Lars se interpuso entre Alexey y Portia. —Aléjate de mi hija —le exigió. —Ella es mía, no puedes alejarme de ella… —No lo permitiré, mi hija está mejor entre humanos, con ustedes corre peligro, lo lamento si eres su mate porque pareces ser un buen hombre, pero el Alfa es Leonid y él hará lo que diga Aisha y ella está envenenada de odio y resentimiento hacia mí y hacia su hermana. —Ella ahora es la Luna de esta manada, y aunque quisiera atacar yo la protegeré. —No tienes idea de lo qué dices, Aisha Rassi tiene ahora todo el poder que su madre ambicionó y no logró tener, solo debe convertirse en sacerdotisa y hará de esta manada lo que se le antoje. —No lo permitiremos… — ¿Quién la detendrá? Leonid es su mate y hará lo que le pida, sinceramente creo que eso es algo fabricado, pero no quiero arriesgarme, ella no está sola, incluso Aziza está aquí también con un lobo, ¿casualidad? No lo creo. —Si tanto quiere y aprecia a Leonid debe quedarse, enfrentar los
No existe cosa más desesperante en el mundo, saber que tienes razón y que el resto del mundo no lo vea. Aisha sabía que Lars era el culpable de todas las aberraciones que ocurrieron en ese laboratorio. Pero lo hacía como conclusión a lo que su madre le dijo de su padre. Amira le había mostrado el aura de Lars para que al verlo lo conociera, pero aunque no sabía que tenía en el cuerpo una marca de piedra, era fácil para ella entender qué fue lo que vio su madre cuando entendió que trataba de replicar la maldición de los hechiceros de Oriente y utilizarla como arma. Alexey que solo se deja llevar por su instinto protector a su mate encaró a Aisha. —Desde que llegaste eres tú quien nos debe muchas explicaciones. —Atrás Alexey —musitó Leonid en advertencia letal. — ¿Cómo es que no puedes verlo Leonid? En el momento que estuvo preparada te buscó, despertó a tu lobo y desde entonces nos manipula. —Aisha es mi mate, ella no lo sabía. — ¡Si lo sabía! —Espetó Alex
Natasha soltó sus amarres que afortunadamente no tenían cicuta, exasperada por no tener la fuerza de su loba y simplemente romperlos. —Nayla, por favor ayúdame… Dominic se puso alerta al escuchar a la chica hablar, se sentía como dopado, débil y desorientado, no podía ver nada a su alrededor, todo estaba muy oscuro. — ¿Dónde estamos? —Preguntó Dominic. Natasha sí podía verlo sin dificultad, se acercó a él a soltar los amarres de sus manos. — ¿Eres humano o también te han quitado tu lobo? Dominic parpadeó varias veces. — ¿Qué eres tú exactamente? —Eres humano —decretó Natasha que sintió como los latidos del corazón de Dominic se aceleraron y su transpiración delataba su miedo. — ¿Y qué vas a hacerme? —Comerte caperucito… — ¡Ahh! —Te estoy soltando las ataduras, no te haré daño, necesito que me ayudes, debemos escapar antes de que regrese ese maldito hechicero. Dominic sintió que realmente tenía las manos libres y ahora escuchaba como la chica g
Leonid pautó la asamblea para el momento en que Kaiser y su grupo regresaran. Kaiser junto a Aziza, su padre Nikolay y otros lobos llegaron, solos, por supuesto. Leonid lo lamentó, sabía que no sería nada fácil dejar a Aisha fuera de vestigio de dudas. Kaiser negó con la cabeza cuando Indira se acercó por respuestas, la madre desesperada una vez más se deshizo en llanto. —Supongo que el responsable de esto se llevó a la hija de Indira con él —murmuró Leonid. —Debemos atacar al aquelarre de los Hechiceros del Oriente —dijo el joven rescatado que ya había esparcido los rumores—. Quien nos tenía secuestrado era un hechicero del Oriente. — ¡¿Qué?! —Exclamó Aziza—, cuerda de malagradecidos, después de todo lo que hemos hecho mi hermana y yo por esta manada, ¿ahora quieren atacar a nuestro pueblo? —Que Aisha vaya con los hechiceros del Oriente, ella puede averiguar, es tu deber enviarla —indicó Indira a Leonid. —Mi luna no se alejará de mí, y es mi posición al
