Capítulo 14

—Sube, amor.

Como un caballero, Rubén abrió la puerta para ella y le tendió la mano para indicarle que entrara, cuidó su cabeza mientras ingresaba y cerró la puerta caminando hacia su lado para acompañarla. Sergio no se perdió ni un detalle del sonrojo y la sonrisa apenada de la chica. Nadie la estaba viendo, en teoría, no necesitaba fingir que se tocaba las mejillas encendidas con una sonrisa tonta y se abanicaba el rostro. Tal vez, y solo tal vez, eso podía ser real.

Rosie no se percató en ningún momento de los autos llenos de hombres armados que iban delante y detrás de ellos. Iba demasiado distraída preguntándole cosas a Rubén sobre la casa y si habría más personas, sus nombres, relación con ella y todas esas cosas. Cuando llegaron a la mansión, la mandíbula de la hermosa joven se cayó al suelo.

Nuevamente su esposo abrió la puerta para ella y le ayudó a bajarse, ella no sabía nada de autos como para haber entendido que en ese que venían era un derroche de lujo, pero hasta un bebé
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo