Aquella semana para Max había sido un tormento, el no poder hacerle el amor a su mujer era como si le hubiesen cortado los brazos. Peor que eso, Giselle seguí sin hablarle mucho, nada más que lo justo y no la culpaba, él solo había empeorado su estado de estrés con un enojo estúpido por algo que él mismo provocó.
Giselle estaba sentada en un sofá cómodo que compró para ella, para que pueda relajarse en el jardín. Ella acaricia su vientre, con los ojos cerrados y una sonrisa de satisfacción, esa panza de diecisiete semanas se veía hermosa, porque parecía de mucho más.
Los gemelos seguro se estaban peleando sus caricias en el vientre o eso es lo que ella cree, porque no dejan de dar pataditas.
Max se la encuentra así, se acerca poco a poco y se sienta a su lado, ella lo mira unos segundos y luego baja la mirada.
—Hola…
En otra época, a Giselle le habría molestado tener una comitiva tan grande solo para salir de la casa, pero luego de la amenaza directa de Megan sobre ella, no podía hacer nada más que aguantarse toda esa parafernalia y sonreír.Ese día tenía previsto ir al hogar de la señora Peck a ver a los chicos, hacía semanas que no podía hacerlo y ya los extrañaba. Lucy se ofreció a acompañarla, ya que Max debía atender la empresa, la había dejado algunos días por ella, pero considerando que Kevin seguía en su luna de miel, no podía seguir pegado a ella.—No me puedes decir que nuestros hombres no son exagerados —le dice Lucy cuando se sube a la parte trasera del auto, junto a ella—. Tenemos más agentes encubiertos que la primera dama.—En este momento eres más importante que la primera dama —le dice Gisel
Todo pasa en cuestión de segundos, el auto arranca, Lucy tira al asiento a Giselle y coloca su cuerpo sobre su nuera.Detrás de ellas se arma una balacera, pero nada importa, porque ahora mismo Lucy quiere saber quién carajos no se dio cuenta de que había peligro alrededor.Ya unas calles lejos del lugar, el teléfono de Giselle suena y Lucy se atreve a levantarse. La chica contesta y oye la voz de Max.—Hola, mi chica del choque…—Max, ahora no… nos acaban de atacar con disparos…—¡¡¿Qué?!! ¡¿Están bien?!—Yo sí, tu madre se lanzó sobre mí para protegernos, y ella… —mira a Lucy y ve un hilo de sangre en su brazo.—¡¿Y ella?! ¡¡Giselle!!—¡¡Chofer, al hospital, ahora!! —grita con todas sus fuerzas, se rasga el vestido
Tras el ataque a Lucy, Evan emitió un comunicado público acerca de su endurecimiento en la persecución de la corrupción, además de tener la identidad de los autores intelectuales del atentado sufrido por su esposa y una amiga especial.Dejaron pasar unos días antes de poder reunirse como familia y decidieron hacerlo en la mansión de Max, para que Giselle no tuviera que trasladarse fuera de la casa, porque estaba pasando por episodios de ansiedad.—Sabes que no te dejaría, pero sin Kevin aquí, no puedo dejar de ir a la empresa, bonita —le dice Max a su mujer mientras llegan a la sala para esperar a sus invitados.—Lo entiendo, doy gracias que tengo a Tomy, que lo ha hecho fantástico —Max la obliga a recostarse en el sofá y le cubre las piernas con una manta, haciéndola sonreír—. Me tratas como si estuviera enferma.—De cierta maner