Leonid se puso de pie, se acercó a Aisha y Aziza, entiende que es el peor momento posible para que Kaiser marque a una hechicera, la manada no lo acepta y acaban de librarse de Aisha. “Lo hizo a propósito” “Las hechiceras los manipulan” “No pueden ser sus mates, es un hechizo” Los susurros eran tantos que en la desesperación de Kaiser y Aisha viendo como Aziza se desangra que no les importa. Leonid puede comprender a su manada; con justas razones desprecian a los hechiceros, pero no puede permitir que Aziza muera. — ¿Puedes curarla? —Le preguntó Aisha al verla indecisa. Aisha temblaba de miedo estaba perdida. «Cortó nuestra conexión en el peor momento» Indicó Akron. —No me atrevo, ¿y si mi magia falla? —Masculló ella. Leonid tomó las manos de Aisha y la miró a los ojos. —Puedes hacerlo, eres poderosa. Aisha negó con la cabeza. —Cuando estoy así de nerviosa no me resultan bien los hechizos, si me equivoco la mataré. —Veré a mi madre en el R
Mientras tanto en la cueva Dominic buscó en su bolsillo y halló su linterna de diagnóstico y la encendió. — ¿Qué bueno que funciona? —Entiendo que te sientas más cómodo viendo que hay a tu alrededor, pero creí que tenías algo que podría ayudarnos a escapar —manifestó Natasha con impaciencia. —Espera un momento quieres. Dominic desabrochó su pantalón. — ¡Wow! ¿Qué pretendes amigo? —De seguro no transformarme en lobo. Dominic sujetó la linterna con la boca y consiguió un bolsillo secreto en la parte interna de sus pantalones, de allí sacó una piedra, estaba engarzada y colgaba de una gruesa cadena de oro. —No me gusta usarla. ¿Qué persona normal usaría una cadena tan extravagante? Pero mi madre ha encontrado la manera de que siempre pueda llevarla desde que tengo uso de razón, ya es para mí costumbre no salir de casa sin ella. —Entiendo el suvenir, pero… En cuanto Dominic extendió la cadena Natasha abrió los ojos como platos y la puso en su palma. —No
Aisha corrió hacia los escombros y la tierra dejó de moverse. Como si solo hubiera continuado lo necesario para destruir la precaria casa. — ¡Leonid! —Gritó Aisha muerta de miedo. Kaiser corrió y comenzó a retirar escombros utilizando su enorme fuerza. — ¿Puedes sentirlo? ¿Está bien? —Preguntó Aisha moviendo también pedazos de concreto. —Ninguno me contesta —expresó Kaiser preocupado tanto por Leonid como por su padre. Aisha estaba muy preocupada y arrepentida de haberse desvinculado de Leonid y no poder saber como estaba. Indira se acercó y comenzó a ayudar a mover las grandes rocas, veía a Aisha tan preocupada que estaba sorprendida por su sufrimiento. Aziza también se acercó y aun débil comenzó a mover rocas más pequeñas. —Kaiser, el daño en la manada es tremendo, Alexey está ayudando a los más afectados —le comunicó Indira. Kaiser desesperado no dijo nada. Aisha lloraba y se daba cuenta que por más que tenían fuerza impresionante seguían teniend
Aisha entró a la habitación donde pusieron a Leonid después de que un sanador lo evaluó. Leonid estaba levantándose de la cama y Aisha se apresuró a sostenerlo. —Estás bastante herido —expresó angustiada al ver la cantidad de moretones y heridas abiertas en su cuerpo y también en el rostro. —El pelaje de Akron lo disimulaba —murmuró él con una mueca de dolor. —Debe dolerte mucho —murmuró Aisha angustiada. Leonid la miró intensamente. —No me duele más que lo que me dolió tu rechazo. Leonid vio como un par de lágrimas rodaban por el rostro de Aisha. —Sabes porque lo hice. —Tú no entiendes porque no eres una loba, pero no hay dolor más fuerte que el desprendimiento de un mate. —He allí el dilema, no soy una loba, y tú podrás superarlo al encontrar tu mate por derecho en tu propia raza. —Mi Isha, sabes que no quiero a otra, tú no eres corrupta y mi manada se dará cuenta, debemos enfrentarlos, no darles la razón. —En otras circunstancias sería posible, p