Irene.__ Pase lo que pase de hoy en adelante, debes estar consciente de algunas cosas que te ocultaron toda la vida. - dijo Tej sentado frente a mí. - Me enteré cuando estabas en la clínica y estos días me estuve encargando de que todo estuviera en orden para que decidas que hacer. - movió sus manos con algunos documentos que reunión y aniveló. - Cada posible decisión la consideré, así que creo que estamos listos.__ No entiendo. - exclamé observando su mano jugando con un bolígrafo. __ Lo entenderás dentro de poco, preciosa. - mencionó sin quitar los ojos del primer documento.Soltó una bocanada de aire, me miró y asintió.__ Tu padre dejó toda tu vida asegurada. - reveló y entendí menos. - Sé que tienes muchas preguntas, amor. Pero te aseguro que no pasará otro día contigo ignorando el hecho de que te han robado desde que tienes uso de consciencia prácticamente. __ ¿Mi padre? Alicia dijo que...__ Todo lo que Alicia te haya dicho, considéralo como basura. - manifestó con seriedad
Narrador omniscienteEn la casa del ministro todo era un ambiente tenso, cada opción parecía que lo hundiría más, cada segundo lo incitaba a tomar una y si no se apresuraba, podía perderlo todo. Si querían destruirlo, lo estaban logrando, se dijo. Pero había algo más que le preocupaba, su hijo. Sí Rubén era encontrado y puesto ante los tribunales, sería como poner carne a las pirañas. No tardarían en dar con él, por ello en ese momento prefería no encontrarlo. No sabía que pasaría si llegaban a saber que él lo tenía. Tení que prevenir. Para él, Rubén sería el único que podía sacarlos. flote. Era su hijo varón, por más que Amanda se esforzara, jamás iba a poner estar a su nivel. No había comparación entre ellos. Pero Amanda no estaba enterada de eso y solo actuaba como su padre lo esperaría, sentirlo orgulloso era su objetivo, algo que en lugar de ser gratificante, parecía una tortura. Pero la visita que no creyeron recibir llegó. El hombre bajó de su auto, rodeado de ocho sujetos
Tej.__ El señor Ismael Alcázar quiere verlo. - me avisó Lety, mi asistente. - Dice que no se irá hasta que hable con usted.__ Dile que tengo una reunión. - dispuse mirando los documentos que tenía entre mis manos. __ Señor, no hay nin...__ Pues hay una urgente si yo lo quiero. - corté la comunicación de inmediato. Seguí viendo la demanda en contra de Irene, al tiempo que tenía la llamada que tenía de Nicolás en mi celular. Este me explicó la opción que según su esposa pedía tomar. Una repartición de un sesenta por ciento para Irene y cuarenta para ella. Alegando que sí podía dejar de pelear.A cambio pedía no divorciarse de Nicolás, algo que él no estaba dispuesto a ceder. __ ¿Porqué te incluye a tí esta vez? - cuestioné. Era curioso que lo haya visto como una oportunidad más. __ Tengo un testamento donde no figura. La única forma en que disfrutaría de mi dinero es siguiendo con el matrimonio. - comunicó enmedio de un suspiro. __ Aiden se hará cargo de tu divorcio. - recibí la
Irene.Incorporarme de nuevo a mi trabajo fue algo que desee hacer con rapidez, pero no podía por orden médica. Para seguir en mi rol de casamentera, debía moverme con rapidez, cargar algunas cosas y estar pendiente de que otras salieran a la perfección. No podía aunque lo deseara, aunque Rosy hacía un buen trabajo como mi reemplazo temporal. Cosa que prometió debía devolver con otro favor luego, ya que era demasiado para mí. Me hizo reír con sus anécdotas, igual adoraba verla enojada porque siempre se mostró ser alguien pacífica. __ Ya, solo sigamos con los arreglos. - dijo después de dos horas quejándose de ser el objetivo de alguien que le caía en la punta del pie. __ Un cliente no regresaría si no tiene interés. - recalqué. __ Si su interés es que me quede sin pelo, déjame decirte que está a punto de lograrlo. - exclamó entrelazando algunos globos. - ¿Azules o grises? Señaló el grupo que tenía en las manos. Señalé las que quería y siguió en la columna que quería formar.__ E
