Leonid se quedó en silencio, estaba sorprendido y no se sentía seguro de qué decir. «Al parecer nuestra racha de meter la pata no termina, ambos somos par de tontos, tal para cual, nos quedaremos solos con una camada de gatos, sin manada ni Luna» Akron andaba en plan dramático y pues Leonid empezaba a ver que era algo en lo que ponía empeño su lobo, al menos lo dijo solo para él. Aisha se sintió rechazada y quiso levantarse, entonces pegó la cabeza del techo de la pequeña cueva. — ¡Auch! Que torpe soy… Leonid la atrajo hacia él y quiso quitarle el hiyab, Aisha se aferró a la tela. —Estoy bien, solo quiero salir. —Déjame revisarte… —No me pasó nada. Leonid pudo detectar todos los sentimientos de Aisha, se sentía herida y él más idiota. —Aisha, no quiero seguir metiendo la pata, hoy en especial me siento muy mal y es contigo la única persona con la que quiero estar, no te alejes de mí. —Eso no me da respuesta a lo que te pregunté, o bueno lo mismo te ocur
Aisha no sabía qué decir. ¿Dar su aprobación? ¿Responder que sus labios aún no tenían nada que les negara sentir como cualquier mujer? ¿O debía decirle que se moría porque él la besara? ¿Quizás solo debía decirle sí? La mente de Aisha era un torbellino, pero Leonid no tenía prisa, seguía observándola con ojos de deseo y Aisha no era capaz de decir absolutamente nada. Ella podía sentir los latidos rápidos de Leonid, sentía el calor que emanaba de él y no por primera vez deseó no llevar todas las capas de tela que la cubren. Leonid rozó sus labios con los de ella, sacó apenas su lengua para humedecerlos. —Creo que estamos muy apretados aquí —emitió Aisha con una risa nerviosa. —Ajá —respondió Leonid y aprovechó que ella abrió la boca y la besó. Este beso era más melancólico, más intenso y Aisha pensó que quizás era por la cercanía, él aspiraba por la nariz y soltaba bocanadas de aire que le hacían vibrar su piel fría. Las manos de Leonid se
Para Lars, su futuro, sus planes de grandeza, todo estaba atado a Portia como Luna en la manada Selenials. Para él Boris en realidad siempre fue una muy lejana segunda opción. Alguien que utilizó para tener acceso al lago Baikal que estaba dentro de las fronteras de la manada Selenials. Él era un hombre sumamente codicioso que sobre la marcha iba arreglando sus circunstancias a conveniencia para obtener lo que deseaba. Poder… Él era un hechicero del montón, un guerrero aceptable de la facción de hechiceros guerreros, los Azaki. A lo largo de su vida siempre procuró juntarse con gente poderosa, el rey de los vampiros le dio bastante conocimiento cuando fingió ser su amigo, solo se acercó a él porque era el ser más poderoso del mundo, un semidiós hijo verdadero de la diosa Selene protectora de la luna, madre de vampiros y lobos. Al ser los lobos hijos adoptivos, por llamarlos de alguna manera y dotados de dones de la diosa, se hicieron enemigos de los vam
Lamia no estaba convencida con la apreciación de Lars, no confiaba en él. —Mucho cuidado Lars, solo veo que utilizas a todos, pero no pagas por nada. —Te parece poco todo lo que he tenido que hacer a lo largo de los años para llegar donde estamos, eres tú quien ha ido de humano en humano nutriéndote de su sangre y yo quien te he cuidado. —Te crees un rey, pero solo eras un sanguinario con muchas ideas de grandeza, un laboratorio y muchos experimentos fallidos cuando te aliaste a mí, solo recuerda que sin mí no tuvieras nada. —Iré a buscar a Dominic, si te portas bien dejaré que te alimentes de él. —Yo soy quien más trabajo hace, mi hija es la que sale herida y tú solo complicas todo follando y dejando hijos regados, propios y adoptivos. —Por eso serás princesa de los sobrenaturales mi amor. Lars le pellizcó la mejilla a Lamia como si fuera una tierna niña cuando en realidad era un monstruo horroroso. —Yo debo ser una reina, ¡hechicero inservible! Domin
