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Capítulo 8: Compras navideñas

Se supone que uno debe guardar el regalo en una bolsa de regalo pero es algo de lo que no me percate en comprar mientras la mujer estaba encima de mí fastidiando mi existencia preguntando a diestra y siniestras cosas de las cuales no tenía respuesta ¿Por qué hacen eso? Ni siquiera puedo considerar que era que mi mirada estaba en ella, era que quería que ella se apartara de mi vista, no deberían ser tan asfixiantes. Se supone que ya mañana debo buscar a Camila y ella me ayudara llevándome a ciertos lugares de los cuales estaba completamente segura me gustarían.

Pero ahora volviendo a lo que nos lleva la mente ¿Si lo enrolló en papel periódico se vería bien? No lo creo, sé que he visto algunas personas hacer eso pero no sé si quede ¿En papel revista? tengo esos papeles sobre la mesa, es lo único que tengo en casa para por consiguiente envolver un regalo o algo así, no es que me la pase comprando papel de regalo o bolsas de regalos para encajonar, ni siquiera compro toallas para limpiar mis lágrimas.

Me levanto y voy a la habitación disponible, no es la habitación de invitados porque no tengo, o bueno por así decir nunca la tome como dicha habitación ya que sabía nunca la usaría, no me gustan las visitas, no me gusta la gente así que solamente lo deje como un cuarto para guardar mis cosas de construcción de maquetas, nunca me preocupé por algo más que lo que me rodea.

Para mí se veía bien la distribución de mi departamento, mi cuarto principal con su baño integrado, mi oficina-biblioteca-área del suicidio, cuarto en donde guardo mis cosas del trabajo, un baño extra, y bueno lo demás que trae un departamento, ya saben cocina, sala y espacio para el comedor, lo normal.

Ahora estoy tirada en el suelo buscando entre las cajas de plástico transparente algunas cosas para recrear mi propio papel de regalo. Rocky está a mi lado mordiendo uno de los juguetes que le había comprado, ese incluso tenia sonido, un sonido irritante, bastante irritante pero bueno, para el silencio que había en casa antes de que el llegara, quizás puede que eso ayude aligerarlo un poco.

Quizás sea bueno pintar este cuarto de blanco ya que se mira bastante oscuro ahora que lo pienso, lo único que me salva es la luz led que alumbra todo el cuarto de color blanco, sino estaría buscando en un mar de oscuridad ¡Vaya que casualidad! como mi vida.

Sigo buscando hasta que encuentro algunas cintas de color rojo, un papel azul agua, verde turquesa, rosado y rojo. Bueno en general había más colores pero esos fueron los que tome para así crear un papel aún más grande y meter el dichoso regalo.

Tomo todo lo que puedo y salgo de aquella habitación hacia la mesa principal, coloco todo delante de mí y comienzo a cortar y pegar de forma más ordenada lo que sería las combinaciones de los papeles hasta conseguir un tamaño cómodo y así comienzo a cerrar el regalo con el.

Al final termine realizando un lindo lazo, se supone que debo colocarle una nota, mi madre cuando nos daba un regalo casi siempre traía una nota consigo así que, le pondré una.

¿Cómo es que soy buena en unas cosas y en todo esto no es algo que pueda realizar? Bueno eso no es del todo cierto porque a la final, termine realizando mi propio papel de regalo, comprando un regalo y con la intensión de escribir una nota, así que las cosas van mejorando según en mi dirección ¿No? ¡Ahhh! Que complicado todo.

Voy a mi oficina y tomo un papel blanco, una pluma negra y voy de nuevo hacia la mesa, apoyo el papel y escribo la sutil nota, la doblo y la amarro con un cordoncito en uno de los lados del lazo.

Creo que se ve bien, voy a mi habitación y la guardo en uno de los cajones que están cercanos a mí.

