Naim dejó a su Akira en su casa luego de su berrinche y se dirigió al despacho ahí se encontraban kevin y Deimon llegó abrió la puerta y se sentó
—hasta que por fin regresas.—
Dijo kevin sin apartar su vista de la laptop mientras que Deimon leía unos papeles y no prestó atención sabía que naim perdía mucho tiempo detrás de su hija.
Este no dijo nada solo respiro y puso las dos manos su cabeza Deimon levantó la vista hacia naim y le dijo
—si tienes algo que decir dilo ahora—
Ya Deimon sabía muy bien que naim no paraba de hablar y si no lo hacía era porque estaba en problemas o quería decir algo y no sabía cómo.
—odio que me conozcas sabes—
Dijo naim haciéndose el resentido a lo que Deimon sonrió
—el sentimiento es mutuo hermano—
Ambos rieron, sus únicos problemas eran cuando naim le hacía exigencias sobre Akira y Deimon no estaba de acuerdo.
—¿que pasa naim? Por favor dime qué no vienes a tocar el mismo tema de siempre porque no cambiaré de opinión sobre mi hija y eso lo sabes—
Naim sonrió suavemente antes de responderle
—hoy no—
Deimon sonrió alegremente antes de responderle a naim y kevin empezó a prestar atención a dichos dos lobos.
—¿entonces que es?—
Deimon no se contuvo y seguía insistiendo a naim para que le cuente que le pasaba.
Naim se pausó un poco antes de hablar pero sabía que tarde o temprano tenía que hacerlo
—hermano yo...yo quiero recuperar mi manada tengo algunas ideas y planes de cómo hacerlo y no es que me sienta mal aquí en rakasha al contrario esta manada también es mía y siempre la protegeré con mi vida pero Akira necesita ser para lo que fue destinada una reina y yo... sólo soy un beta y no es que esté mal no te ofendas pero ella se merece ser alabada por todos y se que lo hacen porque es tu hija pero quiero que también sea reina y señora como lo es Abril—
Deimon se quedó mirando fijamente a naim antes de responderle dentro de él sabía que este día llegaría que naim tendría que marcharse pero Deimon no se sentía tan preparado para ver a su mejor amigo partir llevándose consigo su hija y sonaría egoísta pero después de todo lo que hizo naim por descubrir la verdad Deimon tenía ese sentimiento ahí más grande aún no quería que su mejor amigo se vaya de la manada no le importaba si luego de su acuerdo el y Akira vivieran en la mansión y ahí mismo tuvieran sus cachorros pero sabía que ese día de naim partir llegaría. Naim no era un beta era alfa en su manada y decidió volverse beta por el vínculo que tenía con Deimon una amistad tan fuerte que no logró que naim se quedara en su manada liderando el cual su hermano menor tuvo que tomar su puesto.
—naim yo sé que ese día de marcharte llegará pero todavía no es el día, Akira aún es pequeña sin importar que mañana cumpla 16 aún no tiene edad para irse a vivir sola por más que la cuides Akira aun depende mucho de su madre y de mi para poder...-
Naim no lo dejo continuar y se levantó de la silla indignado
—ya basta Deimon, ¿por qué siempre pones a Akira de por medio cuando sabes que quiero algo? no es Justo Deimon.—
Deimon se quedó mirando a niam sabía que el tenía razón pero Deimon tenía miedo de que algo le llegara a pasar a ambos si se iban de su lado no solo por Akira también quería tener a naim cerca.
Naim no dejó que Deimon volverá hablar y salió del despacho con brusquedad.
—Deimon naim tiene razón siempre usas a Akira de por medio cuando se trata de algo.—
Dijo kevin mientras que Deimon sólo le dijo
—dime algo kevin, mañana es el cumpleaños de Arturo ¿que harás cuando el reclame a Leila como suya? ¿Dejarás que venga a vivir aquí a la mansión sin oponerte? ¿o serás padre protector como yo?.—
Deimon salió del despacho dejando a Kevin pensativo bien sabia este que su hija era de Arturo y que en un momento ella tendría que venir a vivir aquí y eso era algo que le daba dolor de cabeza más sabiendo que su hija en varias ocasiones llegó llorando a casa porque Arturo no la dejaba socializar con los niños, sin olvidar el día que les rompió las piernas a un lobito por celos, sabía perfectamente que Arturo tenía el mismo carácter de su padre.
