Mientras el CEO Phillips y su secretaria iban en el automóvil conducido por el chófer de él. Savannah se debatía si preguntar al respecto o no sobre el tema del que la esposa de su jefe había hablado. — Alexander, tú— — No preguntes nada. — La interrumpió él de inmediato. — No estoy de humor para hablar ahorita. — Informó volviendo a ver hacia la ventanilla de su sector. "Así que… ¿No quiere hablar conmigo sobre absolutamente nada?""¿Es por qué se encontró con esa mujer? La relación de ellos parece ser tan tensa…""Fue realmente horrible estar ahí de espectadora""Ahora entiendo por qué no le importó quitarse el anillo de bodas" Tras esos pensamientos Savannah decidió no insistir, después de todo, ella no quería discutir con él por una tontería. ••••••••••En ese mismo momento, en el hospital privado del doctor Adams; Olivia quien s
••••••••••Unas horas atrás en la mansión de Alexander, él y Olivia ya se preparaban para salir e ir a la fiesta de compromiso de Jake Smith. — Alexander, ahí estás. — Sonrió Olivia viendo a su esposo bajar por las escaleras, perfectamente vestido con un traje oscuro. — Te ves muy apuesto, ¿Cómo piensas que me veo yo? Claro, supongo que perfecta~ después de todo soy bellísima~ — Sonreía ella engreída hablando de si misma. Alexander frunció el ceño cuando quedó frente a esa mujer de cabello largo oscuro. — Vámonos. — Decía él cortante dirigiéndose a la salida. Olivia se molestó siguiendo los pasos de ese hombre y fue en ese instante, que sus ojos azules claros se posaron en la mano izquierda de Alexander. — ¡Espera ahí! — Exclamó Olivia. — ¡¿Dónde está tu anillo?! — Gritó ella enfurecida. Alexander detuvo sus pasos y volvió a ver hacia atrás. Su mirada se encont
— ¿Dejarlo de inmediato? Will, no eres nadie para pedirme o bueno, exigirme, por que eso es lo que estás haciendo aquí y ahora. — Decía Savannah poniéndose de pie bastante molesta. William la miró hacia arriba, estando él aún sentado en el sofá. — Sabes que no lo quise decir de ese modo, solo no quiero que él te rompa el corazón. — Recalcó él. — No es un buen hombre, siempre ha tenido una muy mala fama de mujeriego, engreído, insoportable y mucho más. En cambio yo— — ¡Suficiente! Ya tuve suficiente Will, no quiero discutir más contigo, vete por favor. — Pidió Savannah inquieta. Una parte de ella sabía que ese hombre ingles tenía razón. Una parte de ella se sentía tonta por defender y querer tanto a Alexander Phillips. "Yo echando a Will por que habla mal de ti, y tú seguramente en esa fiesta, tomando, bailando y exhibiendo a esa mujer con la que te has casado por ambición"Pensó Savannah de su jefe, cabizbaja. William quien ya se había levantado del sofá, se acercó hacia esa muj
Savannah Stewart paseó su verde mirada en los alrededores con nerviosismo. Alexander se quedó observando a esa mujer, expectante. Seguidamente, ella apoyó sus manos en los hombros de Alexander y se puso de puntillas susurrando al oído de él. — Él está aquí… Will…Una semi sonrisa curvó los labios de ese CEO, quien entendió ahora, todo el accionar de ella. — ¿Por qué vino a verte desde Inglaterra? ¿Quiere volver contigo? — Preguntó el CEO Phillips con un tono de voz bastante bajo y más pacífico. — Algo así. No, la verdad es que sí, él si vino para hablar de nuestra relación y… Volver conmigo. — Respondió ella sincera, viendo fijamente a los ojos de su jefe. Alexander, quien tenía aún sus manos en la cintura de ella, las fue bajando lentamente a las caderas de esa atractiva mujer. — Eso no va a pasar. No voy a permitirlo. — Respondió él tajante. —
••••••••••Media hora atrás, en la casa de Savannah Stewart. Ella se encontraba en la cocina de pie frente a su ex novio, William. — Tienes que irte, Will, lo siento pero será mejor que no me busques más. — ¿Qué? ¿Por qué? ¡No es justo Savannah! ¿Qué te dijo ese hombre para que ahora vengas a echarme de esta forma? — Tú y yo ya terminamos. Te dí una oportunidad en Inglaterra y simplemente no resultó. — ¡Mientes! No me diste ni siquiera la más mínima oportunidad; cuando uno da una oportunidad en una relación romántica es por qué va a dar su mejor esfuerzo, lo mejor de ti, intentarlo con seriedad. PERO NO. tú no hiciste eso, tú seguías aferrada a ese hombre que jugó contigo, te hirió y te soltó como basura, sin importarle que pasó después contigo… No es justo… Yo sí lo intenté en serio. — Susurró él esa última frase cabizbajo. Savannah guardó silencio viendo con frialdad a Will
••••••••••11: 00 am. Al día siguiente, en la mansión del señor Christian Bailey. — ¡Papiii! — Exclamó Olivia acercándose a ese señor mayor y abrazándolo cariñosamente. — Estás de muy buen humor hoy, mi niña, ¿Sucedió algo bueno? — Preguntó él a su única y adorada hija. — Por que escuché que no fuiste a la fiesta de compromiso de Jake Smith, pensé que nuevamente habías tenido problemas con Alexander. Olivia hizo un puchero, sentandose en el descansa brazos del sofá individual donde estaba su anciano padre. Seguidamente ella recostó su cabeza suavemente sobre la de su papá. — ¡Oh papi eso es un infierno! Alexander me trata muy mal todo por qué no puedo darle bebés. — Decía ella con un tono de voz infantil y lloroso. — Pero él sabe que sigues intentándolo, ¿Cómo puede ser tan desconsiderado? Él fue quien se negó a volver a intentarlo hace poco, ¿No es así? <
••••••••••2: 00 pm. Olivia Bailey iba en su limusina de regreso a la mansión de su marido. En ese instante, un mensaje ingresó a su teléfono celular. >> Recuerda que quedamos en vernos esta noche, mi amada Reina. La mujer de cabello oscuro largo hizo una mueca de asco. "Tengo que deshacerme de Anthony, ese hombre no es digno de mí, alguien tan hermosa y fina como yo solo puede estar con Alexander Phillips" Pensó ella sonriendo. "De otro modo, si continúo con mi esposo, él no me querrá si ando con un amante" "Tengo que terminar esa relación y demostrar a Alexander que esta vez todo será diferente, me tomaré muy en serio nuestro matrimonio" Pensó ella llamando a su amante. — Amor, no esperaba tu llamada, ¿Cómo te encuentras? ¿Estás teniendo un lindo día? — Preguntó el enfermero, Anthony Clark, del otro lado de la
••••••••••En la casa del CEO William Robinson. El hombre ingles recién ingresó siendo recibido por la ama de llaves. — Señor… ¿Está usted— William asintió rápidamente sin darle tiempo a la señora mayor de hablar. — Lo sé, ella se quedará a vivir aquí… Solo trata a Isabella como una invitada especial, más no permitas que cruce esa línea. Clarisa hizo un gesto de preocupación y asintió con su cabeza. — Entiendo señor, haré tal como me dice. — ¿Dónde está ella ahorita? — Preguntó el hombre rubio. — En el jardín trasero, dijo que tenía ganas de nadar y ya que es una agradable noche… Está ahí. La señorita Isabella Wilson se ha portada bastante decente, lo que me parece extraño. — Por supuesto que se va a portar bien, quiere que baje la guardia con ella. — Decía William comenzando a subir las escaleras rumbo a su habitación. <