23 de diciembre…

Suena mi despertador o eso quiero creer, abro mis ojos y no es mi despertador lo que suena, es mi teléfono que está en la mesa de noche al lado de mi oreja porque al parecer la perfora con su insistente sonido.

-Aló- contesto con la voz ronca por responder recién despertándome.

-¿Te desperté? Lo siento- escucho la sutil voz de Camila atravesarme mi cerebro.

-No te preocupes ¿Pasa algo?- preguntó sin entender mucho el motivo de su llamada, a decir verdad creo que es la primera vez que me llama aunque ha dormido en mi casa unas dos veces, pero ¿Cómo consiguió mi número telefónico? No recuerdo habérselo dado.

-No, bueno eso quiere creer ¿Te pasa algo a ti?- pregunta ella ahora sin responder completamente mi pregunta.

-No- es lo único que digo, creo que ella está acostumbrada a ese tipo de charla corta a mi lado, por lo menos lo entiende así que por ahora me conformo.

-Entonces todo estaría bien- comenta con un atisbo de emoción, siempre tiene más palabras que aportar que yo, y hasta ahora eso se siente bien -¿Quería saber si has desayunado?- pregunta pero antes de responder escucho de nuevo su voz -Pero asumiendo que estabas durmiendo creo que no lo has hecho- dice con una risita desbordando a través del teléfono -Entonces ¿Quieres venir a mi casa a desayunar?- pregunta ella, quiero decirle que no, pero creo que estoy siendo traicionada vilmente por mi propio ser y la conciencia y sobre todo mis labios cuando estoy respondiendo.

-Sí, estaría bien- le contesto, escucho la emoción en su voz en la despedida y en el próximamente nos veremos.

Con aquel compromiso de ir a comer con ella, me levanto e inicio mi día. Puede que este construyendo un grado de felicidad en mi interior, quien diría que iniciar a pasos pequeños tendría grandes resultados, soy yo o creo eso lo dijo un hombre antes. En fin, es un buen pensamiento para iniciar el día o eso espero.

Antes de entrar al baño, escucho el sonido de un mensaje en mi teléfono.

"Trae a Rocky" -C

Bueno por lo menos ambos tenemos el desayuno garantizado el día de hoy, logrando que me quite el peso de encima de dejarlo aquí solo, pero uno de los dos ya se está ganando los mimos de Camila, y obviamente esa no soy yo.

**

Estoy de camino a la casa de Camila, la cual no es muy lejos de mi departamento, estaba decidiendo en llevar algo para compartir pero cuando pensé que no podría llevar nada, no traje nada, sino que la propuesta de tomar el almuerzo seria de mi parte, si ella acepta claramente, aunque después de recorrer tiendas ¿Quién no tiene hambre?

Toque la puerta Toc Toc...

-¿Quién es?- escuche desde el otro lado, claro asumiré que ella no sabía que vendría yo a su casa aunque ella me invito, no le respondí, apreté aun mas mi mano a la correa de Rocky cuando estaba por abrir, se que ya me había visto por la mirilla de la puerta cuando escuche un leve murmuro -amor de mi vi...- estaba casi pegando la oreja a la puerta cuando ella abrió de golpe encontrándome enderezándome.

-Buenos días, Camila- dije con un poco de desconcierto a lo que había escuchado anteriormente, aunque no debía mostrar rastro de que la había espiado vilmente, ella me dedico una sonrisa y un beso en mi mejilla antes de agacharse y acariciar a Rocky que de buenas a primera ya estaba panza arriba recibiendo los cariños de la morena.

-Buenos días, Lauren y Rocky.- Nos recibe con el saludos ambos -Esta cada vez más grande ¿O es mi imaginación?- pregunto abriendo más la puerta para dejarnos pasar.

-Crece muy rápido- me encojo de hombro y paso adelante.

-Puedo llevarlo al patio- ofrece Camila, asiento dándole la correa y lo saca por unas puertas transparentes corredizas. Lo suelta y lo veo correr hacia todo el césped dando vueltas como loco.

