Ha pasado bastante tiempo desde que Thomas fue y conversó en las tumbas de
sus seres queridos. A partir de ese entonces, las propiedades de los Richardsonhan tenido un auge y una prosperidad sin igual. Seguramente Jack se ganó lasimpatía de Dios y este ha derramado bendiciones sobre toda la familia y susallegados.Los niños Richardson, la hija de Curtis y el hijo del doctor han estrechado tantosus vínculos afectivos y de amistad que se han vuelto inseparables, a tal punto quecuando alguno se enferma, los otros tres no se separan de su cama hasta que suamigo se recupere. Hay veces en las que los cuatro se escapan de sus respectivascasas y se van a acampar en el santuario donde están enterrados los héroes dellugar. Allí recrean lo vivido por sus padres y mantienen más vivas que nunca lashazañas de Joe, Jack y Eva. Este grupo de pequeños vivir&aacCorre el año 1852 en la Inglaterra Industrial, cuna de la modernidad y el desarrollo.Los antiguos paisajes medievales se abren paso a las grandes y modernas fábricascontaminantes, a esto se une la explotación e importación de materias primas con elfin de convertirlas en productos elaborados para el consumo interno y la exportación.Las viejas historias de caballeros, princesas, dragones y hechiceros comenzaron aquedar de lado, y en su lugar emergen relatos sobre nuevos descubrimientos,inventos, mejoras salariales, enfermedades y tratamientos, guerras e invasiones.Juntamente con los avances, el capital empieza a hacer lo suyo y los empresariosinescrupulosos se hacen más ricos explotando a la clase obrera, ya que, porun míserosueldo, numerosos grupos de hombres trabajan de catorce a dieciséis horas diarias.Allí, en este sombrío panorama, se halla un joven ma
Ya con los títulos de propiedad en su poder, Thomas y Martha preparan el equipajepara iniciar el viaje esperado. Él le propone a ella llevar solo lo necesario, ya queacarrear con muchas cosas producirá, irremediablemente, nostalgia. Así que solocargarán con una maleta llena de sueños e ilusiones.Teniendo todo listo, se despiden de sus respectivas familias y así parten a su granaventura. Abordan el SS Great Western, que para su época es el barco más grande delmundo. Se trata de un trasatlántico a vapor con dos ruedas de paleta a los lados y 5velas. El viaje durará 15 días, por lo que la pareja va directamente al camarote aguardar su equipaje.Su aposento tiene una litera, un lavado y un pequeño inodoro. Es mucho más pequeñode lo que imaginaban. Difícilmente pueden estar dos personas en pie rondando porlos alre
El joven matrimonio Richardson está sorprendido y perplejo viendo los muelles deNew York desde la cubierta del barco. No pueden creer lo que sus ojos estáncontemplando.—¡Un nuevo continente que tiene pocos siglos de colonizado y sus puertos seasemejan a los puertos de Londres! ¿Cómo es posible?" —le comenta Thomas aMartha, sorprendido por la majestuosidad de los avances tecnológicos yarquitectónicos a lo largo del paisaje.—Este país ha crecido y seguirá creciendo porque los soñadores vienen de distintoslugares del mundo a hacer realidad sus sueños. Esta es una tierra de libertad, deprogreso. Si tienes la idea, el capital y la convicción de luchar por tus objetivos, ¡estosse te cumplirán! —comenta, de manera muy entusiasta, un pasajero que está al ladode la pareja, y quien luego se aparta camin