Irene.__ ¿Llegué temprano? - preguntó una vez más la hermana de Tej. - Por lo que veo sí. __ ¿Que haces aquí? - sacudí la cabeza. - Marissa no está en este momento.__ No vine a verla a ella. - me pasó atropellando con el hombro. - Perdona si te lastimé, pero viví aquí.__ Vivir aquí no te da el derecho de golpear a quien tengas en frente.__ Tu no hables de derechos. Ni siquiera lo tienes de estar aquí. - abre los brazos. - Que te creas la esposa de Tej no quiere decir que lo seas.__ Porque tú ayudaste a que no llegara a la boda. - replanteé con su mismo tono.__ Oh ¿de verdad? Es que tengo mala memoria. Ya sabes, se me olvidan algunas cosas. - colocó el bolso bajo su brazo. - Pero no me culpes solo a mí. Era tu esposo quién ansiaba verte, yo solo... conduje el camino. __ ¿Que ganaste, Alma? - la encaré. - ¿Que ganas al querer matarme? __ No quiero matarte. - recalcó. - Lo único que quiero es que dejes de portarte como una inocente persona a la cual todo mundo le debe tener lást
Tej.__ En serio a veces eres muy inteligente, otras no tanto, pero hoy, hoy quiero...__ Deja de decir tanta incoherencia y mejor dinos cuál es el plan real. - interfirió Aiden en la palabrería de George. __ Ese es el plan real. - reiteré viendo su desconcierto ser mostrado en cada gesto que dejaron a la vista. - No les pido que me acompañen. Solo los quise poner al tanto de todo. Pasé a Julián a mi otro brazo, mientras George le pasaba el jugo a la pequeña Sophie. __ ¿Que tengo? - palpé mi cara con los dedos. __ No puedo creerlo. Creí que habíamos quedado en que nada de locuras estos días. - recalcó Aiden mirando a las tres mujeres despidiéndose en el club. - El ministro ocupado con su reintegración es algo que salió a la perfección. No tiene cabeza para nada más que intentar ganarse a sus superiores de nuevo, pero tú con...__ Hasta Liam hace más cosas cuerdas que eso. - atribuyó George y lo vi mal. - ¿Saben que? Le compraré unca cuerda a Irene para que te ahogue de una buena v
Narrador omnisciente. La intranquilidad rodó por los músculos de Tej, cada paso que dió dentro de aquella casa fue como si el piso quisiera abrirse para encerrarlo. Eso parecía desde su punto de vista y no era miedo, sino la precaución de tener a alguien vigilando cada movimiento. Subió los escalones, soltó un suspiro y llegó a la habitación de la chica que contenta por al fin obtener su atención se puso más colonia en las orejas.Se miró en el espejo y ladeó una sonrisa con la cámara de frente, la cual captaría las imágenes de lo que enviaría a Irene para reafirmar que ella siempre ganaba. Sonrió cuando la puerta se abrió. Tej asomó por el umbral con esa imagen pulcra, traje hecho a su medida, cuerpo trabajado como si en verdad se esforzara por mantenerlo, pero la realidad es que el único deporte que practicó durante toda su vida fue el baloncesto. Algo que con su altura ayudaba mucho.__ ¡Al fin estás aquí! - celebró la chica lanzándose a su cuello. __ ¿Porqué la prisa? - se ap
Narrador omnisciente.__ ¿Seguro que estás bien? - volvió a preguntar Irene al ver las manos de Tej. __ Claro que estoy bien. Solo son cortes ligeros. No voy a morir por esto. - jugó él, pero ella hizo mala cara al oír que ni eso tomaba en serio. - Revísame todo lo que quieras. Solo tengo esto y ya. __ Más te vale que así sea. - se cruzó de brazos, recostada en la cómoda a su espalda. - Me asusté cuando vi la sangre.__ Solo son uno que otro corte, puedo usar las manos muy bien. - las elevó poniéndolas frente a ella. - Puedo demostrarlo. __ Si esas demostraciones se refieren a sexo, olvídalo. - declinó tomando los apósitos para lanzarlos al baño. __ ¿Me castigas por permitir que me hirieran? - avanzó a donde ella caminó. __ Te castigo porque nunca dijiste nada de tomar una copa de vino con otra mujer. - abrió el bote.__ ¿Celosa? Me encanta que estés celosa. - la abrazó desde atrás, ella se giró y estampó un beso en sus labios. __ Más te va a gustar dormir en el sofá. - se separ