-Tu casa es bonita- digo mirando de reojo el árbol de navidad que había causado todo aquel alboroto la primera vez que había llegado a su casa, como olvidarlo, aunque incluso creo que ella no lo ha olvidado tampoco.

-Sí, la diseñe- dice pasando por mi lado, tomando ligeramente mi mano para guiarme hacia  la cocina. -Estaba terminando el desayuno cuando llegaste ¿Me ayudas?- pregunta y yo asiento mientras entramos a una hermosa cocina de granito y mármol, que buen gusto el de esta mujer.

-Tienes buen gusto- digo mirando alrededor, golpeando mi frente mentalmente por decirlo en voz alta, es como si no pudiera tener filtro con ella a mi alrededor.

-Lo sé- dice alzando la ceja mirando por encima de su hombro hacia mi dirección, trago hondo y me acerco a ella para saber en qué necesita mi ayuda.

-Yo solo diseño para los demás, prácticamente nunca para mí- digo de la nada. Ella me dedica una sonrisa.

-Diseñas precioso, estoy enamorada de la casa de los Santiagos, la diseñaste tu ¿Verdad?- asiento ante aquella información -Les pregunte, estoy extasiada con ella cuando la miro, eres buena pero muy buena en lo que haces- para aquello ya se había girado a mirarme de frente -Me alegro que enfoques tu energía hacer las casas, se te da- dice mientras me pasa las tazas y las coloco en la isla de la cocina.

-Gracias ¿En qué te ayudo?- pregunto mientras la veo colocar dos platos de comida en la hermosa isla.

-¿Puedes servir el café? Por favor- dice mientras coloca los cubiertos, camino hasta la cafetera y sirvo café en cada taza antes de volverla a colocar en su sitio. -Dos de azúcar ¿Cierto?- pregunta y asiento mientras me siento en mi lugar, curioso.

Era unas tostadas de mermelada con queso crema, además habían unos pancakes con tocino y huevos en el otro plato, realmente todo se veía delicioso y creo que tenía mucho tiempo que no comía lo que era una comida casera que valiera la pena, aunque supiera cocinar imagino que algunas cosas se están escapando de mis manos últimamente.

-Espero te guste- ella se sentó casi al lado de mí, era como yo en la punta y ella a mi lado, como en L en la isla.

Estábamos comiendo a gusto, hablando sobre las exigencias que me habían pedido los Santiagos sobre su casa cuando la veo picar un pedacito de los pancakes con un trozo de tocino y lo fue acercando poco a poco hasta que los llevo a mis labios.

-Pruébalos- dice acercándolo suavemente aún más antes de que lo tome entre mis dientes y lo muerda.

-Están deliciosos- dije cuando había terminado de tragar.

-Es la receta de mi madre, casualmente tarde como un mes para poder llegar a este nivel de preparación- conto mientras me daba otro pedacito de prueba.

**

Nos subimos al auto con Rocky en los asientos traseros y conduje hasta el lugar al que ella deseaba entrar.

-No podemos llevar a Rocky pero lo podemos dejar aquí, que cuidan perritos- señalo al otro lado de la calle, lo tomamos de la correa y lo dejamos al cuidado de unas chicas.

-Lo cuidan bien, por favor- murmure mirando desde abajo a las chicas, le di un beso a Rocky y salimos de allí aun con mis ojos entrecerrados hacia las mujeres que me miraban atenta con una sonrisa.

Camila no dijo nada, solo caminamos una al lado de la otra hasta entrar a la tienda, me gire a mirarla mientras ella veía todo lo navideño con ojos brillantes, sentí como enlazo su mano con la mía y me llevo a uno de los lugares en los que ella consideraba podíamos empezar, ella era la guía el día de hoy, así que si ella lo decía es por algo ¿No?