Los Richardson continúan el recorrido hacia el lote. Ya llevan, por lo que calculaThomas, aproximadamente dos horas de recorrido. Durante todo ese tiempo, Jack nopara de hablar, contándoles anécdotas personales, informándoles sobre losestablecimientos comerciales, sobre cacería, pesca, entre otras cosas.Continuamente, la pareja ve al pequeño, se miran luego y ríen juntos.—¡Qué buen anfitrión hemos conseguido! —comenta Martha.—¡El mejor! —apoya Thomas.—¡Hemos llegado! Desde aquí empieza su propiedad —dice Jack, justo después de loshalagos de la pareja.El matrimonio se emociona al ver unos bellos pastizales verdes con nogales altos ymuy frondosos. Muchos árboles de pino dan una atmosfera de bosque a los terrenos.Un pequeño río pasa por la zona hasta desembocar en un lago
Es de madrugada cuando los Richardson hacen los preparativos para ir de nuevo alterreno. Esta vez van con más tiempo para ver mejor el lote y así planificar laconstrucción de la casa. Martha compra alimentos para comer mientras estén allá yJack está ayudando a Thomas a preparar los caballos para el viaje. Al estar todo listo,parten al lote en la carreta arreada por los corceles, a los cuales alimentaron bien eldía anterior. Los animales pasaron la noche en una caballeriza que la pareja alquiló.Una vez en la propiedad, Thomas, Martha y Jack caminan por los amplios espacios delterreno. Los Richardson ven maravillados los paisajes a su alrededor. A todos lesresulta imposible no apreciar la magia de las aguas cristalinas del río que atraviesagran parte de la propiedad que era de los Collins.—Más adelante hay una caída de agua —les dice Jack
Después de terminado el desayuno, Jack, Thomas y Curtis preparan los caballos y lacarreta, mientras que Martha toma nota de las cosas que faltan en la casa. Una vezpreparado todo, se disponen a ir al pueblo. En el camino, Jack va contándole a Curtisla historia del Conde de Montecristo, al tiempo que los Richardson escuchanatentamente y ríen, pero sin interrumpir al niño. El carpintero atiendeminuciosamente aquello que le va contando el pequeño. El maestro de la maderanunca había escuchado un relato como ese, por lo que queda embelesado con latrama.—¡Tremenda historia, Jack! ¿Quién se iba a esperar ese final! ¡Cuéntame otra! — diceel carpintero, justo cuando el niño termina de hablar.—Te cuento otra de vuelta a casa, Curtis. Ya estamos llegando a nuestro destino —replica Jack en el momento en que la carreta cruza l
Amanece, y los Richardson están despiertos desde temprano. Martha se encuentra enla cocina, mientras Thomas y Jack están preparando las herramientas para seguir conla construcción pospuesta. La Sra. Richardson se encarga de recibir a Eva, quientambién se levantó de madrugada a ayudar.—¿Qué haces aquí, Eva? Ve a cuidar a Joe. Y no te preocupes, yo me encargo de todo—dice la inglesa, de espaldas y entretanto acomoda unos víveres.—Joe está bien, señora Martha, él está fuera de peligro. Es un hombre fuerte, lo he vistoen peores situaciones, y ha estado bien sin mi ayuda. Yo aquí hago más falta. Venga yle auxilio en lo que pueda —responde Eva, en un español que da muestras de irmejorando rápidamente con el paso del tiempo.Martha, sorprendida por la mejora en el habla, se voltea, y, al ver
Una vez reunidos todos en la casa, y sentados en la mesa, Martha cuenta lo sucedidoen el pueblo. Thomas escucha atentamente, y Joe no termina de dar crédito a lo queestá escuchando. “Esta mujer, realmente, es impresionante”, piensa el zulú para sí.—Martha actuó en legítima defensa. Todos en el pueblo pueden dar fe de ello, inclusoel doctor, quien dio su buen testimonio para con el comisario. Por cierto, en estaúltima figura tenemos a un importante aliado en lo que a protección y materia legalse refiere, por si las cosas se ponen más oscuras de lo ya previsto. Si bien él no cuentacon el poderío que posee el viejo magnate, si tiene a la justicia de su lado, algo contralo que nadie acá puede enfrentarse de por vida, por más dinero que se tenga; además,el funcionario sabe que ustedes son gente buena. Ahora, estemos clar