Max se pone como loco, se le agita la respiración y se enfrenta a los locos que tiene en frente.—¡¿Te pegaste en la cabeza?! ¡¿Quieres dejar que ella se exponga para atrapar a esa loca?! —todos lo miran y Max parece que estallará, mira a Giselle y la toma por el brazo sin ninguna delicadeza—. Te lo juro, Giselle Sparks, si haces algo como eso, me largo lejos…—¿Me estás amenazando, Max Hunter? —le dice ella, irguiendo su postura, poniendo su mano en el pecho de Max y arrinconándolo—. ¿Te atreves a amenazarme a mí? No puedo creer lo poco que confías en tu mujer… para que sepas, hoy duermes aquí.—P-pero…Ella se gira ignorándolo por completo y se dirige a Evan, mientras que Max se queda sin entender nada.—Quiero que busques a una doble, dentro de tu grupito especial…&mda
Giselle desayuna su chocolate caliente, unos huevos revueltos y fruta picada, tan tranquila que no pareciera cierto lo que ese día les espera. Max, a su lado, solo puede estar sorprendido por la actitud relajada de su mujer.Los gemelos recibían aquel desayuno con bastante algarabía, por lo que ella acaricia su vientre para calmarlos un poco, Max se acerca un poco y coloca una mano también allí.—Están muy inquietos, ¿te sientes bien?—Perfectamente, pero el desayuno siempre los pone así.—Eso o el hecho de que su madre les cantara para despertarlos.—Bueno, por la noche les cantaré para que se duerman.Max le da un beso en la frente y ambos se ponen de pie para ir a prepararse, un pequeño grupo de vigilancia aún los sigue a todos lados, hoy más que nunca, porque no saben en dónde Megan decidirá parar todo eso.Sal
Después de varios intentos Max comienza a desesperarse, hasta que, luego de la quinta llamada sin respuesta, llama a Tomy, quien debía quedarse con ella luego de hacer el cambio.—Tomy, pásame a Giselle —la manda sin protocolos.—¿Giselle? Está en el baño… ¿la llamaste?—Sí, pero no responde, ¿hace cuánto fue? —frunce el ceño, porque eso no le gusta, ella no debía quedarse sin vigilancia en ningún momento.—Desde que tú te fuiste.—Tomy, vete a ver a Giselle, ¡ahora!—P-pero…—¡Métete al j0dido baño y revisa si mi mujer está ahí! ¡¡Y ni se te ocurra cortar!! —escucha unas protestas de fondo, pero lo que escucha solo son las maldiciones de Tomy, con eso le basta para saber que es malo—. ¡Byron, de regres
Nada de lo que habían planeado es lo que está ocurriendo y aún así Max está tranquilo al ver que Giselle se encuentra bien.—Hola, mi amor, ¿cómo has estado? —la voz de Megan sale por completo desquiciada, pero Max trata de mantener la calma y dejarse llevar para poder mantenerla ocupada.—No muy bien cariño, tengo tanto tiempo extrañándote y solo quiero verte para abrazarte y decirte cuanto te amo.—¿Es, en serio? ¿Quiere decir que no amas a esta bruja?—¡Claro que no, nena! Sólo fue un pasatiempo, alguien que usé para poder olvidarte, pero no me sirvió de nada —Giselle ríe por dentro al escuchar las palabras de Max—. ¿Me dirás dónde puedo encontrarte?—Sí, sí, claro… —le dice con voz chillona—. Te enviaré la direcció
—¡Una última carga! —grita el doctor, vuelve a accionar el desfibrilador y el corazón de Max reacciona.—¡Lo tenemos, doctor! ¡Tenemos signos vitales!Luego de eso, consiguen estabilizarlo y continuar con la operación. Tras varias horas, el doctor termina de cerrar la herida y mira a su equipo con satisfacción.Una enfermera algo nerviosa lo espera fuera y le dice que la familia de Max está muy alterada. El hombre sale para darles las noticias, pensando cómo explicarles lo que se viene ahora, lo ha hecho muchas veces, pero la imagen con la que se encuentra, lo deja por completo impresionado.Todos están juntos, tomados de las manos, incluso la chica embarazada que llegó momentos después que el paciente. Respira profundo y los llama.—¿Familiares de Max Hunter? —Giselle y Lucy se ponen de pie de un salto.—Nosotros&helli