••••••••••En la hora actual, en la mansión del CEO Phillips. — ¡Te dije que no hay necesidad de un divorcio! — Exclamó Olivia levantándose del sofá individual donde estaba sentada. — No quiero eso para nosotros, Alexander, sé que comenzaste falsamente conmigo, sé que todo fue tu plan al comienzo, pero ¿Por qué no lo intentamos de verdad? Estamos casados, podemos llegar a amarnos si solamente— — No hay nada que intentar. — La Interrumpió Alexander viéndola con frialdad. — Te dije que nunca te he amado y también me cansé de hacernos daño con los abortos forzados que tuviste… Fue suficiente. El CEO Phillips, el cual estaba aún sentado en un sofá individual, suspiró con pesar. Las lágrimas comenzaron a asomarse por los hermosos ojos azules de la hija de los Bailey. — Alexander yo realmente te amo. — Confesó ella. — Aunque no me creas, lo hago. Te amo demasiado… ¿Cómo puedes ser tan cruel conmigo? — Decía ella con un tono de voz quebradizo mientras lo veía fijamente, con las lágrimas
— ¡Veré por mi misma! — Exclamó Savannah apartando el brazo con el que Alexander la retenía, cuando en ese momento el teléfono celular de ella comenzó a timbrar. — ¡Lo que faltaba! — Exclamó ella sacando su móvil. Una llamada de William. Savannah abrió sus ojos en gran manera, sorprendida y se distanció un poco de Alexander. "¿Por qué me llama a estas horas? ¿Habrá pasado algo malo?"Pensó la bella rubia dudando si contestar. Alexander, que se enfocó más en cerrar todas las ventanas abiertas en la laptop, no se percató de quien llamaba a Savannah. Ella salió de la oficina de su jefe. — Me iré a casa, te espero a las 9pm. — Informó Savannah, retirándose. Alexander, quien se había sentado de nuevo en su silla exhaló aliviado. "Maldición… Por poco descubre que Olivia sabe de ella y el tipo de relación que tenemos" Pensó el CEO inquieto. …..Mientras Savannah iba saliendo del edificio, hablaba con William al teléfono. — Te respondí por una excepción, pensé que algo malo te habí
Alexander reaccionó bastante aturdido por la noticia que le daba la hija de los Bailey. — ¿De…de que hablas? ¿Mi madre? Ella… No me ha dicho nada, nadie me ha avisado na— — Solo ven, date prisa yo ya me encuentro aquí con ellos… La verdad no querían que lo sepas pero les convencí y te llamé. — Decía Olivia con un tono de voz bastante serio. Entonces, ya no importaba si era o no mentira, él tenía que ir si o si, necesitaba saber la verdad. ••••••••••Mientras Savannah arreglaba un poco su maquillaje, se dio cuenta que tenía un mensaje de texto por el sonido que emitió su móvil. Ella lo tomo descuidadamente y al desbloquear vió que se trataba de Alexander. Ella leyó de inmediato el mensaje: >> No puedo ir. Después te explico. << — ¿Eh? ¿No puede y ya…? No puede y… ¿Eso es todo? ¿Ninguna disculpa? ¿Ni siquiera una llamada? Se preguntaba la hermosa rubia comenzando a sentirse furiosa al punto que casi avienta su teléfono al suelo. "No… Tengo que calmarme… Quizá algo importante
••••••••••Tanto los padres de Alexander como los de Olivia, estaban presentes esperándolos a ambos. "Así que ella no me mintió en eso, realmente estaban organizando una reunión familiar" Pensó el CEO Phillips. — ¿Puedo saber por qué no me dijeron nada con tiempo? — Preguntó Alexander a sus padres, después de haber dado un saludo general. — Era la mejor opción. — Habló el padre de Alexander, Alfonso Phillips. — Tu esposa, nos ha dado información muy importante, que ya hemos confirmado. Alexander supo de inmediato a qué se referían. — ¿Cómo no nos dijiste antes Alexander? — Preguntó Jessica Phillips, la madre de él, con una expresión cabizbaja. — Sabes todo lo que ha sufrido tu esposa, intentando una y otra vez terminar un embarazo con éxito y dar a luz a un hijo tuyo. Tú teniendo dos bebés escondidos con otra mujer, debiste decirnos. La salud de tu esposa no se hubiera visto afectada. — Temo que tu madre tiene razón Alexander. — Volvió a hablarle, Alfonso. — Es por eso que te