Deimon fue directamente a buscar a su mujer quería hablar con ella y sentirla subió a la habitación se quedó observando la mansión que con el paso del tiempo era más bonita más colorida y menos oscura su esposa había cambiado prácticamente todo decía que sus hijos debían vivir en un lugar que se muestre lleno de alegría y no tan oscuro como era la casa antes. Deimon trabajo aún más con la ayuda de Abril quien no solo se encargaba de cuidar a sus hijos también lo ayudaba con la manada.
El pasillo hacia las habitaciones tenía mucha luz y muchos cuadros en la pared de toda la familia pero habían fotos de Akira y Arturo por todas partes Deimon y Abril así lo querían amaban a esos dos hermosos mellizos más que a sus vidas, Deimon se sentía tan orgulloso de Arturo y trataba a su hija como a un cristal eran sus más preciados tesoros, ellos y su hermosa esposa Abril.
—amor—
—al fin recordaste que tenías una esposa—
—siempre recuerdo que tengo una esposa—
Deimon dio pasos lentos hacia su mujer quien estaba sentada mirando desde su celular como iban instalando todo para la celebración del cumpleaños de sus hijos
—hola hermosa mujer—
Dijo este besando los labios de Abril y mordiéndolos suavemente esta no se aguanto y abrazo a su lobo y enredo sus piernas en su cintura, este la sostuvo por el gran trasero y la llevó a la cama donde empezó a comérsela con desesperación. Entre gritos, jadeos y sudores se hallaban Abril y Deimon está se encontraba encima de el dando sus últimos movimientos hasta que sintió su lobo correrse y apretarla por la cintura haciendo presión hacia abajo.
—Hmmm, necesitaba esto—
Dijo Deimon al oído de su esposa y besando su cien con sudor, esta se hallaba encima de él desnuda mientras el acariciaba sutilmente su espalda Abril tenía que hablar con su lobo e iba aprovechar el momento ese donde terminan de estar juntos el queda vulnerable y cedé a todo lo que ella pida.
—amor—
Dijo ella suavemente mientras jugaba haciendo círculos en su pecho con sus dedos el le respondió tranquilamente sabía que cuando ella decía así luego de una jordana de sexo era porque algo deseaba y el cumplía todos sus deseos, veía por los ojos de Abril.—¿que desea la reina se mi manada?—
Dijo el dando una beso en su cabeza y abrazándola más a él, ella no dudó en hablar
—Deimon Akira está sufriendo, hoy tuve que calmarla lloro mucho en mis brazos, tú más que nadie sabes lo difícil que es estar sin tu pareja Akira es pequeña en cierto modo pero ya van varios años y naim nunca la ha dejado ni si quiera lastimarse creo que es un poco injusto que no le permitamos que se amen uno al otro sin necesidad de esconderse porque aunque te hagas el inocente sabes que esos dos se ven a escondidas, no quiero que mi princesa esté vulnerable por no permitirle que esté con su lobo ya de por si a veces siento que no será una loba—
Deimon respiro profundo sabía que su esposa tenía razón su hija ya cumpliría dieciséis años y tendría que aceptar a naim de cualquier modo, es su naturaleza lo que Abril no sabía era que naim había hablado con Deimon sobre marcharse de la manada y si naim se marchaba Akira se iría con él y eso era algo que ni Abril aceptaría.
