— Aquí se siente su olor, pero ¿dónde pudo haberse metido? – los dos guerreros llegaron hasta el callejón, pero estaba vacío, solo con una vieja carreta de madera, algunos barriles vacíos, pero ni rastro de Rose. — No tiene salida, ni manera de haber escalado este muro. — Aquí hay una puerta que d
Antes de que lo averiguara, un fuerte golpe cayó en la parte posterior de su cabeza y la hizo desmayarse en el suelo como un pollo muerto. — Esta es una oportunidad caída del cielo, vamos a avisarle enseguida a la jefa, para ver que hace con esta humana – el cantinero, que estaba detrás de Rose y e
— ¡Querida manada, démosles la bienvenida a los cachorros de Antiguo, ah no, ahora hay que decirles, a los Alfas! – la voz de la mujer resonó burlona y todos alrededor comenzaron a murmurar y a reírse. — Eres la mujer que estaba loca obsesionada con el Alfa Cohen ¿Qué haces aquí y como te atreves a
Desde que Rose fue hecha prisionera y llevada a la plaza, se preguntó, ¿qué clase de destino de mierd4 era este que le había tocado? Siempre tenía que estar en el medio de algo turbio y ser el personaje más débil, la manzana de la discordia y ahora, le tocaba ser la rehén. Cuando vio al enorme hom
Rose se quitó las viejas pantuflas que, por suerte, eran como tipo zapatillas, si no andaría como loca corriendo descalza por el bosque. Su tobillo palpitaba y ya pasaba de rojo a un púrpura un poco escandaloso. Con cuidado de no resbalarse, comenzó a dar sus pasos, internándose en la fría agua.
— Si de verdad te damos tanto asco, créeme que lo sabremos, nunca te obligaríamos a algo que realmente no quieres. — Ya que tu boca mentirosa nos niega tanto, entonces probemos si tu cuerpo es más honesto. — Eso que me pides, yo… — Déjanos tocarte solo por cinco minutos, Rose, si no logramos hac
Rose abrió la boca en un gemido que no pudo contener y que se perdió en la garganta de Maell, cuando aprovechó para comenzar a besarla con pasión. Dos lenguas la invadían de dos maneras apasionadas y locas. Explorando y saqueando, tomando absolutamente todo de ella. Maell la agarró con fuerza por
— Esto ha salido mejor de lo esperado, para que veas que en ocasiones mis locuras sí funcionan. Niall suspiró, mirando a la hermosa mujer acostada sobre el amplio lomo de Finn, el lobo de su hermano, que caminaba despacio y concentrado en cuidar su mayor tesoro. «Al menos por ahora, ella decidió