ROANEstoy cansado, hastiado, los recuerdos no me han abandonado desde que Colette está muerta, han pasado solo dos meses desde que me enteré de su muerte, que corroboré que se trataba de ella, dos meses en los que he estado buscando un maldito fantasma. Porque he hecho búsqueda de todo tipo para encontrar a alguien que está claro, ya no existe. No hay nada, no encuentro ni una sola pista llena de esperanza que me diga que se ha hecho pasar por muerta, al final del día solo encuentro el vacío que me aplasta por las noches cuando tengo pesadillas, en las cuales se ve a ella, su rostro lleno de dolor, gritando mi nombre, eso es lo que más me cabrea. Tuve la oportunidad de hacerlo, dejé que mi maldito orgullo y el deseo de que ella sintiera esa jodida prueba como un dolor, me alejara de ella, y ahora, se hizo realidad, Deyanira la necesita tanto, llora todo el tiempo, solo cuando la cargo es cómo se tranquiliza, Osman y Declan se han hecho cargo de ella, son tan pequeños y ya la cuidan
ROANReviso la hora que marca mi reloj de mano, muevo el cuello con estrés, no pienso pasar página tan de pronto, no hasta comprobar lo que en el fondo llevo sospechando desde que Renzo me hizo saber los planes de la orden. —Joder —maldigo rechinando los dientes. Observo mi reflejo en el espejo, soy un hombre distinto al que veía hace años, antes de que Colette me salvara en aquel callejón, antes de que arriesgara su vida por la de un mafioso como yo, luego llegaron mis hijos, cuando me enteré de que yo era el verdadero padre, sentí una cosa semejante a la de la felicidad, y ahora llegando Deyanira, me siento insuperable, solo falta la madre de mis hijos para sentirme completo. Estoy tan concentrado en mis propios pensamientos, que no me doy cuenta de que mis dos hijos han entrado, hasta que la pequeña voz de Osman hace que les mire primero por el espejo, ellos son mi gota de agua perfecta, ellos heredaron mi cabello rubio, pero sacaron el color de ojos de su madre, verdes. Lo que
COLETTE—¿Te sientes en paz? La pregunta hace que aparte la mirada del cielo estrellado que está sobre nuestras cabezas, yo nunca quise esta vida, jamás deseé llamar la atención de un griego, tampoco quise casarme con un mafioso, tenía un plan, uno sencillo, ser médica, ganarme la vida salvándole la vida a las personas, vivir tranquila en un modesto departamento, tener un esposo que me amara, e hijos que fueran el fruto de nuestro amor. Era tan ingenua por esos tiempos. ¿Y qué es lo que obtuve? Que el padre de mis hijos fura el líder de la mafia italiana, y que el biológico de mi hijo adoptivo, el líder de la griega, dos hombres con un pasado atormentado por una mujer que nunca valió la pena y que solo hizo mierda sus caminos. —Es lo mejor —susurro con la mirada perdida. Ellos dos me han convertido en esto, pero Roan Fiore es quien ha terminado por romper el cascarón que ocultaba mi verdadera naturaleza, soy lo que soy y se lo debo al padre de mis hijos, ni siquiera puedo reconoce
COLETTEHan pasado dos meses llenos de tortura, me sorprende saber que he soportado tanto, no solo se ha tratado de la mentira que estoy creando al fingir que soy otra mujer, una lider griega, cada que tengo un encuentro con Roan, quien sigue estando distante, anoche tuvimos una cena en la que estuvieron presentes algunos hombres importantes de la orden, y en todo momento due grosero, nunca dejo de hacerme sentir menos, en el fondo, parece que me sigue intimidando. Pero hoy no, por fin, después de tantos meses separada de mis hijos, podré estar cerca de ellos, yo no quiero ser una líder griega, esto solo es apariencia, la máscara que oculta verdades, el escudo que me protege contra un hombre despiadado como Roan, quien ha sacado a relucir su verdadera naturaleza. Lo sé porque no ha ocultado su ser, ayer en la cena, justo cuando estaban por servir el postre, uno que esperaba gustosa sin perder la compostura ante el escrutinio de los de la orden, de la nada, chasqueó los dedos, uno de
