La consciencia volvió a Bianca poco a poco, su mente se vio inundada de recuerdos, comenzando por la noche en la que quedó embarazada, recordó la cara de un dormido Lorenzo y la rabia la inundó, él era el padre de su hija.Recordaba muy bien que había dicho que Gianna era su hija porque se le hizo una prueba de paternidad a escondidas. ¿Era probable que la hubiese tomado estando ambos pasados de copas y no lo recordara? ¿O podía ser que Lorenzo hubiese abusado de ella porque se emborrachó? ¿Entonces porque no la reconoció el día que fue a pedir trabajo? ¿O sí lo hizo? ¡Dios! Estaba tan confundida.Decidida a descubrir la verdad abrió los ojos.―Bianca, cariño, nos has dado un susto de muerte, al fin despiertas ―dijo Lorenzo con el rostro preocupado.A su alrededor estaban Dante y Gia mirándola con preocupación.―¿Dónde está Gianna? ―preguntó con determinación en la voz y los ojos echando chispa. Había recuperado a su hija, pero nunca podría recuperar los primeros cuatro años de su vida
Lorenzo salió de la habitación y se fue a la terraza a llamar a su abogado. Le contó toda la historia y lo que habían descubierto.―Necesito que tomes una copia del acta de nacimiento de Gianna y vayas al registro principal para validarla, si es falsa, pide el documento origina, por favor. Mañana iremos a la maternidad a verificar la información que tenemos. Cuando logremos reunir las pruebas Bianca y yo, iremos a presentar cargos.Al terminar la conversación con su abogado, Lorenzo se sentó en un sofá con las manos en la cabeza, tenía ganas de llorar de la rabia y la impotencia. ¿Por qué Carmina se había ensañado con Bianca? Estaba seguro de que se había casado con él por el dinero y lo había engañado como a un adolescente.Un minuto después sus padres entraron y se sentaron a su lado, uno en cada lado. Hacía mucho que no necesitaba el consuelo de sus padres, pero ese día se permitió recostar la cabeza en el hombro de su mamá.―Dante nos contó a grandes rasgos lo que había ocurrido,
Unos minutos más tarde, dos oficiales de la policía llegaron a la oficina del director de la maternidad. Después de las presentaciones de rigor el director, Bianca y Lorenzo les contaron a los oficiales lo que habían descubierto y lo que pensaban que había ocurrido.―Traje la copia del acta de nacimiento de mi hija ―dijo Lorenzo ―mire la numeración, es la misma que está registrada en el libro y en la copia dice que mi hija nació en Roma por lo que se evidencia que es falsa.―Según la codificación impresa en el acta los primero cuatro números corresponde a un centro hospitalario en Sicilia ―explicó el director ―y los siguientes cuatro indican el centro hospitalario y estos corresponden a esta maternidad, por lo que puedo asegurarles que el acta que tiene el señor Rizzo en su poder es falsa.―Carmina Espósito le robó su hija a mi esposa para presentarme como suya y presumimos que intentó asesinarla en aquel accidente. ―Para emitir una orden de captura debemos presentarle al juez prueba
Bianca le dio el almuerzo a Gianna y la acostó a dormir la siesta, eran casi las tres de la tarde cuando Lorenzo entró a la habitación y encontró a su esposa al lado de su hija mirándola dormir, como si temiera perderla de nuevo o estuviera llenándose los ojos con su imagen.―Es la hora, debemos ir a buscar la prueba, ¿quieres ir o prefieres que la busque y te la traiga?―Vamos, quiero regresar rápido para darle la noticia a mi hija.Esa vez salieron de la casa solamente acompañados de sus guardaespaldas. Llegaron al laboratorio y el técnico les tenía los resultados listos en un sobre que le entregó a Bianca.Las manos le temblaban mientras abría el sobre, al leer el resultado sus ojos se llenaron de lágrimas―Es mía, Lorenzo, mi bebé perdido ―dijo con voz temblorosa abrazando a su esposo y enterrando la cara en su cuello ―no sabes la tranquilidad que siento al saber que todo este tiempo fue amada y protegida por ti, que ha sido feliz. No sabes las ganas que tengo de contárselo a mi p