—amor... naim quiere recuperar su manada—Dijo Deimon mirando a Abril a los ojos —¿Sabes lo que significa eso cierto?— Abril no emitió sonido alguno no dejó de mirar a su esposo a los ojos y de su cara bajaron dos lagrimas—no quiero llorar sabes— Dijo ella con voz afligida sabia que ese dia llegaria solo que no penso que iba hacer tan pronto, su pequeña Akira, amaba a ambos hijos por igual pero arturo era como su padre tan decidido y audaz que rara vez necesitaba de su madre. —se que este dia iba a llegar ya lo se pero no pense que iba a ser tan pronto, yo se que no estaras de acuerdo pero naim a cuidado muy bien a nuestra princesa y debo aceptar que esta es la realidad de mis hijos—deimon cambio de lugar su cara, su esposa tenia razon pero el no estaba de acuerdo no queria ajarse de sus hijos nunca, solo recordar todo lo vivido durante el embarazo de abril le causaba frio a un cuerpo caliente como el de un lobo.—no quiero alejarme de mis hijos es solo eso——deimon—este se le
—Arturo supéralo—Dijo Akira riendo, Deimon trataba de no reír pero su cara decía otra cosa —Deimon si te ríes prometo que no te hablaré durante dos dias—Todos querían reír pero la cara se Abril estaba muy seria y todos le tenían miedo a esa cara podría ser la mujer más dulce pero cuando se enojaba le daba castigos a todos sin importar quien sea.—amor ya quita esa carita y ve a cambiarte si—Dijo Deimon besando suavemente los labios gruesos de su amada esposa la cual tomó la cara de este y repartió besos hasta en su barbilla la cual le provocó cosquillas, para Deimon y Abril darse afecto delante de su familia era normal.—Akira ire a ver qué todo esté en orden y cuando ya sean las 12 esperare con ansias tu llegada... te amo-Le susurro naim al ver a Deimon entretenido con Abril o eso creía él —te escuche lobo desgraciado— Le gritó Deimon mientras que naim sonrió y camino hacia la puerta luego de darle un suave beso en las manos a Akira.—hijo ¿hasta cuando?—Le preguntaron Damián
Akira iba del brazo de su hermano sonriendo y sintiéndose tan especial, era el día en que descubriría si era una loba o no y aunque le daba curiosidad tenía miedo de no ser lo que ella esperaba y decepcionar a todos especialmente a naim, el siempre le había dejado claro que sea una loba o no él siempre estará para ella, pero sus inseguridades la llevaban siempre a pensar lo peor.Ambos hermanos se dirigieron por el pasillo hacia la sala donde habían flores entre blancas y rojas por todo el lugar y globos dándole un toque festivo a toda la casa ambos se detuvieron en la gran puerta a esperar que sean las 12 para que estas sean abiertas para que ambos salgan a celebrar y a mostrar sus respectivos lobos o eso creían ellos.—¿como te sientes Akira?—le pregunto Arturo a su hermanita mirándola con amor y tranquilidad —estoy nerviosa por lo que pueda pasar en realidad, solo espero que todo salga bien no quisiera decepcionarlos—Akira recostó su cabeza en el hombro de su hermano y este le
Akira intento moverse lentamente miró a naim y este le dijo que no con los ojos ella se mantuvo quieta pero su corazón latía fuerte sentía pánico su hermano se estaba convirtiendo en algo horrible Leila por otra parte se le iban a salir los ojos negaba aterrada apretó el agarre de su madre temblando, todos estaban asustados debido a que Deimon nunca tuvo control sobre él y ellos no sabían si Arturo iba a reaccionar igual a Deimon.Naim estaba escaneando todo el lugar para ver cómo sacaba a Akira de ahí pero no podían arriesgarse, los huesos de Arturo se alargaron sus colmillos eran gigantescos se paró babeando y mirando para todas partes sus ojos brillaban en la oscuridad y empezó a olfatear, con sus ojos buscaba algo Akira sabía que su hermano buscaba a laila y se movió este rápidamente empezó a gruñir tan fuerte que todos empezaron a temblar a excepción de Deimon, Kevin y naim.Abril se iba a desmayar al ver cómo su hijo le gruñía fuertemente a su hermana y se acercaba a ella Abril
