Tej.En mi mente se repitió el día de la boda como un boomerang, donde una y otra vez la llamada para avisarme que ese tipo la tenía, se repitió. Sus palabras desesperadas porque lo entendiera, quemaron. Oír como cada herida fue hecha, me hizo apretar los músculos, mientras Irene relató como la obligaba a llamarme, amenazando la vida de Julián a la vez. Escucharla decir paso a paso cómo luchó para escapar de sus manos, fue una tortura también para mí. Los zapatos que encontramos corroboraron sus palabras, pues aún tenían rastros de su piel. Pero lo único que en mi cabeza se repitió fue lo que dijo momentos antes, un nombre salió a flote, y aunque solo lo dijo tres veces fue suficiente para que en mi tórax, una barra de hierro ardiendo se clavara. __ Siendo todo, espero que lo aquí dicho no sea divulgado. - advirtió el detective Solís. - Sobre todo, porque una de ellas es su...__ Descuide, detective. No diré nada. - aseguré en automático. No era su culpa desconfiar de mi en esta
Narrador omniscienteMientras la culpa se agrandaba en Tej, Irene prefirió no pensar en lo que seguía. Para ella, revivir una vez más lo que había ocurrido era algo que no deseaba. Solo recordar la volvía una sensible que quería borrar porque muchos se aprovecharon de ello para dañarla, por ello, solo quiso dormir un rato. George sabía que ya había dicho suficientes tonterías para hacer reír a su esposa y por ello guardó silencio dejando que a quien cuidaban, descansara un poco. Un favor que su amigo le pidió, tanto como él no preguntar sobre lo que él haría. Su hermana, ofuscada por no recibir el trato que deseaba gritaba para que la soltaran, esperando que su hermano llegara para llevarla con él y sacarla de ahí __ ¿Estaba sola? - cuestionó Tej hacia el detective. __ Revisamos todo el lugar, solo estaba ella, aunque había señales de que alguien más habitaba esa casa. - contestó el detective Solís. - Lo que nos lleva a creer que ese alguien es Rubén Alcázar es esto...De uno de l
IreneEl aire fresco me hizo cerrar los ojos y llenar mis pulmones inhalando profundamente, queriendo por ese medio, olvidar lo que mi cuerpo aún sanaba. Tej movió su mano por mi hombro, depositando un beso suave sobre mi cabeza, al tiempo que empujó la silla de ruedas. Viviana, Brenda y Roxana me esperaban con globos, un ramo de flores y una caja de chocolates frente al auto de Tej, recibiendome con una gran sonrisa. Siempre recibí su cariño, por lo que las dejé abrazarme a su gusto. __ Te extrañamos un montón. - me dijo Brenda.__ Tu oficina está repleta de flores por tus clientes agradecidos. - comentó Roxana.__ Y no quedaste mal con ninguno de tus clientes, Rosy se hizo cargo, porque lo que nosotras se refiere, aún no terminamos la nuestra, sigue y sigue y siguen llegando interesados. - mencionó a su vez Viviana. - Creo que la última publicidad rindió frutos, pero ahora nos faltan canastas.__ Por eso, incluso Rosy se las apaña para salir a flote con tanto cliente. __ No pued
Tej.Cuando creí que todo estaba controlado, tuvo que llegar una inconsciente con temas que no conocía de seguro, solo porque su estupidez no le dió para pensar que podía dañar a alguien que por poco sufrió un ataque cardíaco. En la carta especificó, según ella de todo lo que Alma estaba pasando era injusto, catalogando lo de Irene cómo que se aprovechó de la oportunidad, para dañarla por rencor en alguna estupidez. Desistí de seguir leyendo tanta tontería, acercándome a mi madre quién tenía uno mano en el pecho, sin quitar la vista de la ventana como si en el claro del día pudiera encontrar respuestas, algo que sabía que no era real, simplemente trataba de pensar y evadir algo en su mente. No iba a esconder nada ya lo había postergado demasiado tiempo y no pretendí que ella ignorara por más el hecho de que su hija había cometido varios delitos.Con sumo cuidado la llevé a sentarse a uno de los muebles, Irene no se atrevía a moverse de su lugar como si creyera que mi madre la culpa