Aisha estaba molesta y frustrada, porque Leonid no veía el peligro que representaba Lars para él. Aisha jamás hubiera imaginado que encontraría a su padre de manera tan directa a Leonid. Estaba segura que no podía ser casualidad, pero no tenía manera de demostrarlo, con cada intento solo quedaba como una mujer celosa. —Leonid entiende que Lorenzo no existe, él hizo lo mismo con mi madre, aparenta ser bueno, pero en realidad solo busca beneficiarse de quienes lo rodean. Leonid sonreía en silencio. —Yo no estoy loca Leonid, no son celos, aunque ciertamente tú deberías estar de acuerdo conmigo, pero no lo haces porque en realidad estás enamorado de Portia y por eso te niegas a si quiera aceptar que hay algo malo en ella y su padre, no olvidemos que decía ser su tío. Él solo te ha mentido. —Ahora mismo no me importa si Lorenzo es Lars, un unicornio o lo que sea, estoy aquí contigo ¿o no? —Lo haces solo porque Akron te obliga. «No es así, si pudie
Leonid la rodeó con los brazos y ella volvió a morder su labio inferior muerta de vergüenza. —Aisha, te voy a desnudar. Aisha negó con la cabeza y Leonid afirmó. —No quiero, aquí puedes verme —refutó ella. —Y adentro también, ya lo hice e igual quiero poseerte y quiero que sea a mi manera y eso es contigo desnuda. —Por favor Leonid, me muero de vergüenza. —Hey, mírame, recuerda que pasé una temporada en el aquelarre de los hechiceros del Oriente, incluso hace poco estuve allí, entiendo cómo funciona la maldición, sé que no está en todas partes aún, pero avanza como una enfermedad. —Y piensas que somos monstruos, si me ves ya no querrás estar conmigo. —Tendrás que darme el beneficio de la duda. —Continuarás, pero porque me tendrás lástima y no querrás hacerme sentir mal. «Lo único que siento ahora es tu desprecio hacia mí» Le dijo él utilizando su conexión. Aisha negó con la cabeza. —Por favor Leonid, te lo suplico. —Yo te lo supli
Aunque Leonid sabía que debían regresar no tenía ganas de hacerlo, y como Aisha tampoco quería hizo una fogata y se comunicó con Kaiser, le indicó que daría una asamblea a medianoche, aún faltaban unas horas. Aisha lo miró con simpatía. —Nada ganamos con postergar lo inevitable, debemos enfrentar a la manada. —Te demostraré que podemos ganar —le indicó Leonid con picardía. Leonid la abrazó y le hizo cosquillas en la cintura y Aisha rio feliz como niña pequeña. —Tu risa es la misma —dijo él con cariño. Aisha se puso seria. —Cambiará, todo en mí cambiará —expresó con tristeza, y con determinación dijo—: Pero hay algo que puedo garantizarte, te amaré hasta con mi corazón vuelto piedra, eso no cambiará jamás, por lo que me reste de vida. Leonid sonrió y le dio un beso en la mejilla. —Siempre estuve seguro que podía contar contigo, promesa de meñique. Aisha se echó a reír cuando él le ofreció el meñique como cuando eran niños y ella lo tomó con el de ella.
Alexey estaba preocupado, había recorrido la orilla del lago Baikal en forma de lobo y no había rastro de Lars y Portia. Estaba por comunicarse con Leonid cuando Kaiser se comunicó con él por su conexión telepática de manada. «Alexey, Leonid hará la asamblea a medianoche, debes estar aquí para entonces» Alexey paró y contestó. « ¿Por qué me lo dices tú y no el Alfa?» «No lo sé, quizás porque no quiere seguir discutiendo contigo» «Me dijo que le diera noticias de Portia, pero no le interesa, anda con la hechicera esa y los demás que se pudran» « ¿Recuérdame cuál es tu labor como Beta de manada? Creo que es encargarte de inconvenientes que el Alfa no puede atender» Comentó Kaiser con ironía. Solo consiguió que Alexey se molestara aún más. «Pues eso hago, no he descuidado mi misión, y te recuerdo que tu misión como Delta no es ser un condenado entrometido» «No, eso lo hago porque te quiero» Expresó Kaiser con voz tierna bromeando. Alexey no estaba de h