Eva NorthEn cuanto descendí del pequeño escenario comencé a dirigirme hacia Liam, pero a mitad de camino Damon y Damián se me atravesaron. Sus ojos me reflejaban el orgullo que sentían por mis palabras y también podía sentirlo en el lazo que me unía a Damian. Y aunque me hacía la dura e intentaba callar todos mis sentimientos, sabía que los destellos de emoción parpadeaban a través del lazo siendo enviados de mi parte. Pero era difícil no sentir felicidad por su aprobación a mis palabras cuando significaban para mí más de lo que yo estaba dispuesta a admitir. — Estuviste increíble — se atrevió a decir Damon y le sonreí aceptando su halago, porque aun cuando seguía en mi lista negra no podía negar que poco a poco se estaba ganando parte de mi corazón con ciertas actitudes, como por ejemplo, cuando me cuidó después de lo sucedido con Damián. — Gracias, pero si me disculpan, tengo personas que saludar. — Pero debemos hablar — interrumpió Damián y yo enarqué una ceja en su dirección
Eva NorthSiempre había algo que marcaba un punto final de una era y te empujaba a avanzar a la siguiente. En todo plan, siempre había un momento en donde todo se desestabilizaba y te veías empujado a seguir avanzando hacia las demás etapas que tenías pensadas.Eso pasó conmigo cuando Liam llegó corriendo a mí y demasiado alterado. Estaba sudoroso, su cabello estaba despeinado y podía ver en sus ojos lo sorprendido que estaba por lo que había sucedido que lo tenía de esa forma.—Necesitas ver esto —fueron sus únicas palabras y me tomó de la mano para arrastrarme por todo el camino de regreso a la manada.Había estado un poco alejada con la única intención de distraerme de lo que estaba sintiendo mi cuerpo y de los cambios que estaba presentando poco a poco. El solsticio había sido tres días atrás y aun no podía ver a Damon y a Damian a la cara. Me había mantenido totalmente alejada. Pero cuando Liam se detiene frente a la casa de los soldados, supe que era probable que los volviera a
Eva NorthEl bosque se encontraba en silencio. Como si el supiera que necesitaba el mayor silencio posible para poder atravesar el bosque sin ser descubierta. Para poder llegar a la manada sin tener que causar bajas, sin tener que usar mis habilidades. Pero mientras más me acercaba a mi antigua manada, a esa que vio todas mis bajas, me di cuenta de que la seguridad era a penas mínima y eso solo podía significar dos cosas. O estaban demasiado seguros de que nadie se infiltraría en la manada, o no tenían suficientes guerreros a los cuales enviar a patrullar. Pero mientras amas me acercaba, me iba dando cuenta de que realmente no estaban pendientes de quien entraba y salía de la manada por la sencilla razón de que estaban todos juntos en la casa del alfa. Podía escuchar sus risas, sus gritos de celebración y por el olor que llegaba a mi nariz podía deducir que estaban consumiendo algún hongo alucinógeno que los estaba haciendo olvidarse de sus responsabilidades y me cuestioné qué tan
El gato maullaba una y otra vez desesperado por algo de comida real. Pero sabía que si comenzaba a darle comida de personas, comenzaría a buscarla por su cuenta y robaría de donde la encontrara. Entonces nadie podría dejar comida sobre la encimera porque Mini se la comería. Por eso necesitaba hablar con Damon para saber cómo podría ir al pueblo más cercano a comprarle comida a mi pequeño gatito. Mientras lo buscaba tenía a mini, que resultó ser hembra, colgada de mi hombro y comencé a seguir su olor por toda la manada. Si bien, mis sentidos estaban desarrollados, eso no era algo que pudiera hacer con normalidad. Yo necesitaba un rastro para poder seguir personas y debía acercar mi nariz demasiado cerca del olor. Pero con Damon y Damián era diferente, porque yo sentía y percibía su aroma en el aire y caminaba en dirección a la que soplaba el aire para encontrarlos. Pero solo porque reconocía demasiado bien su aroma. Era porque estaba conectada con ellos de una forma u otra. Pero c
