Narrador omniscienteEl reloj de Tej marcó las ocho de la noche, un clima frío lo cubrió, todo parecía bien mientras esta salía de su oficina, perdido en la pantalla del móvil para saber si Irene había llegado a su apartamento o todavía estaba en su trabajo.Se sorprendió cuando ella le indicó que su trabajo la tenía atrasada, por lo que aseguró iría por ella.Solo que la noche tranquila que Irene había pensado tener fue opacada por la presencia de la mujer de cabello corto que entró, como si fuera dueña y señora del lugar.__ Así que casarte ¿eh? - lanzó su bolso con enojo hacia el escritorio de su hija. - ¿Quien te crees para tomar una decisión así, estúpida? __ ¿Quien te crees tú para entrar a mi oficina de esa forma? - contraatacó Irene en el mismo tono, menos mal Rosy se había llevado al pequeño Julián, de no ser así estaría presenciando la disputa que entre ellas comenzó. __ Te dije lo que debes hacer, niña. Te dejé claro que no podía hacer nada más que eso. - recalcó Alicia e
Narrador omniscienteEl reflejo de Irene en el espejo estaba cubierto por felicidad, aún enmedio de dilemas que no se resolvían, ella quería saber a qué sabía ignorar por unas horas. Por ello no dudó en poner a su hijo en brazos, caminar a la salida de la casa y sonreír como si nada más que pasar las horas que le restaban a su boda en un restaurante con Marissa, Isabella y Marina, como lo había propuesto, ya que de Tej se estaban encargando sus amigos. __ Juro que si hacen una estupidez, se quedan a dormir afuera por un año. - advirtió Marina hacia los tres antes de verlos marchar, Isabella solo se rió, despidiéndose de su esposo, pues la confianza abundaba en ellos. Por su parte Tej solo entornó los ojos porque eso sobraba, nunca se juntaban para buscar un tipo de diversión que conllevara tener compañía femenina, no siempre. Pero sobretodo esa noche estarían exentos de ello.Por su parte cuando Irene salió de su casa, un auto ya la estaba esperando, Tej se había encargado que si é
Narrador omniscientePara Irene y Tej su gran día al fin habi llegado, por ello ambos fueron abordados por sus amigos. El abogado solo tuvo tiempo de despedirse con un beso ansioso y un abrazo que no deseaba terminar de la novia. Ambos se miraron por un segundo, gritando en silencio ese sentimiento que ambos compartían.__ Te veo en el altar. - susurró Tej sobre los labios de su prometida. - Seré el que esté viéndote como idiota.__ Yo seré la que llegue al último, me pondré un vestido blanco para que me reconozcas.- jugó ella a su vez.__ Ya, ya. La novia se debe preparar y el novio...__ De eso nos encargamos. - George fue quien tomó el codo del abogado. - ¡Aiden prepara los medicamentos para que no se duerma!Tej no dijo nada, solo lo siguió pues no quería hacer enojar a su madre, la cual por mucho que amara, sabía que se había esmerado mucho en que todo saliera bien. Uno rumbo a su apartamento pensaba en las posibilidades que mucho tiempo dijo que habían de casarse, nulas según é
Narrador omnisciente.La vida se le estaba yendo de las manos a Tej a medida que la carretera y las opciones se terminaban.Para el había un único objetivo y solo era encontrar a Irene antes de que Rubén pudiera llevarla con él. Maldecía en su mente el haberla dejado sola, pero no tenía en cuenta que un descuido hubiera sido suficiente para perderla. Contrató una compañía de renta de limusinas para ella, pero no contó con que su madre fuera interceptada por su hermana la tarde en que lo hizo y sin entender lo que estaba haciendo, se le dio por decir un simple dato que no creyó fuera tan importante, pues Alma pudo actuar conforme a eso. Pero él no lo sabía aún. Lo único que pudo percibir fue desesperación, impotencia y una intensas ganas de hacer pagar a Rubén por lo que hizo. George fue quien se encargó de llamar a la compañía de renta de limusinas, pero estos contestaron que su reserva había sido cancelada horas antes, ya que el novio se encargaría de llevarla él mismo. Tej supo