ROANHay una sola cosa que nunca he perdonado en la vida, y eso es la mentira, pero ahora me doy cuenta que cuando viene de la persona que tanto significa en tu vida, la mujer a la que amas por encima de todo, y que no solo eso, sino, que es la misma que te ha dado hijos, todo cambia en retrospectiva. El aire no llega a mis pulmones, la cabeza me martiriza con todas las preguntas que le quiero hacer, pero antes de eso, tengo que comprobar que no es un sueño. —¿Te comieron la lengua los ratones, Roan? —pregunta, esta sí es su voz. La primera vez, cuando mis esperanzas murieron al descubrir a otra mujer, supe que estaba demente si seguía buscando a un fantasma, luego las semanas pasaron y sus ojos no me parecieron los mismos, no le tomé importancia porque no me interesaba otra mujer que no sea… —Colette.Levanto ambos brazos y toco los suyos, su piel tersa, es la misma que he deseado tocar todo este tiempo, la misma que me enloquece y que vibra bajo mi tacto. Una llamarada crece dent
COLETTERespiro profundo. Yo solo era una chica común con una vida normal, trabajar en un hospital siempre había sido mi sueño, y ahora me siento tan perdida, tan lejos de lo que una vez fue mi impulso para seguir adelante cuando más lo necesitaba. —Sola —susurraba cada noche mientras permanecía como prisionera en una de las fortalezas de Cole. Ahora la vida me ha dado demasiados golpes, transformé el dolor en una bruma llena de odio, de rencor. Esa cosa que me carcome las entrañas es lo que me ha mantenido con vida todo este tiempo, no lo negaré, hay veces en las que quisiera salir corriendo y esconderme lejos de la mafia, en un sitio donde nadie me pueda encontrar con mis hijos, en esos días de oscuridad, me pasó por una segundo el pensamiento de que ojalá no hubiera salvado a Roan en aquel callejón. Rápido borré esa idea de mi cabeza, ya que de no haberlo hecho, no hubiese conocido a mis hijos, y Deyanira no existiría, la sola idea de pensar en un mundo sin ellos, hace que me s
COLETTEHan pasado veinte minutos desde que Mario ha llegado y ha pedido hablar con nosotros, ahora mismo estamos en el despacho de Roan, con Renzo presente, como siempre, su mano derecha, el tipo es alguien pesado de la orden, lo sé porque cuando estaba con Cole, él me daba los archivos que contenían información secreta de la mafia italiana, nunca comprendí por qué quería que yo los estudiara, literal, deseaba que me los aprendiera de memoria, si bien no al pie de la letra, por los menos la idea general de los hechos, sí. Y entre los archivos que mostraban a cada uno de los miembros de la orden que había pasado de generación en generación, estaban los actuales, entre los que destacaba Mario Vendetta, un hombre tan sádico como cruel, se decía que en el pasado había violado a sus dos hijas de quince años, gemelas, y que al enterarse su madre, también tuvo el mismo final, luego cubrió su rastro y sus huellas para que nadie dudara de su credibilidad, hasta ahora. Los archivos fueron qu
COLETTEDejo de respirar. Roan no hace nada por cubrirse, mucho menos por negarlo o mandarme lejos por haber entrado sin permiso, no, no hace nada de eso, tampoco parece molesto, al contrario… puedo decir que parece excitado. Sube y baja la mano sobre su polla hasta que acepta que ya no hay más gotas de su semen. —Tardaste —susurra poniéndose de pie. A Roan no le da vergüenza que lo vean así, como Dios lo trajo al mundo que ahora lo detesta. No quiero detallar su cuerpo, pero es imposible no hacerlo, y como siempre, es perfecto, su polla se endurece de un modo que apunta a una sola dirección, a la mía. —Yo estaba buscando algo en la cocina, cuando… —mis palabras son atropelladas. Roan parece no querer escucharme, lo sé porque enseguida se pone de pie y merma el espacio que hay entre los dos. Me sostiene por los brazos y me obliga a mirarlo fijamente a los ojos. —Sabes, estaba pensando en ti mientras me masturbaba —me estrecha contra su cuerpo. —Roan, suéltame —exijio tratando d