Tej.__ El señor Ismael Alcázar quiere verlo. - me avisó Lety, mi asistente. - Dice que no se irá hasta que hable con usted.__ Dile que tengo una reunión. - dispuse mirando los documentos que tenía entre mis manos. __ Señor, no hay nin...__ Pues hay una urgente si yo lo quiero. - corté la comunicación de inmediato. Seguí viendo la demanda en contra de Irene, al tiempo que tenía la llamada que tenía de Nicolás en mi celular. Este me explicó la opción que según su esposa pedía tomar. Una repartición de un sesenta por ciento para Irene y cuarenta para ella. Alegando que sí podía dejar de pelear.A cambio pedía no divorciarse de Nicolás, algo que él no estaba dispuesto a ceder. __ ¿Porqué te incluye a tí esta vez? - cuestioné. Era curioso que lo haya visto como una oportunidad más. __ Tengo un testamento donde no figura. La única forma en que disfrutaría de mi dinero es siguiendo con el matrimonio. - comunicó enmedio de un suspiro. __ Aiden se hará cargo de tu divorcio. - recibí la
Irene.Incorporarme de nuevo a mi trabajo fue algo que desee hacer con rapidez, pero no podía por orden médica. Para seguir en mi rol de casamentera, debía moverme con rapidez, cargar algunas cosas y estar pendiente de que otras salieran a la perfección. No podía aunque lo deseara, aunque Rosy hacía un buen trabajo como mi reemplazo temporal. Cosa que prometió debía devolver con otro favor luego, ya que era demasiado para mí. Me hizo reír con sus anécdotas, igual adoraba verla enojada porque siempre se mostró ser alguien pacífica. __ Ya, solo sigamos con los arreglos. - dijo después de dos horas quejándose de ser el objetivo de alguien que le caía en la punta del pie. __ Un cliente no regresaría si no tiene interés. - recalqué. __ Si su interés es que me quede sin pelo, déjame decirte que está a punto de lograrlo. - exclamó entrelazando algunos globos. - ¿Azules o grises? Señaló el grupo que tenía en las manos. Señalé las que quería y siguió en la columna que quería formar.__ E
Irene.__ ¿Llegué temprano? - preguntó una vez más la hermana de Tej. - Por lo que veo sí. __ ¿Que haces aquí? - sacudí la cabeza. - Marissa no está en este momento.__ No vine a verla a ella. - me pasó atropellando con el hombro. - Perdona si te lastimé, pero viví aquí.__ Vivir aquí no te da el derecho de golpear a quien tengas en frente.__ Tu no hables de derechos. Ni siquiera lo tienes de estar aquí. - abre los brazos. - Que te creas la esposa de Tej no quiere decir que lo seas.__ Porque tú ayudaste a que no llegara a la boda. - replanteé con su mismo tono.__ Oh ¿de verdad? Es que tengo mala memoria. Ya sabes, se me olvidan algunas cosas. - colocó el bolso bajo su brazo. - Pero no me culpes solo a mí. Era tu esposo quién ansiaba verte, yo solo... conduje el camino. __ ¿Que ganaste, Alma? - la encaré. - ¿Que ganas al querer matarme? __ No quiero matarte. - recalcó. - Lo único que quiero es que dejes de portarte como una inocente persona a la cual todo mundo le debe tener lást
Tej.__ En serio a veces eres muy inteligente, otras no tanto, pero hoy, hoy quiero...__ Deja de decir tanta incoherencia y mejor dinos cuál es el plan real. - interfirió Aiden en la palabrería de George. __ Ese es el plan real. - reiteré viendo su desconcierto ser mostrado en cada gesto que dejaron a la vista. - No les pido que me acompañen. Solo los quise poner al tanto de todo. Pasé a Julián a mi otro brazo, mientras George le pasaba el jugo a la pequeña Sophie. __ ¿Que tengo? - palpé mi cara con los dedos. __ No puedo creerlo. Creí que habíamos quedado en que nada de locuras estos días. - recalcó Aiden mirando a las tres mujeres despidiéndose en el club. - El ministro ocupado con su reintegración es algo que salió a la perfección. No tiene cabeza para nada más que intentar ganarse a sus superiores de nuevo, pero tú con...__ Hasta Liam hace más cosas cuerdas que eso. - atribuyó George y lo vi mal. - ¿Saben que? Le compraré unca cuerda a Irene para que te ahogue de una buena v
