Tener una aventura con el esposo de su prima era totalmente corriente para ella.—Siempre he creído que eres un hombre atractivo… ¿Qué te parece si hablamos de nuestros objetivos en mi habitación? — Ashly se acercó a Samuel de manera muy sensual. La atracción entre ambos se estaba convirtiendo en un arma de doble filo.—Sí, creo que será interesante nuestra conversación… ¡Es un tonto Asher por dejarte sola, y no disfrutarte por completo! — Samuel ya estaba dentro de la habitación, dejó caer la almohada y la cobija para sujetar la cintura de Ashly y atraerla más hacia él. Tanto Samuel como Ashly estaban probando el sabor del chocolate amargo derritiéndose entre sus labios. Estaban al borde de la traición y sellando lo que para ellos era solo un negocio.Mientras tanto, en el interior de la habitación de Katherine, ella estaba sumergiéndose en una profunda tristeza, como en el mar de sus lágrimas, sabiendo que todo el tiempo que estuvo con Samuel quizás fue una mentira. Acurrucada en su
—¿No creen que hacen una bonita pareja? Me alegra saber que por fin Asher haya decidido rehacer su vida nuevamente — Aquel comentario de parte de Katherine estaba molestando a Samuel, pero sin levantar sospechas ante las personas que se encontraban en aquella oficina, decide reflejar una leve sonrisa. Lleva su mirada a Katherine, que estaba sonriendo como si lo que estaba viendo no fuera nada especial. Samuel sabía que aquel comentario de parte de su esposa no era un comentario ordinario. En el fondo de su corazón, se preguntaba si ella tenía alguna sospecha del verdadero vínculo con Siena, pero el joven arrogante se negaba a aceptar aquella idea.—Sí, señora Katherine. Los dos son apuestos y se ven bien juntos. Sin duda, serán una bonita pareja — Alega Martina, quien se encontraba viendo las imágenes de aquel televisor. Katherine, mientras tanto, seguía firmando algunos documentos que ella le había acercado en ese momento.Samuel se sienta en el living de aquella oficina mientras se
Aunque Samuel no le haya prometido la hora de su regreso, ella sigue esperando. Sabe que él no ha llegado aún porque no ve su auto. Pasar una noche más lejos de su esposo se está convirtiendo en algo habitual, y sin darse cuenta, ya no espera verlo dormir a su lado.Samuel finalmente llega a la residencia. Desde la ventana de la habitación, Katherine puede ver cómo su esposo llega con el cabello despeinado, la camisa en la mano y la remera fuera del pantalón. Sabe que no estaba en asuntos de trabajo.Una vez más, Samuel Crowfort estaba en una reunión con una mujer, o varias.Katherine vuelve a la cama y se acuesta.Sabe que debe fingir una vez más que está durmiendo. Es necesario para evitar que Samuel se dé cuenta de que ella está despierta, llorando una vez más por él.Al escuchar el picaporte de la puerta de la habitación, Katherine cierra los ojos. Samuel, por otro lado, entra en la habitación y se acerca a ella para ver si está dormida. Asegurarse de que ella duerma lo tranquiliz
Después de haber pasado por aquel alboroto en la sala, Siena no entiende cómo llegaron a pensar que está embarazada.—Bien, debes comer. El doctor dijo que tenías un poco de anemia, además de la diabetes... ¿Supongo que no lo sabías? — Asher está sentado cerca de ella, destapando la sopa de verduras que le han acercado del hospital. Pero ella no cederá ante las locuras de aquel sujeto que, de manera demencial, se está apoderando de ella y su entorno.«¡Es un idiota!... Otra explicación no la tengo», piensa ella mientras lo observa atentamente cuando Asher sigue hablando.—¡No tengo hambre! — refuta de manera seca. Por un momento, Asher deja de hacer lo que estaba haciendo con la cuchara y la sopa de verduras.—¡Debes comer, y no es una sugerencia! — Alega Asher mientras lleva un poco del caldo en la cuchara a los labios de ella. Ambos se miran insatisfechos por lo que acaba de suceder.—¿Comerás o tengo que obligarte? — Amenaza Asher con voz seca. Siena solo hace unas señas de que no