Eva North El pequeño pueblo al que habíamos ido quedaba a unos cuantos kilómetros de la manada muy al este, pasando la manada de Liam. Era de hombres lobos y me sorprendió que tuvieran comida para gatos, pero aparentemente en algunas manadas eran criados como animales de mascota, aparentemente habían manadas un poco más adelantadas y de las cuales yo ni siquiera tenía idea. Y recuerdo que en ese momento quise recorrerlas todas. Saber cómo eran sus alfas y si tenían relación con otras especies como las teníamos nosotros. Una vez coloque las cosas de Mini en el lugar que había tomado para ella en la casa de Liam y Dereck salí para dar una vuelta por los alrededores de la manada. Todo estaba tranquilo, había paz alrededor de los bosques, hasta que de un momento a otro todo se volvió un revoltijo de emociones que no me pertenecían y cuando me di la vuelta me encontré con Damián justo en frente de mi. — Eva — su voz diciendo mi nombre con esa letanía baja hizo que algo dentro de mi se
Eva North Nunca había sido de tomar decisiones precipitadas. Siempre debía suceder algo demasiado trascendental que me impulsara a cometer una locura como la que estaba cometiendo ahora. Siempre que necesitaba salir de mi zona de confort solo podía lograrlo si había algo que me hiciera reaccionar diferente a como solos hacerlo con normalidad. Por eso estaba de pie en las afueras de la casa del Alfa. Había tenido que pasar por encima de cinco guardias y ahora todo mi cuerpo estaba cubierto de esa sangre roja carmesí que se escurría por mis dedos a causa de una herida en uno de mis brazos por la mordida de uno de ellos. Pero ni siquiera sentía dolor, lo único que estaba en mi mente en esos momentos era terminar con lo que había ido a hacer y era prenderle fuego a la maldita casa y declararle la guerra a este maldito que asesinó a mi familia. Que asesinó las únicas personas que me habían amado incondicionalmente. Ellos no habían merecido morir y él los mató sin contemplación. Mis
Eva North Mi cuerpo estaba lleno de sangre, mis dedos, mis cabello, mi rostro. Y había olvidado la última vez en la que estuve de esta forma. Cubierta de sangre hasta el cuello y con el pecho latiendo a una velocidad atemorizante a causa de la adrenalina que estaba dispersa por todo mi cuerpo. Había matado a hombres que probablemente eran inocentes, pero se habían cruzado en mi camino y habían intentado detener mis avances y cuando yo me colocaba un objetivo en la mente iba a por el hasta que lo consiguiera. Por eso estaba de pie afuera de la casa de los alfas. La casa de Damian y Damon. Y ni me importaba la sangre en mi cuerpo ni mucho menos. Lo unico que importaba en ese momento era dejarles saber lo que se les venia encima. —No lo considero un error, pero si un problema —dije en cuanto ambos salieron y observaron las fachas en las que estaba -—les he declarado la guerra y saben que soy yo. Y no me importa si ustedes no estan de acuerdo. La cuestion aqui es que usare a sus gue
Damon LennoxSupe de lo que ella era capaz desde el primer instante en el que la volví a ver. Recuerdo que la primera vez parecía un cervatillo asustado que huía de las luces de unas viejas farolas, un cervatillo sucio que necesitaba atencion y cuidados y yo solo me vonvertí en uno más de los que la flajelaban. Pero cuando volvió, cuando esos hermosos ojos que alguna vez tuvo, cambiaron a violeta por esa composición química que afectaba el cuerpo de los cazadores, supe que ella era más fuerte de lo que alguna vez fue. Y probablemente, sin que ella lo supiera, era una de las cazadores más fuertes que alguna vez existió, porque el color en sus ojos era algo que nunca había visto y ahora que lo recordaba era algo que investigaría a cerca de ella. Pero hoy, cuando vino a nosotros luciendo como lo hacía, viendose tan vengativa y luchadora, tan poderosa y confiada en si misma y en sus capacidades, en ese momento supe que ella era más de lo que creí. Y aun cuando sabía que era fuerte, se