―Necesitamos aprender sobre control de natalidad, Lorenzo.Lorenzo se echó a reír al ver la cara enfurruñada de Bianca.―¡No te rías que es en serio! ―protestó Bianca a pesar de que una ligera sonrisa asomó a su cara.―Si te digo la verdad te molestarás conmigo, así que mejor disfrutemos de este embarazo como no pudimos hacerlo la vez anterior.―¡Oh no! Ahora me dirás ―replicó Bianca.―Al principio cuando no tenía una buena opinión de ti pensaba que te cuidabas como la mayoría de las chicas modernas y después de que me enamoré desee embarazarte y que te quedara conmigo para siempre.―Eso me lo estoy pensando ―dijo Bianca en juego.―¿Lo de quedarte conmigo para siempre? ―preguntó Lorenzo.Bianca asintió con la cabeza.Su furia había pasado y se sentía contenta por el inesperado embarazo, aun cuando hubiese querido esperar un poco más. Sabía que no se había cuidado, pero estaba tan ocupada con tantas cosas pasando en su vida que no pensó en eso.―¿Puedo convencerte de quedarte? ―pregunt
―Gia, ¿podemos hablar contigo? ―preguntó Danette a su hermana mayor, detrás de ella estaba Mateo.Gia estaba planeando que se llevaría a su dormitorio de la universidad cuando acabara el verano.―Claro, Danetta, pasen ―dijo Gia sentándose en la cama.Mateo se sentó en la silla del escritorio y Danetta en la cama con ella.―Nosotros estábamos pensando... bueno, no, mamá nos ha pedido que vayamos a vivir con ella, pero si tú te vas a la universidad, papá se quedará solo.―¿Quieren irse a vivir con su mamá? ―preguntó Gia.Los chicos se miraron entre sí, Danetta tenía quince años y Mateo trece y al igual que ella habían sido criados por las niñeras y su madre solo se ocupaba de ellos para exhibirlos como trofeos.―Sí, no, no lo sé, solo que mamá dice que los hijos deben estar con la madre y que si tú te vas a la universidad ya no quedará una mujer en la casa que me atienda a mí, que comparta conmigo y yo solo pienso que, si te vas a la universidad y nosotros no vamos, papá se quedará solo
Bianca estaba en la actividad del colegio de Gianna mirando a su hija explicarles a sus compañeros que ella era su verdadera mamá y que su otra mamá no era, que se la había robado siendo una bebé.―No podía creerlo lo que decían las noticias, Bianca ―dijo la mamá de una de las amigas de Gianna que estaba sentada a su lado―es increíble lo que puede hacer la gente por envidia y me solidarizo contigo por todo lo que pasaste, si necesitas algo o alguien con quien hablar no dudes en llamarme.―Muchas gracias, serían lindo tener un grupo de mamás en donde todas podamos apoyarnos, nuestros hijos crecerán juntos y nos veremos bastante seguido en los próximos años.Las otras mamás que estaban cerca también se pusieron a la orden para lo que necesitase y querían ser sus amigas, la mayoría la admiraba por haber superado lo que había vivido, aunque Bianca sabía qué había algunas que solo querían conocer los detalles escabrosos de la historia.Estaba saliendo de la actividad cuando vio que tenía u
A la mañana siguiente Bianca pasó por el laboratorio a primera hora, quería reunirse con el maestro perfumero, le había dejado su fregancia para que la trabajaran en el laboratorio porque entre la búsqueda de su bebé, su nuevo embarazo y el despertar de Nonna era muy poco el tiempo que le podía dar a su perfume.―Creo que revolucionaremos el mercado con este perfume, son muy pocos los perfumeros que se atreven a lanzar un perfume de niña tan lujoso. Creo que Gianna será todo un éxito ―dijo el maestro perfumero.―Con la publicidad gratis que tenemos con lo de mi hija robada creo que nos irá muy bien ―dijo Bianca con ironía, estaba harta de tener atrás a los paparazis. Estaba pensando vender la historia y donar el dinero para la asociación de niños desaparecidos que apoyaba Rizzo & Fiori.―Es probable que el caso llame la atención sobre el perfume, pero la fragancia de por sí es excelente, lo mejor de todo es que estarían donando parte de la venta a una buena causa.―Lamento no poder qu