Debieron aplicarle varios sedantes para sucumbirlo; los niveles de ansiedad habían alcanzado el punto máximo con tendencia a incrementarse, veinticuatro horas aislado de familiares y amigos, Marito adormitado habló con el siquiatra del hospital, al doctor le fue imposible entender su conversación por ello recetó otra dosis de sedantes. Pasadas las veinticuatro horas, los compañeros de trabajo, incluido su jefe, llegaron a visitarle, “una arma de doble filo”, pensaría en su lecho de enfermo. Una vez pasado el efecto de los sedantes mostró considerable mejoría. Marito dijo necesitar irse a casa, los familiares estuvieron de acuerdo, el joven se mostraba cuerdo en comparación con las veces anteriores, además temían del valor comercial de la factura de aquel hospital conocido por sus elevados costos médicos. El hermano confesó al director del Instituto frente al siquiatra que Ma
El éxito laboral de Marito era irrefutable, la casa matriz del Instituto de Desarrollo alababa su trabajo por la exactitud de sus investigaciones de desarrollo humano comparadas con los datos oficiales manejadas por los otros organismos internacionales, la primera etapa del proyecto investigativo había terminado; daba inició la segunda etapa orientada a generar oportunidades en aquellos sectores donde el mercado genera injusticias, pero aprovechando los elementos culturales propios de cada sector, Marito estaba emocionado con el nuevo proyecto y dispuesto a integrarse al equipo multidisciplinario donde él aportaría sus conocimientos de Antropología Social y Económica. Decidió inscribirse en un sitio astrológico por internet con el propósito de averiguar el propósito y la misión de su vida según los astros, aún le
La broma con la estrella del canto y la televisión junto a sus afamados contactos y pactos telepáticos con ella pasaron una elevada factura a Marito: un importante ascenso fallido en el Instituto de Desarrollo que terminó con la cancelación del contrato laboral por mutuo acuerdo debido a lo inmanejable de la situación al no poder explicar su ausencia laboral durante las dos semanas requeridas para su completa rehabilitación; después de ese tiempo él seguía creyendo que la estrella del canto y la televisión era su alma mística gemela, sin embargo ella no volvió a responder ninguno de sus correos electrónicos; Marito siguió alentando esperanzas confiado en las promesas de los horóscopos que auguraban éxito, extensión y fortuna sumado a una ampliación de su red de contactos y maravillosas relaciones con diferentes personas en el extranjero. La estrella del
Habían pasado dos años y la estrella del canto y la televisión no volvió a contestar ningún correo electrónico aun cuando él le escribía felicitándola por cada uno de sus triunfos en la farándula internacional, ella en forma maleducada quizá por su escasa formación académica propia de todos esos personajes o bien por tratarse de un absoluto desconocido que se atrevía a escribir a su correo personal, omitía los mensajes; después de soñar una noche con uno de sus primos quien le sugirió de buena gana dejar de rogar a esa corriente meretriz por carecer de ningún valor más que el monetario expresado en las acciones de Wall Street, fue que decidió no volver a escribirle por orgullo propio, empero estaba pendiente de su sitio web, las notas en la sección de escenarios de los periódicos del país o de los programas televisivo
La tormenta depresiva pasó más rápido de lo que su padre se pudo haber imaginado. Marito pasó tirado en su cama todo ese día sintiendo morir por dentro, se incorporó para almorzar, su madre lo miró en silencio con una mirada de tristeza mezclada con preocupación, él permaneció mustio y callado. En la noche, en su habitación después de un análisis introspectivo concluyo que él no era nadie más que un pobre diablo con ansias de poder y gloria quizá al nivel de un actor de cine o un cantante de rock estrafalario y cosmopolita, en definitiva debía renunciar a su afán protagónico y a ese deseo vehemente de fama personal si quería disfrutar de una vida plena sin conflictos ni contradicciones, “aún soy joven y puedo realizar grandes hazañas por m&iacu
Pajarillo José María NapoleónMaquillaje a granel usaba a diarioy vendía la piel a precio carode las ocho a las diez en una esquinaera joven y fiel, era rosa y espina;y se llamaba, no sé, nunca lo supenunca le pregunté, nunca dispusede su tiempo y su piel, era un mocosoy tan sólo le miré de pozo en pozo.Y era un pajarillo de blancas alasde balcón en balcón, de plaza en plaza,vendedora de amor, ofrecedorapara el mejor postor de su tonada.Cinco inviernos pasaron y ahí seguíala misma hora de ayer, la misma esquina,era joven y fiel, y aún teníala rosa de su
“Padre nuestro haz que pase sobre mí esta copa pero no como yo diga sino como tú lo órdenes”, balbuceaba Marito arrodillado frente a uno de los bordos de su cama y repitiendo las mismas palabras con que Jesús de Nazaret se dirigía en oración a Dios en la noche de su prendimiento. Marito llevaba una semana en vigilia obligatoria, era imposible para él conciliar el sueño, los problemas con el comité estudiantil por la huelga desatada tres semanas atrás lo tenían a lo sumo preocupado, andaba buscando la forma de encontrar una salida diplomática donde todos salieran ganando en el conflicto entre estudiantes y maestros, esa noche había estado hablando con una amiga sobre la perfección humana, -Dios diseñó al hombre y la mujer perfectos, por lo tanto uno tiene la obligación ontoló
Marito se tiró sobre la cama con la intención de no volverse a levantar, alrededor de su cabeza giraban una nebulosa de ideas difusas estremeciendo todos sus pensamientos, -levántate para ir a cenar-, dijo la madre desde la puerta del dormitorio,-no voy a comer, sólo tráeme un vaso con agua para beberme una pastilla de las que me recetó el doctor y poder conciliar el sueño-,respondió él; la mujer sin querer contrariarlo, (tenerlo satisfecho era una ganancia) fue a la cocina y regresó hasta donde el hijo; Marito se incorporó, agarró el vaso entre sus manos, fue a buscar en su mesita de noche las pastillas recetadas, ingirió una ante la mirada escurridiza de su madre, “Dios me ha fallado”, pensó, suspiró profundó y regresó a la cama, con su mirada trémula, perdida en ningún lugar del globo terráqueo.&nbs
-He decidido retirarme del colegio al menos por este año mientras me recupero-, declaró Marito al orientador y a la asistente cuando llegaron a su casa en horas de la tarde a visitarle, ya habían pasado más de dos semanas desde que el estudiante de último año de bachillerato se había alejado de la institución sin tener conocimiento oficial de su situación, los compañeros del frente ocultaban su estado para no ser señalados de algún grado de responsabilidad en su desvarío psíquico, los otros estudiantes tuvieron el caso como tema de conversación atribuyéndolo a una posesión demoniaca los primeros días de la semana y el doctor practicante de siquiatría aseguraba que su nuevo estado era el resultado de los efectos secundarios de las pastillas azules administradas pero era una necesidad beberlas porque de lo contario no se controlarían los estados d