Samara RogersPor primera vez en tanto tiempo, siento con aquel abrazo protector de mis padres un pequeño calorcito que se extiende en mi corazón y me hace sentir profundamente amada. Algo que nunca experimenté en mi vida y que la única vez que creí era verdad con Will, resultó ser todo una mentira.Mi padre me lleva al sofá y se sienta a mi lado, del otro lado se sienta mi madre y lo único que puedo ver es a todos aquellos ojos preocupados de lo que yo vaya a decir en este instante. Lily, quien se ha sentado en la mesita de centro, me toma las manos para darme fortaleza y comienzo a narrar.—Lo primero que deben saber es que los Rogers son personas interesadas, ambiciosas y muy peligrosas. Adoptaron un hijo que pudiera heredar su apellido y su negocio, pero también a cuatro hijas, a las cuales nos han sacado provecho de todas las maneras posibles… Y no de las mejores.«Se aparecieron unos días atrás buscándome, alegando que les debo dinero. En aquel momento se enteraron de que tengo
Will RussellSigo a Samara por el pasillo, quisiera decirle algo, pero no puedo porque Lily y mi suegra vienen tras de mí. Cuando llegamos abajo, Jake ve a Samara lista para salir y me mira con la pregunta implícita, así que le respondo.—Irá con nosotros —Daryan asiente con una sonrisa y se acerca a ella.—No voy a negarte el derecho a ir, después de todo eres su madre y puedes ayudarnos bastante, especialmente si debemos distraer. Así quiero que oigas mis recomendaciones…—Mejor dile que son órdenes, no le disfraces las palabras —digo mientras tomo una de las armas.—Bueno, eso. Lo primero, si yo te digo que corras, te escondas o que te quedes en el auto, lo harás sin dudarlo —Samara asiente y Daryan sonríe—. Y sólo eso, vámonos.Samara sale primero y casi puedo oler su ansiedad, estoy igual. No quiero pensar en lo que está sintiendo, si yo sólo me enamoré de mis niñas con una fotografía, ella debe estar mucho peor. Le abro la puerta de uno de los vehículos y le hago el gesto con la
Samara RogersExtiendo mi mano para sellar el trato con este cerdo y lo veo sonreír con demasiada satisfacción, así que es obvio que no piensa honrar el trato ni nada que signifique hacerme feliz.—Quiero ver a mis hijas.—Déjame mandar a traerlas… una de ellas es un amor, pero la otra es una fiera —extiende su brazo y se levanta la camisa, en donde puedo ver claramente una mordida.—Willow responde al trato que le dan, no es tonta. Y si ve que ella o su hermana están en algún tipo de peligro, no se medirá en atacar como sea.—Ya tendré oportunidad de adiestrarla dócil y calladita —frunzo el ceño y él se ríe—. Cierto, se irán con su padre… aunque puedo sacarle más dinero si me las quedo.Y antes de que diga nada, se marcha gritando por Agnes y por mis hijas. De pronto, las veo aparecer y mi corazón se me revuelve de pena e ira.—¡Mami! —grita Willow, muerde a Agnes para que la suelte, lo cual consigue, pero ella la detiene tomándola del cabello otra vez. Camino hasta ella, me detengo
ADVERTENCIA: ESTE CAPÍTULO CONTIENE ESCENAS QUE PUEDE NO SER DE SU AGRADO POR LA VIOLENCIA QUE CONTIENE. SE SUGIERE DISCRECIÓN. *** Will Russell Mientras conduzco al refugio de la organización de Daryan pienso en las mil maneras en que podría torturar a Pierce por lo que le ha hecho a mi mujer, pero estoy seguro de que allí encontraré herramientas que liberarán mi imaginación para hacerle pagar no sólo secuestrar a mis hijas y dispararle a mi Samara, sino también todas las porquerías que le hizo. Cuando llego, me dejan entrar sin mayores protocolos, al bajarme del auto un hombre me recibe y me estrecha la mano a modo de saludo. —Buen día, señor Baxter… —Russell, mi apellido es Russell. —Disculpe… el señor Sanders nos llamó para que lo esperáramos. Pierce Rogers está en una celda esperando por usted, llegó hace poco y el médico lo está revisando para contener la herida del hombro, la que no es grave. —Perfecto, lléveme con él. Caminamos al edificio que parece una casa común y c
