—Espérame aquí —repuso Logan, más suplicante que autoritario.—Me prometiste que te quedarías conmigo —repuso Rachel, comprendiendo de inmediato lo que pretendía.—Lo sé, pero… —Suspiró—. Solo déjame ir. No pasará nada. Te juro que procuraré mantenerme a salvo, pero necesito asegurarme de que ese enfermo no se salga con la suya.Rachel inspiró profundamente y lo miró directo a los ojos. No podía oponerse, pero así cómo él no quería que le pasara nada a ella y a su hijo, ella tampoco quería que le sucediera algo a él.—Ni siquiera tienes cómo defenderte —dijo con el ceño fruncido—. Sé que te pasa lo mismo que a mí, y quieres ser parte activa de esto, pero… —Suspiró, tomando su bolso—, no puedes ir desarmado.Acto seguido, sacó su arma y se la entregó a Logan.—¿Para qué la trajiste? —preguntó Logan, con el ceño tan fruncido que prácticamente formaba una V—. ¿Pensabas involucrarte? —inquirió con un tono lleno de horror.—No, jamás haría eso. Pero… quería estar preparada. Algo me decía q
Una hora más tarde. El ambiente dentro de la estación de policía era denso y opresivo, lleno de una tensión casi tangible que reflejaba a la perfección la intensidad de la persecución que se llevaba a cabo en la carretera, a varios kilómetros de allí.Rachel se encontraba sentada en una pequeña salita en compañía de Cherry, luego de que ambas fueran trasladadas allí por los agentes del FBI encargados de protegerlas, tras la huida de Markus y Joseph, la cual dio inicio a una complicada persecución. Los vehículos del FBI y de la Interpol, junto a Logan y Victor los seguían de cerca a través de una de las carreteras más peligrosas de las afueras de la ciudad.La mente de Rachel se encontraba dividida. Mientras una parte de su ser se sentía sumamente aliviada de que las contracciones hubieran desaparecido y de que el médico que había llamado el agente Roberts del FBI le hubiera hecho un ultrasonido descartando cualquier complicación, otra parte de su ser se encontraba sumida en la preocu
El motor del coche rugía mientras Victor, con el rostro endurecido por la concentración, mantenía el volante firme entre sus manos. Cada centímetro que los separaba de la camioneta de Joseph y Markus representaba una posible escapatoria y Logan no estaba dispuesto a permitirlo.Logan tenía la mandíbula apretada, mientras sus pensamientos oscilaban entre la misión que estaban a punto de completar y Rachel. Su promesa de volver a ella lo mantenía concentrado.Victor, con el ceño fruncido, aceleró. El Jeep de los fugitivos estaba a escasos metros de cruzar el río.—No pueden cruzar ese puente. Si lo intentan, podría colapsar y matarnos a todos —dijo Victor, sin apartar los ojos del camino, con la voz tan tensa como una cuerda a punto de romperse.Logan observó el puente a lo lejos, el cual se trataba de una antigua estructura de madera vieja y desvencijada. Era un riesgo, pero lo que estaba en juego era demasiado alto. No podían permitir que Joseph y Markus desaparecieran en el bosque, d
De regreso en la estación de policía…Rachel se había mantenido en silencio durante lo que le parecieron horas, mientras su mente viajaba constantemente hacia Logan, imaginando todos y cada uno de los posibles escenarios que se podían estar desarrollando en la carretera. La imagen de los disparos, las curvas traicioneras y el polvo levantado por los vehículos no dejaba de atormentarla. Pero, entonces, la radio en la estación crepitó, dando paso a la noticia que tanto había estado esperando.—Equipo Alpha a la base. Equipo Alpha a la base —oyó que decía la voz del piloto del helicóptero—. Joseph y Markus han sido capturados. La operación ha concluido con éxito. Repito, la operación ha concluido con éxito.Al oír esto, Rachel sintió que el mundo se detenía por un segundo. Su corazón, que hasta ese instante latía frenéticamente, se calmó casi en un segundo, inundándola de una poderosa sensación de alivio, tan profunda que se vio obligada a cerrar los ojos por un breve momento. El peso qu