Después de aclarar aquel malentendido en la familia, Siena ya se encontraba en su departamento junto a su hijo, que cada día crecía de manera saludable y recibía el amor de una madre que jamás le había faltado hasta ahora.Después de un largo tiempo y con un reposo que debía cumplir al pie de la letra, Siena ya se encontraba mejor y pronto se incorporaría nuevamente al trabajo. Aquel descanso era, en cierta forma, un alivio, pero también una manera de evitar ver a Samuel y a la familia del joven CEO. Con ayuda de Selim, ella se había recuperado muy rápido, lo cual era bueno, y ella lo sabía.Ashly, como era de esperarse, se había propuesto invadir el espacio de Asher en cuanto tuviera la oportunidad. Siena recibía un informe diario de parte de Martina, quien dejó claro que la mujer adecuada para el joven apuesto que era el jefe de ambos era ella, solo ella y nadie más. Así lo ratificó Martina en el mensaje que había enviado.Pero para la joven madre, aquella idea estaba lejos de su me
Mientras que Asher y su hermana estaban hablando del proyecto muy entretenidos, para Samuel era una perfecta oportunidad de ir tras de Ashly, Siena quien aun estaba trabajando con los informes de presupuesto, y todo lo que llevaba en armar un informe de aquella magnitud, sintió la necesidad de ir a la cocina por un poco más de café, aun falta una hora para el almuerzo, pero la ansiedad jugaba en su contra. Cuando abre a puerta y cerrarla ve delante de ella como samuel estaba caminando de manera apresurado, lentamente camino sin llamar su atención para luego esconderse detrás de la pared, que dividía la oficina de él y la suya.—¿Qué sucede? ¿Por qué te escondes?... Oye, ¿Por qué nos escondemos? — indaga Martina quien también estaba inclinada viendo lo mismo que veía Siena. Martina estaba viéndola de la manera más confundida que una persona estaría.—¿Escondernos? No estoy escondida… es que, bueno no he tomado nada aun y me sentí mareada, por eso estaba recostada en la pared. — Siena n
—¿Crees que lo hice apropósito? Vaya, sabia que, aunque te dijera que fue lo que sucedió, no me creerías— Replica Siena mientras trataba de controlar su nerviosismo. Estaba a un paso de salir de allí tomar sus cosas y desaparecer de las vidas de todos aquellos que solo la estaba atormentando.—¡Yo sé lo que vi!... Dime ¿Te gusto volver a besarlo?... Siena responde — Asher mientras le preguntaba aquella pregunta que le dolía hacer, quería saber o escuchar de sus propios labios lo que ella pensaba, aunque sabia él la respuesta tenia la esperanza de que ella no dijera aquello lo que tanto temía escuchar. Siena lleva sus ojos ante el agarre de que su jefe y prometido le estaba haciendo, aquel tacto en ella le daba señales que no estaba preparado para escuchar lo que ella suponía que él estaba pensando.Cuanto mas ella trataba en responder su pregunta, mas intensificaba su agarre en los brazos de ella, ya se sentía un poco molesto aquel agarre.—Siena, responde mi pregunta— expone Asher.—
Si, tenia la cara de granito, pero no era la única parte de su cuerpo que logro endurecer. Y al juzgar por su expresión de su rostro, a su jefe arrogante y caprichoso también le había pillado por sorpresa. Asher tenia la mirada con una mezcla de horro y deseo, la mano que sujetaba la muñeca de ella tembló ligeramente antes de apretarla con mas fuerza. Siena, sin embargo, controlo el temblor de su cuerpo y lo miro directamente a los ojos unos segundos para luego desviar nuevamente.Si aquella era una pequeña victoria, aunque la palabra «Pequeña» no fuera la adecuada, Asher lo iba a aprovechar al máximo.El joven Ceo echo la cabeza hacia Siena y clavó la mirada en la suya, forzándola a ver la tentación que encerraban en su interior. Ella pudo sentir como al hombre se le aceleraba el corazón bajo la camisa de color azul que llevaba puesto y escuchó el leve suspiro cuando exhaló. Ella había descubierto sus deseos.—¡Señorita, Siena! — de pronto un destello de luces ilumino su cuerpo, dejá