Los Richardson continúan el recorrido hacia el lote. Ya llevan, por lo que calcula
Thomas, aproximadamente dos horas de recorrido. Durante todo ese tiempo, Jack nopara de hablar, contándoles anécdotas personales, informándoles sobre losestablecimientos comerciales, sobre cacería, pesca, entre otras cosas.Continuamente, la pareja ve al pequeño, se miran luego y ríen juntos.—¡Qué buen anfitrión hemos conseguido! —comenta Martha.—¡El mejor! —apoya Thomas.—¡Hemos llegado! Desde aquí empieza su propiedad —dice Jack, justo después de loshalagos de la pareja.El matrimonio se emociona al ver unos bellos pastizales verdes con nogales altos ymuy frondosos. Muchos árboles de pino dan una atmosfera de bosque a los terrenos.Un pequeño río pasa por la zona hasta desembocar en un lagoEs de madrugada cuando los Richardson hacen los preparativos para ir de nuevo alterreno. Esta vez van con más tiempo para ver mejor el lote y así planificar laconstrucción de la casa. Martha compra alimentos para comer mientras estén allá yJack está ayudando a Thomas a preparar los caballos para el viaje. Al estar todo listo,parten al lote en la carreta arreada por los corceles, a los cuales alimentaron bien eldía anterior. Los animales pasaron la noche en una caballeriza que la pareja alquiló.Una vez en la propiedad, Thomas, Martha y Jack caminan por los amplios espacios delterreno. Los Richardson ven maravillados los paisajes a su alrededor. A todos lesresulta imposible no apreciar la magia de las aguas cristalinas del río que atraviesagran parte de la propiedad que era de los Collins.—Más adelante hay una caída de agua —les dice Jack
Después de terminado el desayuno, Jack, Thomas y Curtis preparan los caballos y lacarreta, mientras que Martha toma nota de las cosas que faltan en la casa. Una vezpreparado todo, se disponen a ir al pueblo. En el camino, Jack va contándole a Curtisla historia del Conde de Montecristo, al tiempo que los Richardson escuchanatentamente y ríen, pero sin interrumpir al niño. El carpintero atiendeminuciosamente aquello que le va contando el pequeño. El maestro de la maderanunca había escuchado un relato como ese, por lo que queda embelesado con latrama.—¡Tremenda historia, Jack! ¿Quién se iba a esperar ese final! ¡Cuéntame otra! — diceel carpintero, justo cuando el niño termina de hablar.—Te cuento otra de vuelta a casa, Curtis. Ya estamos llegando a nuestro destino —replica Jack en el momento en que la carreta cruza l
Amanece, y los Richardson están despiertos desde temprano. Martha se encuentra enla cocina, mientras Thomas y Jack están preparando las herramientas para seguir conla construcción pospuesta. La Sra. Richardson se encarga de recibir a Eva, quientambién se levantó de madrugada a ayudar.—¿Qué haces aquí, Eva? Ve a cuidar a Joe. Y no te preocupes, yo me encargo de todo—dice la inglesa, de espaldas y entretanto acomoda unos víveres.—Joe está bien, señora Martha, él está fuera de peligro. Es un hombre fuerte, lo he vistoen peores situaciones, y ha estado bien sin mi ayuda. Yo aquí hago más falta. Venga yle auxilio en lo que pueda —responde Eva, en un español que da muestras de irmejorando rápidamente con el paso del tiempo.Martha, sorprendida por la mejora en el habla, se voltea, y, al ver
Una vez reunidos todos en la casa, y sentados en la mesa, Martha cuenta lo sucedidoen el pueblo. Thomas escucha atentamente, y Joe no termina de dar crédito a lo queestá escuchando. “Esta mujer, realmente, es impresionante”, piensa el zulú para sí.—Martha actuó en legítima defensa. Todos en el pueblo pueden dar fe de ello, inclusoel doctor, quien dio su buen testimonio para con el comisario. Por cierto, en estaúltima figura tenemos a un importante aliado en lo que a protección y materia legalse refiere, por si las cosas se ponen más oscuras de lo ya previsto. Si bien él no cuentacon el poderío que posee el viejo magnate, si tiene a la justicia de su lado, algo contralo que nadie acá puede enfrentarse de por vida, por más dinero que se tenga; además,el funcionario sabe que ustedes son gente buena. Ahora, estemos clar