Narrador omnisciente.__ El señor Rubén Alcázar es acusado de haber raptado, agredido y abandonado a Irene Castellón en un lugar solitario, por lo que, pedimos hablar con él, señor ministro. - informó el detective que se presentó a la casa de Ismael Alcázar.__ Están muy equivocados. Mi hijo salió de la ciudad desde hace tres días, por lo que veo imposible que haya hecho lo que dicen. - contestó el hombre de sesenta años, sin titubeos. - ¿En que se basan para asegurar tal cosa? __ Es algo que no puedo informar por...__ A ver, detective. Soy el ministro, puedo conseguir esa información porque usted la diga o que su superior lo obligue a hacerlo. - manifestó con un tono mordaz que al detective no le quedó mas alternativa que dar detalles que este le pidió. Algo que a su familia entera le convino, no habían más que pruebas circunstanciales, las cuales solo probaron el que Irene haya abandonado a Tej en el altar, más no que decía la verdad a estar con Rubén. Eso sería lo que el minist
Tej__ ¿De qué demonios habla? - me crucé de brazos ante la estupidez que estaba escuchando. - ¿Su hija? ¿Ahora viene a acordarse de eso? Su desfachatez era lo peor que había conocido en alguien de su tipo. __ Es mi hija, si quieren pueden hacernos una prueba y verán que es verdad, por lo tanto tengo derecho a...__ ¿Derecho? ¿De qué derechos me habla, señora? __ Alicia. - corrigió ella. - No señora.__ ¿Usted cree que puede presentarse a este sitio y llevarse a Irene solo porque es su madre? - me exalté debido al enfado. - Está mal de la cabeza si cree que voy a permitirlo.__ Es mi hija y...__ Me importa un carajo quien sea, señora. - solté. - Lo único que va a recibir de Irene es una orden de alejamiento. __ No puedes hacer eso. Conforme a la ley, yo...__ Usa la ley a su conveniencia cuando quiere ¿verdad? - selló sus labios como si le ofendiera ser tratada así. - Pero puede hacer, decir o pensar en lo que quiera. Irene no se irá de aquí con usted, señora. __ No soy...__ No
Tej.__ Con este poder, quien lo obtenga podrá mover a su disposición, sin límites, las cuentas bancarias, las propiedades y las inversiones hechas por el señor Castellón antes de su muerte. - comentó el notario, mientras yo seguía leyendo lo que el padre de Irene dejó por qué se cumpliera. «...por lo tanto, mi esposa solo tendrá derecho a la cantidad que mi hija disponga, salvo que ella no pueda tomar esa decisión» muy bien especificadas sus demandas dejaron a Alicia sin poder tomar un solo centavo del dinero de su esposo al fallecer, por ello supe que casarla con uno de sus "grandes amigos" también formó parte de sus artimañas para cambiar lo predispuesto. __ Usted dice ser su pareja, pero alguien nos contactó ayer por la tarde, solicitando el poder que quisimos entregar. - mencionó uno de los testigos. - Dijo que era de suma urgencia, porque las cantidades necesarias no las tenía. __ Soy su prometido y no pedí nada, ni siquiera estaba enterado de esto. - comuniqué con el documen
Tej.__ Deberías ir a dormir a tu apartamento. - sugirió Irene al verme acomodarme en el mismo mueble de siempre. - No pasará nada si descansas una noche.__ Eso hago. - cerré los ojos bajo el brazo con el cual cubrí mi rostro de la luz. __ Sabes a lo que me refiero, Tej. - logró que la viera. - Te ves muy agotado, desperté hace casi dos días y no sé cuánto llevas aquí en realidad, pero sé que es más que eso.__ He estado más agotado otras veces y aún asi asistir a tribunales a ganar un caso , sin ningún esfuerzo, más que una taza de café humeante. - alegué en mi defensa. La vi sonreír, avalando el que con solo un gesto me hiciera pensar en que decir o hacer para que permaneciera en su cara todo el tiempo. Escuché decir a muchos que podían hacerse adictos a algo con solo probarlo, yo lo comprobé, me hice dependiente de una sola cosa en la vida. La curva que surgía en sus labios y ponía a brillar su mirada, aún con nubarrones queriendo apagarla. __ Tej. - me habló en la mañana y me