Arturo, naim, deimon, kevin y Damian fueron a las mazamorras en silencio mientras las mujeres terminaban de preparar la cena y poner la mesa.

—deténganse quiero tener una conversación a solas por última vez con él—

—¿estás seguro?—

Espetó Kevin tocando su hombro

—lo estoy, luego los llamaré para terminar este trabajo que hemos pausado por tantos años—

Dio pasos sonoros en todo el lugar retumbando los oídos de eliot quien gruñó, no había luz solo la alta visón de los lobos ya que la luz para eliot fue negada solo vivía bajo la oscuridad, pero naim llevaba con el una linterna y pensaba torturalo con ella. La falta de luz por tanto años hace que el cuerpo se adapte a ello y al volver a ver luz solo provocaría dolor e incomodidad.

Tocó cada una de las barras llenas de moho haciendo sonido molesto para los oídos del lobo encerrado quien gruñó más fuerte en señal de molestia y naim dejó de hacer aquel ruido incluso ni su respiración escuchaba pero de pronto encendió la luz Justo en la cara