Afortunadamente, todavía quedaba una persona con una pizca de cerebro que prefirió una muerte rápida ante la promesa de Rubén de descoyuntarlo vivo y luego filetearlo como un pez. El pobre chico sabía muy bien que no eran palabras vacías y reveló la información que el jefe necesitaba. Rolando se escondía a plena vista en una mansión cercana a la casa de Alexander donde se suponía que habían trasladado parte de la información contra ellos.

Los demás puntos fueron fáciles y las noticias comenzaron a registrar nuevas explosiones e incendios sospechosos en diferentes puntos de la ciudad. El capitán Sandoval fue la cara visible de esos movimientos y declaró que las fuerzas policiacas le habían dado duros golpes al crimen organizado y a las mafias extranjeras que pretendían infiltrarse en el país para cometer sus fechorías. Fueron palabras fuertes que acusaban directamente a la organización nocaimera conocida como “Los Bughan” de ser los responsables de los primeros atentados y algunos de l