Un mes y medio más tarde…El tribunal estaba sumido en un inquietante silencio. Los pocos murmullos que surgían entre los asistentes se desvanecían con rapidez al escuchar el eco de los pasos firmes sobre el suelo de mármol.Logan y Rachel se encontraban sentados en primera fila, con una vista clara del estrado en el que Joseph y Markus, por fin, serían juzgados. Para ambos, aquel juicio marcaba el final de una maldita pesadilla que los había mantenido al borde de la locura durante los últimos meses.Rachel, con una mano descansando sobre su abultado vientre, observaba el lugar con el corazón latiéndole a mil por hora, consciente de que aquel día sería decisivo. Un mes y medio después de la captura de Joseph y Markus, la vida había comenzado a tomar un rumbo mucho más normal, a pesar de que nada de todo lo que había sucedido sanaría rápidamente.Mientras Rachel observaba el estrado vacío, no podía evitar sentir una mezcla de emociones que era incapaz de ordenar.—¿Estás segura de que
—Estoy bien, Logan, solo me siento un poco incómoda. No te preocupes —respondió Rachel, apretándole la mano con suavidad—. Podemos esperar a que termine el juicio. Todavía no es el momento.Logan frunció el ceño, visiblemente preocupado. Sabía que Rachel era fuerte, pero la idea de que pudiera estar teniendo contracciones en medio de aquel juicio lo inquietaba sobremanera.—Rach, querida, si sientes algo más fuerte, no tienes que quedarte aquí —insistió Logan—. Podemos irnos al hospital ahora mismo.Rachel negó con la cabeza, decidida.—No, Logan. Quiero ver esto hasta el final. Aún es soportable. Si las contracciones empeoran, te lo diré, pero de momento estoy bien, no son tan frecuentes.Logan no estaba completamente convencido, pero al ver la determinación en los ojos de Rachel, decidió confiar en su juicio. Aunque todavía inquieto, asintió y mantuvo la mano de su esposa entre la suya.Mientras el juicio continuaba, comenzaron a ser presentadas las pruebas irrefutables que tanto el
Mientras Logan y Rachel se encaminaban apresuradamente hacia el hospital, y a pesar de las contracciones, Rachel no pudo pensar en Cherry. Durante las semanas posteriores a la captura de Joseph, y después de haber sido testigo de los crímenes cometidos por el hombre que se había enamorado y de haberse involucrado en ellos, directa o indirectamente, Cherry había optado por colaborar plenamente con las autoridades. Por lo que, gracias a la información que había proporcionado y a su testimonio, había logrado ser juzgada obteniendo una condena mínima de cinco años.Por su parte, Logan no podía apartar la vista de la carretera, salvo en las ocasiones en las que miraba a Rachel de soslayo, comprobando que estaba bien. El camino se le estaba haciendo interminable, pero no tenía tiempo para detenerse a pensar en el recorrido ni mucho menos en los kilómetros. Lo único que ocupaba su mente en ese momento era Rachel, quien, sentada a su lado, tenía el rostro pálido, mientras posaba una mano sobr
Logan se quedó sin palabras por un momento, atrapado en la intensidad de sus ojos. Ella, a pesar de todo lo que estaba pasando, le había confesado lo que él había estado esperando desde hacía tiempo. Sin embargo, escuchar esas palabras ahora, en ese momento tan especial para ambos, durante la llegada de su hijo, lo golpeó con una fuerza inesperada.—Yo también te amo, Rachel —respondió finalmente, con la voz cargada de emoción—. Desde el primer día supe que eras diferente. Eres todo para mí.Rachel sonrió con suavidad, aunque el dolor no dejaba de aumentar. Su mano apretó con más fuerza la de Logan mientras la doctora continuaba dando indicaciones. El trabajo de parto estaba en pleno apogeo, y Logan no apartaba los ojos de su esposa, admirándola más que nunca.El reloj parecía haberse detenido, y Logan se encontró reflexionando sobre todo lo que habían tenido que pasar desde el inicio. Y, sin embargo, allí estaban, juntos, a punto de traer una nueva vida al mundo, a pesar de todo.Fin