Tej.__ Entiendo que sepa de mí, no es difícil hacerlo. - mencionó el hombre frente a mí. - Lo que captó mi interés en venir fue que dijera tener datos sobre alguien que me interesa. Sobre todo teniendo en cuenta que usted es un...abogado reconocido.__ Tengo un asunto que si lo dejo avanzar al paso de las leyes, tendrá un giro que no me va a gustar. - dije reclinando mi espalda en la silla. - Creo que entiende. __ Un poco curioso ¿no cree? Un abogado contactándose con un...__ No vinimos a discutir curiosidades. - le hice frente. - No me gustan los rodeos. Espero que esté tratando con alguien similar.__ Nos entenderemos muy bien. - declaró pidiendo a su especie de asistente servirnos vino. En completa calma este me escuchó, atento a lo que había recopilado por varias semanas. Si le interesaba lo tomaría, por ello no dije todo de golpe, sino fui llegando en grados al final. Saqué los envoltorios de mi bolsillo y los deslicé sobre la mesa, haciendo que los tomara entre sus dedos. A
Narrador omniscienteEl diario matutino cayó con fuerza sobre la mesa, sobresaltando a todos los presentes en el comedor de los Alcázar. Su hija menor apretó los puños, la mayor no se atrevió a decir nada y la madre de ambas no pudo evitar dar un respingo. __ ¡¿Como es posible esto?! - soltó Ismael en un rugido. __ ¿Que sucedió? - quiso saber su hija mayor. __ Quiero que retires todos los periódicos de las calles. Esto no debe circular. - manifestó con enojo.__ ¿Amenazaste a...__ Guarda silencio. - dijo Elena hacia la menor de sus hijas. __ Mamá, es algo grave. No servirá retirar los diarios de las calles. - explicó ella a su vez. __ Si no vas a dar soluciones es mejor que cierres la boca. - sentenció su hermana, como siempre queriendo sobresalir frente a su padre y poder complacerlo en todo. - Ahora mismo me hago cargo, padre.__ Señor, hay varios periodistas que lo buscan. - Ismael no pudo evitar mostrar su furia ante lo que estaba pasando. No entendía como eso fue posible s
Irene.__ Pase lo que pase de hoy en adelante, debes estar consciente de algunas cosas que te ocultaron toda la vida. - dijo Tej sentado frente a mí. - Me enteré cuando estabas en la clínica y estos días me estuve encargando de que todo estuviera en orden para que decidas que hacer. - movió sus manos con algunos documentos que reunión y aniveló. - Cada posible decisión la consideré, así que creo que estamos listos.__ No entiendo. - exclamé observando su mano jugando con un bolígrafo. __ Lo entenderás dentro de poco, preciosa. - mencionó sin quitar los ojos del primer documento.Soltó una bocanada de aire, me miró y asintió.__ Tu padre dejó toda tu vida asegurada. - reveló y entendí menos. - Sé que tienes muchas preguntas, amor. Pero te aseguro que no pasará otro día contigo ignorando el hecho de que te han robado desde que tienes uso de consciencia prácticamente. __ ¿Mi padre? Alicia dijo que...__ Todo lo que Alicia te haya dicho, considéralo como basura. - manifestó con seriedad
Narrador omniscienteEn la casa del ministro todo era un ambiente tenso, cada opción parecía que lo hundiría más, cada segundo lo incitaba a tomar una y si no se apresuraba, podía perderlo todo. Si querían destruirlo, lo estaban logrando, se dijo. Pero había algo más que le preocupaba, su hijo. Sí Rubén era encontrado y puesto ante los tribunales, sería como poner carne a las pirañas. No tardarían en dar con él, por ello en ese momento prefería no encontrarlo. No sabía que pasaría si llegaban a saber que él lo tenía. Tení que prevenir. Para él, Rubén sería el único que podía sacarlos. flote. Era su hijo varón, por más que Amanda se esforzara, jamás iba a poner estar a su nivel. No había comparación entre ellos. Pero Amanda no estaba enterada de eso y solo actuaba como su padre lo esperaría, sentirlo orgulloso era su objetivo, algo que en lugar de ser gratificante, parecía una tortura. Pero la visita que no creyeron recibir llegó. El hombre bajó de su auto, rodeado de ocho sujetos