Ya en la casa, Thomas se reúne con todos en la mesa y cuenta lo sucedido. Una vezque cada detalle es expuesto, Richardson vuelve su mirada a Bakari y le dice:—Aumentaremos más el entrenamiento, Joe, tenemos el tiempo en contra y debemospulirte lo más que podamos. Ahora regresemos a entrenar.Habiendo dicho esto, todos vuelven a sus puestos. Thomas va a su cuarto a cambiarsede ropas para seguir ayudando a Joe.Y así prosiguen día tras día. Combinan entrenamiento físico con pesas,entrenamientos con la pera fija, con la pera loca y con el saco. Este último, por cierto,está notablemente desgastado, lo que asombra al Sr. Richardson. A las semanas, a Joele toca combatir con Thomas para evaluar sus progresos. Para ello, se van en grupoal lugar especial. El día está claro, perfecto para la lucha. Mientras se ponen losguantes, el Sr. Richardson le
Es el segundo día de combates. La jornada anterior fue gloriosa, Joe luchó contra tresfuertes rivales, y los venció a todos. Ya los Richardson y sus amigos se han preparadopara afrontar los retos de este nuevo amanecer. Una vez que desayunan, cuentan lacantidad de dinero que ganaron en las apuestas.—Si seguimos como ayer, mi querido amigo, podremos hacer tus sueños realidad —le dice Thomas a Joe.Curtis, curioso, pregunta de qué sueño se trata, a lo que Joe le comenta lo que haplanificado con Thomas.—¡Aaaaah!... Gracias por contármelo, campeón. Es difícil, pero no imposible. Yotambién quiero contribuir en la construcción de tus sueños —añade el carpintero. Elzulú asiente, con una notable alegría.Martha se acerca y anuncia que el almuerzo estará listo. Sin perder el tiempo, lo
Y así se ha llegado al último día de combates de la primera ronda de encuentros. Enlas afueras del coliseo improvisado se forma una trifulca, ya que todos los presentesquieren entrar a disfrutar del espectáculo pautado para el día de hoy. La cantidad depersonas que hay afuera duplica la capacidad permitida en el recinto, y esto pese aque se hizo una ampliación. Esa aglomeración es la causante de las numerosas riñas.El comisario y unos oficiales de seguridad se están encargando de poner orden en lasinmediaciones, ellos buscan garantizar que un número justo de espectadores puedanentrar y disfrutar del evento, pero sin sobrepasarse.Los protagonistas llegan una hora antes de las peleas pautadas y un comité debienvenida los recibe. Al bajar de la carreta son felicitados por un grupo de asistentesque estaban esperándolos. A Martha le entregan un g
Ha llegado por fin el día más esperado por todos los habitantes de la región. Estáaquí la fecha de la gran pelea. Montones de personas se encuentran desde tempranohaciendo su respectiva cola para comprar las entradas al espectáculo. Muchos, quevienen de zonas alejadas, han acampado en los alrededores del coliseo con lafinalidad de no quedarse por fuera y así disfrutar de los combates más anhelados.Hay mucho movimiento en el pueblo, como nunca antes, y todo gracias a este eventosin precedentes.La gente aguarda con ansias la llegada de los contendientes. Ya las taquillas de laarena abrieron y se están vendiendo las entradas. Las personas están agolpadastratando de comprar el ticket para disfrutar del evento. Los que pudieron adquirirel billete, proceden a entrar a buscar su asiento para no quedarse de pie. Se sienteuna gran algarabía dentro del