—¿que pasa mi amor?—Corrió linda hacia su hija al verla tocarse las cien con dolor punzante y las venas marcarse en ellas, los lobos se empezaron a preocupar naim estaba desesperado tratando de calmar a Akira y Kevin y linda a laila quien gritaba más fuerte que Akira sintiendo que algo dentro de ella se removía y la hacía sentir dolor—madre duele mucho—Dijo laila visiblemente incómoda y cerrando sus ojos por inercia —¿que le pasa a las chicas? esto no es normal—Dijo Damián el abuelo con desesperación, la señora mercedes se paró en medio de todos —ssshhhhhh silencio—Todos la miraron no entendían que estaba haciendo pero ella era una Ninfa y tal vez podría ayudarles a descifrar que les pasa a las chicas, tomo una bocanada de aire y cerro sus ojos y suspiró. Las chicas seguían bastante incómodas naim no dejaba de mirar a Akira y la tocaba suavemente en la cara de ella mientras sostenía una de sus manos, Abril estaba colocando toallas húmedas sobre la frente de su hija y Deimon y D
Había llegado la mañana Arturo despertó sintiendo un terrible dolor en su cuerpo como si lo hubiesen aplastado dos carros, tiro sus pies al piso y sostuvo sus dos manos del borde del colchón, bajo su cabeza miró su teléfono y eran las seis de la mañana —puedo oler lo cerca que esta mi loba—Arturo miró rápidamente para los lados buscando quien le había hablado —debo estar loco o el cansancio aun no se me quita-Estiró el cuello y los brazos mientras bostezaba—¿entonces no recuerdas que me tienes dentro de ti Arturo? ¿Eres estupido o que? Para ser tan especial eres muy estupido—Arturo corrió al baño y se miró en el espejo al parecer no recordaba nada de lo que había pasado la noche anterior, se quedó viéndose, bajo su cabeza al lava manos y se echó agua en la cara cuando volvió a subir su cabeza para mirarse al espejo otra vez no vio su cara habitual si no la de la bestia horrible que había salido de él la noche anterior. Arturo se dio un gran susto tanto que cayó al piso golpeándo
—eres tan hermosa—Gabriel la miraba intensamente y recorrió todo el cuerpo de laila quien no lo mostraba, no era la típica chica de usar ropas mostrando todo, más bien siempre andaba en jean camisetas pero tenía una pijama dejando ver sus pequeños pechos y su diminuta cintura provocando que él pase su legua por sus gruesos labios resecos mientras en su cabeza salvaje pasaban muchas imágenes de laila y no solo sexuales, él sentía el terror de laila y eso lo hacía sentirse mejor tenía el control de la situación, cómo él quería.—voy a quitar mi mano de tu boca y no vas a gritar ¿entendido?—Laila movió su cabeza dándole entender que sí y este despego su mano lentamente, Arturo tenía una batalla interna con su lado salvaje no podía tener el control pero no se iba a dar por vencido, era un tipo de mal carácter pero no iba a tratar a laila menos que una dama y no se iba a permitir que su primera experiencia sexual o de su marca que era algo íntimo su salvajismo lo arruine.Gabriel miraba
—eres totalmente inútil—Arturo corría por el bosque a gran velocidad esquivando rocas y ramas estaba muy furioso le indignaba no poder controlar a Gabriel del todo, la bestia que había dentro de él y lo hacía sentir inútil—¿podrías callarte ya? Tú voz en mi cabeza me exaspera—Dijo Arturo frenado de golpe, cualquiera que lo viera hablándose a si mismo diría que estaba loco y mas por su forma tan violenta de gritarse a si mismo —eres débil Arturo, si no hago yo las cosas nunca las harás por ti mismo——¿acaso olvidas que somos la misma persona bestia estupida?—Su bestia empezó a gruñirse a si mismo en desacuerdo con Arturo no entendía porque el era tan débil y no le hacía caso en cuestión de cómo tratar a laila pero Arturo sabía que si le hacía caso a él solo lo alejaría más y eso era algo que no se perdonaría y menos después de llegar a su etapa donde su lado salvaje había despertado, sabía que en un momento a él llegaría el celo y no iba a permitirse no estar con ella para cuando