Narrador omnisciente. La intranquilidad rodó por los músculos de Tej, cada paso que dió dentro de aquella casa fue como si el piso quisiera abrirse para encerrarlo. Eso parecía desde su punto de vista y no era miedo, sino la precaución de tener a alguien vigilando cada movimiento. Subió los escalones, soltó un suspiro y llegó a la habitación de la chica que contenta por al fin obtener su atención se puso más colonia en las orejas.Se miró en el espejo y ladeó una sonrisa con la cámara de frente, la cual captaría las imágenes de lo que enviaría a Irene para reafirmar que ella siempre ganaba. Sonrió cuando la puerta se abrió. Tej asomó por el umbral con esa imagen pulcra, traje hecho a su medida, cuerpo trabajado como si en verdad se esforzara por mantenerlo, pero la realidad es que el único deporte que practicó durante toda su vida fue el baloncesto. Algo que con su altura ayudaba mucho.__ ¡Al fin estás aquí! - celebró la chica lanzándose a su cuello. __ ¿Porqué la prisa? - se ap
Narrador omnisciente.__ ¿Seguro que estás bien? - volvió a preguntar Irene al ver las manos de Tej. __ Claro que estoy bien. Solo son cortes ligeros. No voy a morir por esto. - jugó él, pero ella hizo mala cara al oír que ni eso tomaba en serio. - Revísame todo lo que quieras. Solo tengo esto y ya. __ Más te vale que así sea. - se cruzó de brazos, recostada en la cómoda a su espalda. - Me asusté cuando vi la sangre.__ Solo son uno que otro corte, puedo usar las manos muy bien. - las elevó poniéndolas frente a ella. - Puedo demostrarlo. __ Si esas demostraciones se refieren a sexo, olvídalo. - declinó tomando los apósitos para lanzarlos al baño. __ ¿Me castigas por permitir que me hirieran? - avanzó a donde ella caminó. __ Te castigo porque nunca dijiste nada de tomar una copa de vino con otra mujer. - abrió el bote.__ ¿Celosa? Me encanta que estés celosa. - la abrazó desde atrás, ella se giró y estampó un beso en sus labios. __ Más te va a gustar dormir en el sofá. - se separ
Narrador omnisciente La cara de Ismael Alcázar al recibir la noticia de cómo fue encontrado su hijo fue de alguien incrédulo. No se explicó cómo pasó, no podía ser cierto, su hijo era fuerte, nadie podría tocarlo al punto de enviarlo a un hospital, se dijo. Debía tratarse de un error.__ Supongo que querrá verlo. - exclamó el oficial comprendiendo su reacción. __ Por supuesto que quiero verlo. - salió de la casa. No podía tratarse de él, Rubén logró escapar, lo haría de cualquier cosa, siempre era así.Con todo su cuerpo de seguridad salió de su mansion, esperando que se equivocaran.Pero su esperanza se perdió cuando lo hicieron pasar a la habitación donde lo tenían esposado, aún con cada centímetro de su cara cubierta por cortes, hematomas y el dolor que fue reflejado en su mirada.__ ¿Como...¿quien te hizo esto? - no supo si tocarlo, cada zona de su piel tenía abrasiones. Rubén intentó mover los labios, ningún sonido más que quejidos salieron de su garganta. El dolor era demasia
Narrador omnisciente __ ¡No puede ser! - Irene sintió que su garganta se cerró al ver la señal definitiva de su idea en el dispositivo diminuto. No renegaba de él, pero su hijo aún estaba muy pequeño, tan solo contaba con un año para que ella tuviera un segundo bebé. ¿cual seria la respuesta de Tej? La amaba, amaba a su hijo cómo si fuera suyo, pero un segundo hijo, en esos momentos no era lo que necesitaban. ¿Como se pudo descuidar así? ¡Que inconsciente había sido! Miles de ideas cruzaron su mente, todo le daba vueltas de un momento a otro. No era la mejor noticia recibida ese día, ni siquiera iba la mitad y ya tenía algo que la puso nerviosa porque definitivamente, no se levantó esa mañana con la idea de ser madre por segunda vez. ¡Pero lo sería! Aunque su pregunta real era ¿Porqué tenía miedo de la reacción de Tej? Quizá la respuesta la diera la forma en que la noticia de la existencia de Julián fue recibida. Cuando se lo dijo a Rubén, este la encerró en su habitación por ho