Había un autobús en cada pequeño pueblo para ir de Erhai a la Ciudad Antigua de Dali.

A diferencia de los grandes autobuses de la ciudad, estos eran pequeños autobuses con solo una docena de asientos.

En ese momento, la mujer y Michael estaban en una camioneta camino a la Ciudad Antigua de Dali.

Había grandes tierras de cultivo a lo largo del camino. Allí, los rascacielos no existían.

Michael bajó las ventanas. "¿Música?".

"Depende de ti". La mujer entrecerró los ojos de manera lánguida. Se apoyó en el asiento del pasajero delantero sintiéndose somnolienta. No tenía ningún deseo de entablar una conversación.

Michael entrecerró los ojos y la miró.

El viento entró por la ventana del auto. Su pelo negro, que era tan largo que llegaba a su cintura, de pronto se vio desagradable a la vista.

El viento le había estropeado el pelo. Un mechón de pelo de su frente colgaba de su oreja. El hombre extendió sus delgadas puntas de los dedos y se inclinó hacia adelante.

Había un toque frío e