Eva North El pequeño pueblo al que habíamos ido quedaba a unos cuantos kilómetros de la manada muy al este, pasando la manada de Liam. Era de hombres lobos y me sorprendió que tuvieran comida para gatos, pero aparentemente en algunas manadas eran criados como animales de mascota, aparentemente habían manadas un poco más adelantadas y de las cuales yo ni siquiera tenía idea. Y recuerdo que en ese momento quise recorrerlas todas. Saber cómo eran sus alfas y si tenían relación con otras especies como las teníamos nosotros. Una vez coloque las cosas de Mini en el lugar que había tomado para ella en la casa de Liam y Dereck salí para dar una vuelta por los alrededores de la manada. Todo estaba tranquilo, había paz alrededor de los bosques, hasta que de un momento a otro todo se volvió un revoltijo de emociones que no me pertenecían y cuando me di la vuelta me encontré con Damián justo en frente de mi. — Eva — su voz diciendo mi nombre con esa letanía baja hizo que algo dentro de mi se
Eva North Nunca había sido de tomar decisiones precipitadas. Siempre debía suceder algo demasiado trascendental que me impulsara a cometer una locura como la que estaba cometiendo ahora. Siempre que necesitaba salir de mi zona de confort solo podía lograrlo si había algo que me hiciera reaccionar diferente a como solos hacerlo con normalidad. Por eso estaba de pie en las afueras de la casa del Alfa. Había tenido que pasar por encima de cinco guardias y ahora todo mi cuerpo estaba cubierto de esa sangre roja carmesí que se escurría por mis dedos a causa de una herida en uno de mis brazos por la mordida de uno de ellos. Pero ni siquiera sentía dolor, lo único que estaba en mi mente en esos momentos era terminar con lo que había ido a hacer y era prenderle fuego a la maldita casa y declararle la guerra a este maldito que asesinó a mi familia. Que asesinó las únicas personas que me habían amado incondicionalmente. Ellos no habían merecido morir y él los mató sin contemplación. Mis
Eva North Mi cuerpo estaba lleno de sangre, mis dedos, mis cabello, mi rostro. Y había olvidado la última vez en la que estuve de esta forma. Cubierta de sangre hasta el cuello y con el pecho latiendo a una velocidad atemorizante a causa de la adrenalina que estaba dispersa por todo mi cuerpo. Había matado a hombres que probablemente eran inocentes, pero se habían cruzado en mi camino y habían intentado detener mis avances y cuando yo me colocaba un objetivo en la mente iba a por el hasta que lo consiguiera. Por eso estaba de pie afuera de la casa de los alfas. La casa de Damian y Damon. Y ni me importaba la sangre en mi cuerpo ni mucho menos. Lo unico que importaba en ese momento era dejarles saber lo que se les venia encima. —No lo considero un error, pero si un problema —dije en cuanto ambos salieron y observaron las fachas en las que estaba -—les he declarado la guerra y saben que soy yo. Y no me importa si ustedes no estan de acuerdo. La cuestion aqui es que usare a sus gue
Damon LennoxSupe de lo que ella era capaz desde el primer instante en el que la volví a ver. Recuerdo que la primera vez parecía un cervatillo asustado que huía de las luces de unas viejas farolas, un cervatillo sucio que necesitaba atencion y cuidados y yo solo me vonvertí en uno más de los que la flajelaban. Pero cuando volvió, cuando esos hermosos ojos que alguna vez tuvo, cambiaron a violeta por esa composición química que afectaba el cuerpo de los cazadores, supe que ella era más fuerte de lo que alguna vez fue. Y probablemente, sin que ella lo supiera, era una de las cazadores más fuertes que alguna vez existió, porque el color en sus ojos era algo que nunca había visto y ahora que lo recordaba era algo que investigaría a cerca de ella. Pero hoy, cuando vino a nosotros luciendo como lo hacía, viendose tan vengativa y luchadora, tan poderosa y confiada en si misma y en sus capacidades, en ese momento supe que ella era más de lo que creí. Y aun cuando sabía que era fuerte, se
Damián Lennox Sangre corría por sus dedos, su bonito rostro y pegaba las hebras de sus cabellos a su cara, se veía tan sucia y llena de rojo. Además opaca en muchas zonas. Sin embargo el brillo en sus ojos resplandecía como enormes rayos de luz. Y la determinación en ellos me dejó saber que no importaba lo que dijéramos, ella lograría sus objetivos aunque tuviera que hacerlo sola y valiéndose por sí misma.Pero yo no le negaría nada, no cuando ahora el lazo nos unía y aunque no estaba completo, podía sentir a través de él la necesidad de venganza que ella sentía en cada poro de su piel, en cada vena de su cuerpo, en casa partícula de su sangre. Yo le daría todo lo que ella me pidiera. Incluso ir a la guerra contra el mundo entero si así lo quería.
