su voz fue mucho. ―Ahora yo acabaré contigo. ―Alzó el puñal, pero esa mirada perdida, la manera tan cómoda en la que él se encuentra entre sus brazos y que haya dejado de llorar al sentir su calor movió el corazón de Savanna. El bebé es realmente hermoso y le ha hecho sentir un calor único. ―¡Mierd4! ―Maldij0 al no poder hacerlo. ―Te quedarás aquí, entregué absolutamente todo en este pacto. ―Sonrió burlándose de ella misma. ―Di mi poder c
―Señor. ―Uno de los policías se acercó. ―Me han notificado de un accidente en un área poco concurrida. ―Dark lo miró al instante, con el corazón acelerado. ―Mis hombres traen a su exesposa. ―Dark asintió, finalmente la habían encontrado, interminables horas buscándola, le habían dado vuelta al reloj unas dos veces y hasta ahora obtienen resultados.―Bien, la traen directo aquí. ―Empezó a caminar. ―Quiero interrogarla cuanto antes.―Su majestad. ―Dark paró en seco. ―Ella está en muy mal estado. ―Le informó. ―No creo que aguante tanto.―No me interesa, tráiganla aquí, de todos modos, no pienso dejarla viva. ―Él tiene la certeza de que fue ella quien se llevó a su nieto, por esa mujer su hija está deprimida en un momento tan feliz como el que debería ser tener hijos.Eir lloró al alimentar a su bebé, ella no puede dejar de pensar en su hijo, ese que le arrebataron de la nada, ¿Por qué alguien querría robarle a su bebé? ¿Por qué debe ella pasar por algo tan duro? Vidar que no se había apa
―¿Cómo fuiste capaz de hacer algo tan vil con un niño tan inocente? ―Savanna no sabía si era por el dolor o por su inminente muerte, pero lo miró a los ojos.―Vidar debió estar conmigo. ―Trató de mantener el único ojo que le queda abierto. ―Ese hombre debió ser mío, pero por mi clase social no me hizo caso y tu hija se metió en medio. ―Ladeó la sonrisa. ―La muerte de tu mujer fue culpa de tu propia hija, ella no debió meterse entre Vidar y yo, ¡Yo debía conquistarlo! ―Río fuera de sí. ―Ahora que se muera del remordimiento por haber perdido a su hijo. ―Dark asintió, está enferma desde siempre.―Aun cuando le hayas arrebatado parte de la felicidad, ellos tienen que luchar por el que le queda. ―Savanna lo miró con asombro. ―Son gemelos. ―Le informó para que su muerte no significara nada, para que muriera pensando en que esos dos estarán juntos siempre.La búsqueda del bebé fue inmediata, hombres lobos, brujas y algunos cazadores que tenían alianza con los Granberg se unieron para peinar e
Eir abrió los ojos y en lo primero que pensó fue en su bebé desaparecido, en ese que no tuvo la oportunidad ni siquiera de abrazar o darle un beso. Tras suspirar miró a su esposo y sonrió, ese hombre es un apoyo fundamental, jamás la ha dejado sola y a pesar del dolor que ambos tienen, él siempre ha sido más fuerte que ella y la ayuda a sobrellevar las cosas. ―¿Podrías quedarte un poco más en cama, mimada? ―La voz gruesa y ronca de su marido la tensó. ―Vamos, nena, el vuelo sale esta tarde. ―Eir besó sus labios. ―Quiero resolverlo todo antes de irnos, de esa manera no dejaremos nada. ―Vidar sonrió. ―Llevas arreglando las maletas y todo lo demás desde ya hace una semana. ―Lo sé, sabes como soy. ―Volvió a besarlo. ―Ahora déjeme salir de la cama, señor Granberg, su esposa debe ir a ver a su hijo. ―Vidar tiró de ella y la abrazó con muchísima fuerza, con ese amor que día a día se vuelve más intenso y enloquecedor. ―Eres la mejor madre del mundo, ¿Lo sabes, cierto? Y una esposa sexy y
Cinco años habían pasado, difíciles y muy largos, todos intentaban sobrellevar el dolor, pero que el niño viviera enfermo toda la vida los frustraba un poco más, se suponía que deberían protegerlo de absolutamente todo y no pueden porque eso se les sale de las manos. ―Amor. ―Eir miró los ojos de su hijo. ―¿Has tenido algún sueño? ¿Has escuchado voz en tu cabeza? ―Radiv negó, él sueña con él mismo frente a un espejo, es todo. ―Vale, no pasa nada, cielo. ―Besó su frente. ―Mami. ―Eir miró los ojos celestes de su hijo. ―¿Por qué siempre hay tristeza en tu mirada? ―El corazón de Eir se paralizó, es primera vez que le pregunta eso. ―¿Tristeza? ―Sonrió un poco más. ―Sí, cuando me miras hay algo más que amor, es mucha tristeza. ―Sin saber que responder negó. ―¿Cómo voy a estar triste si tengo un hermoso hijo? ―Besó sus mofletes hasta hacerlo reír. ―Jamás te miraría con tristeza, cielo. ―Se apartó. ―Cálzate los zapatos, yo iré a peinarme. ―Eir se metió al baño y soltó las lágrimas, es inso