Después de pedirle que se fuera, Savannah no escuchó respuesta alguna por parte de Alexander, lo que le pareció extraño, ella volvió a ver por el ojo de la puerta. Él seguía ahí, de pie e inmóvil esperando que ella abriera. — ¡Te dije que te fueras! — Volvió a decir ella con un tono de voz alto. Él respondió algo y ella pudo verlo por el movimiento de sus labios, más no escuchó lo que ese hombre castaño había dicho. Savannah se distanció de la puerta, no quería verlo. Ella recostó su espalda sobre la puerta, estando de pie, hizo un puchero, la mujer rubia se resistía a si misma de querer saber que tenía que decir Alexander. El timbre volvió a sonar unas cuantas veces más. — ¡Vete! — Gritó ella. Savannah se giró nuevamente hacia la puerta y aseguró bien la entrada, para seguidamente dirigirse a las escaleras y rápidamente subir hasta su habitación. <
***************••••••••••***************>>> Savannah Stewart: ¿Un día perfecto?Sí, así sentía que vivía esa mañana al ser más de las once. Ver a Maggie y Michael emocionados tomando de las manos a Alexander mientras caminaban por el sendero marcado del zoológico. "Es un buen papá" "Adora salir con ellos, jugar y platicar aunque dudo que los mellizos entiendan lo que les dice" Pensé sin poder evitar recordar a mi padre y los momentos que compartimos antes de perderlo a él y mi mamá el mismo trágico día. "Es cierto, ese día… En el que quedé huérfana, fue el mismo en el que sentí que mi mundo se vino abajo" "Fue el mismo en el que Alexander me despidió, terminó el contrato y me dejó" "Si no hubiese sido por mi embarazo inesperado, si Maggie y Michael no se hubieran presentado en mi vida, quien sabe que estupidez pude hacerme" "Mis bebés son mi salvación, mi mayor tesoro" Me sentí un poco nostálgica, ahora viendo como Alexander los cargaba y enseñaba a los monos en su habitad.
Tres días sería suficiente. Esa fue la cantidad de tiempo que le dieron a Alexander Phillips. ••••••••••Una vez estaban en el lujoso restaurante de comida francesa. — Al final… ¿Qué le dijiste a esa mujer sobre la sortija de matrimonio? — Preguntó Savannah viendo la mano izquierda de Alexander, mientras ella sostenía su copa con vino. — La verdad. La tiré al basurero de mi oficina. — Contestó él de inmediato. — Jaja~ ¿En serio hiciste algo así? Probablemente el que saca la basura se la quedó~ — Bromeó Savannah. — Aunque ya hubiera renunciado, era una exagerada cantidad de dinero lo que valía, ¿Por qué gastar tanto en un anillo? Creo que está bien gastar uno o dos salarios ahorrados, pero un anillo de cientos de miles de dólares, ¿Cuánto gastaste en la de ella? — No quiero hablar de Olivia. — Recalcó Alexander incómodo. — Pero yo sí tengo curiosidad… Deberías solo responderme. — ¿Por qué? ¿Si lo hago, tú también hablaras de tu supuesto amigo ingles? — No hay nada que decir d
Olivia llamó a su padre en ese momento. — ¿Papi, ya vienes de camino? — Claro que sí mi niña, estoy justo en la entrada del edificio, voy junto a mi buen amigo, Alfonso. — Decía el señor mayor del otro lado de la línea telefónica. — ¿Qué, pero no sé supone que él, se encuentra en recuperación? — Quiso venir, los estoy ayudando por cualquier cosa, teme que de no hacerse presente Alexander quiera dar marcha atrás. — Informaba Christian Bailey a su amada y única hija. Olivia sonrió altiva y triunfal. — ¡Perfecto, papi! Yo estoy con la señora Phillips, con una niñera horrible y que parece mendiga y mis futuros bebés~ tendré que despedirla, dice que Alexander la contrató. Esta loco dejar a sus hijos en manos de una mujer así. — Jaja~ — Rió Christian ante el comentario de su hija. — Tan rápido y ya estás haciendo planes, debes haberte encariñado con esos bebés, ¿No? Olivia guardó silencio por unos minutos, posando sus hermosos ojos azules en los mellizos, los cuales estaban sentados