Eva North No había arrepentimientos para lo que había hecho. Pero aun podía sentir la sangre pegada en mi cuerpo aun después de que me había bañado muchas veces. Fui a esa manada, envié una clara señal de guerra, maté personas y aun después de regresar a casa el dolor seguía ahí. Agudo, constante, incesante ¿cuándo había sido la última vez que me había tomado el tiempo de sentirme así? Lo había olvidado. Pero, esta vez, no había forma de que lo ignorara, no cuando me había enterado de la verdadera causa de la muerte de mis padres. Todo culpa de él, de un solo hombre, Holand Payton. El hombre que me había hecho la vida un martirio volvía para hacérmela pedazos una y otra vez. Me había alejado de todos, porque simplemente no quería que me vieran en ese momento tan vulnerable, llena de debilidades. Podía haber evolucionado, haberme hecho más fuerte, más inteligente, lo que fuera. Pero aún seguía siendo yo, esa humana que le dolía algo como la muerte de los únicos seres que se molesta
Damon Lennox Cuando desperté, ambos se habían ido. Cada uno lo había hecho por separado, porque un olor se encontraba más persistente que el otro. Sintiéndome más bien de lo que me había sentido en semanas, me levanté de la cama e hice mi rutina matutina antes de bajar a desayunar. Mientras lo hacía, sopesaba las opciones. Eva quería vengarse, quería hacer pagar al hombre que había destruido su vida de todas las formas posibles. Y si bien, podríamos matarlo solo a él, él era un alfa ahora. De alguna manera había construido todo para quedarse al poder y su pueblo, si él lo demandaba, tendría que ir a la guerra por él. Algo que yo quería evitar, porque el derramamiento de sangre, por más cruel que yo fuera, nunca sería mi primera opción. Mi propia gente moriría, personas inocentes también lo harían. Eva lo sabía, pero desde su punto de vista no había otra opción. Y tal vez si la había, solo había que escarbar un poco más, aunque nos estábamos quedando sin tiempo. —Se te va a enfr
Eva North Dereck llegó apresurado y algo sudoroso. Me apuró para que me vistiera porque teníamos cosas que hacer y yo me cambié antes de salir con él de la casa hacia un lugar que desconocía. —Te explico en el camino —dijo simplemente. —Ya estamos en el camino, ahora puedes hablar —le pedí mientras apresurábamos el paso por el bosque para llegar hasta donde nos esperaban. —Damian y Damon transportaron a la hermana de Payton a una cabaña a las afueras del bosque, quieren hablar con ella para sacarle información y poder buscar una mejor forma de derrocar a Holand sin tener que matar gente inocente, pero resulta que ella o está en shock por algún trauma o está en trance y cualquiera de las dos opciones no es buena. —Puedo saber qué es lo que realmente tiene. —Si, por eso he venido a buscarte, sabemos que en sus clases para cazadores les enseñan a separar la magia, la hechicería y simples reacciones naturales por fallos biológicos en las criaturas. —En efecto, así sabemos si tenemos