Will RussellA la noche le sigue una dura madrugada y espero a que me dejen entrar a verla. Mi corazón está dividido, sólo quiero ver a mis niñas, pero tampoco quiero dejarla sola. Llega el tío de Daryan y me da un fuerte abrazo.—Lamento verte de nuevo en estas circunstancias, muchacho.—Al menos me quedo tranquilo porque está aquí —le digo con una sonrisa—. Dígame todo como es, no me adorne nada.—Bien, pero te advierto, nada de lo que viviste te tiene preparado para esto, porque la incertidumbre de perder a la mujer que amamos no se parece en nada, ni siquiera a la guerra. Vamos, te dejaré verla cinco minutos y te explico todo.Transfusiones, procedimientos para mantenerla con vida y un trasplante de médula. Eso es lo que saco de todo lo que me explica y cuando nos detenemos fuera de la habitación en donde se encuentra Samara, me dice con seriedad.—Lily no es garantía de ser donante.—Lo que no entiendo es por qué no la dejaron ser donante de sangre.—Porque puede estar embarazada
Will RussellMi vida se resume en levantarme para cuidar de mis hijas, estar lo más que puedo con ellas y luego irme al hospital para estar con Samara todo el día. Ha pasado un poco más de una semana de la tragedia que embarga mi vida, mi corazón se debate todos los días entre el dolor y la felicidad, aunque al parecer poco a poco se va apagando porque mis hijas están extrañando demasiado a su madre.No las culpo, en su pequeño mundo es todo lo que tienen.Así como todos los días, salgo de la cama con mucho cuidado para no despertar aún a mis gemelas, las admiro dormiditas y cómo ante mi ausencia, las dos se buscan aun sin abrir los ojos y se toman de las manos.Me voy rápidamente a la ducha, me visto dentro y al salir Willow está sentándose en la cama pasándose las manitos por sus ojos, me acerco a ella y extiendo sus brazos para que la cargue.—¿Quieres que te lleve al baño? —asiente y la llevo de inmediato. Cuando estoy terminando, llega Saphira y la ayudo a lo mismo. Mientras las
Jake HuxleyTras despedirme de mi mujer, salgo de la casa con la clara determinación de irme a buscar a Thomas Baxter y que me diga de una vez lo que tiene contra mí, porque no entiendo este nivel de sabotaje en mi contra, además de buscar un investigador externo para que vea si soy víctima de espionaje industrial, porque esto no es normal.Llego al edificio del conglomerado de Baxter y me anuncio en la recepción con mi expresión de empresario odioso que tan bien me sale cuando me quieren joder.—Buenos días, señor…—No estoy para cordialidades, dígale a Thomas Baxter que Jake Huxley está aquí para verlo.—Di-disculpe, pero ¿tiene cita?—No, aún así no me iré sin que me reciba.—Lo siento, señor Huxley, en verdad quiero hacerlo pasar, pero el señor Baxter no recibe a nadie sin cita y puedo perder mi empleo si lo dejo pasar…—Tranquila, Mily —oigo la voz de una mujer joven tras de mí y veo que es la hermanita de Will, que ya no es una niña—. Yo atenderé al señor Huxley… acompáñame.La
Jake HuxleyA mi alrededor escucho gente gritando, alguien que me llama y yo sólo intento abrir los ojos, pero no puedo. El dolor es tan intenso en uno de mis brazos que nada de lo que hagan me distrae de él.—Señor, ¿me oye? Ya viene una ambulancia en camino… aguante.—Mmm… —es todo lo que respondo.Luego de un tiempo indeterminado escucho las sirenas, gente gritando, sierras trabajando hasta que logran sacarme.—¡Fractura de cúbito! ¡Contusión en la cabeza! ¡Hemorragia en la pierna izquierda a la altura de la tibia!—¡Signos vitales bajos, constantes! ¡Semi consciente! —abro un poco los ojos y susurro.—Lily… esposa…—Tenemos su teléfono, ¿desea que la llamemos?—Sí… Lily… —y me vuelvo a perder en esa oscuridad.***Lily LloydTermino de leer la demanda y me pongo de pie para ir a ver a mis hijos que juegan en el jardín, pero mi teléfono me detiene y contesto la llamada de inmediato.—Aló… —respondo con cierto temor cuando lo primero que llega a mí es el sonido de una ambulancia.“¿