-No quiero que te atosigues, quiero que veas cosas pequeñas que te puedan gustar y no llenar completamente tu casa ¿Si?- dice mirando hacia el estante. Asiento aunque no sé si ella logro mirarme, su mano se suelta de la mía cuando comienza a mostrarme ciertos artículos que a la final si terminan gustándome.

-¿Te gusta este?- dice mostrándome unas botas de color azul.

-Me gusta la color chocolate- dije mirándola fijamente antes de señalar la otra, ella me dedica una sonrisa antes de dejar las azules y tomar la que elegí y la verde en sus manos.

-¿Cual crees que le guste a Rocky?- miro unas más pequeñas, causaban ternura, nos elegimos por una azul con rojo.

Salimos de aquella tienda con algunas cosas llenando nuestras manos, así que decidimos guardarlas en el auto para poder entrar a la otra tienda de adornos o bueno más adornos navideños.

-Buenos días jóvenes ¿Que desean?- pregunta una señora con una sonrisa algo como esos comerciales de la pasta dental Colgate, bueno de esas tenia al vernos entrar.

-Luces navideñas, por favor- Camila toma mi mano y me arrastra a dónde va la señora caminando, no me incomoda en lo absoluto que me lleve a distintos lugares, debo admitir que soy un poco lenta y creo que eso a ella tampoco le está dificultando, dado que cuando me quedo mirando algo ella esta consiente que a la final si me termina gustando y lo lleva.

-Estás son las que tenemos por el momento- dice la mujer. ¿Por el momento? En serio está diciendo eso, es un poco exagerado, digo mirando alrededor, alumbrar al mismísimo Empires States con esto y es solo una parte y creo que aun sobra para al puente de san francisco.

-No es exagerado decir que tienen más- murmuro cerca del oído a Camila que se gira y me deja un beso en mi mejilla.

-No has visto nada- me guiña y seguimos a la mujer hacia las luces sencillas.

-Veo que esta le gusta a usted, pero a su novia no le he visto decidir- le dice la señora a Camila mientras alterna nuestras miradas, ladeo la cabeza con ese comentario, pero ninguna lo niega, ni lo afirma, es algo metiche esta señora.

-Les gustan, me lo ha comentado- le responde Camila mientras me toma del brazo hacia la caja registradora y pagamos ahora las luces que decidimos por fin comprar, era millones estoy segura que seguiríamos caminando y la vieja seguiría sacando luces como un gorro de magia.

-¿Quieres ir almorzar?- pregunto mirando hacia el suelo, ella baja su mano desde mi hombro hasta mis dedos y los entrelaza.

-Estaría maravilloso, pero tengo ganas de McDonal's- susurra como si fuera un secreto. Le dedico una sonrisa y caminamos hacia donde Rocky, lo extraño.

-Dos cajitas felices, dos Big Mac, dos papas grandes y dos refrescos- pide Camila, la chica que nos atiende se nos queda mirando mientras no abro la boca para pedir nada y ella pide todo. El chico que ordena nuestro pedido le da una sonrisa a Camila cuando pasa las bandejas. -Las bebidas colócalas en la bandeja de ella y colócame la hamburguesa en la mía, soy torpe y siento que regare el refresco- comenta encogiéndose de hombros, ambos chicos ríen ante su comentario.

-¿Como le haces?- le pregunta la chica a Camila que la mira con interrogación por esa pregunta.

-¿Hacer que?- dice la morena pasando el refresco a mi bandeja bastante despreocupada de que yo sea igual de torpe y termine regando todo, aunque creo que está segura que no lo soy, pero siempre está la posibilidad ¿No?

-No habla y no discute nada- acaso a la mocosa se le olvido que estoy al lado de Camila y frente de ella. Creo que sí, lo asumiré.

Veo a Camila encogerse de hombros, toma su bandeja y camina delante de mi hacia la mesa en donde nos ubicaremos -Siempre compro la cajita feliz por el juguete- dice como si nada sacando el juguete del empaque -¿Que te toco a ti?- pregunta mirando hacia mi bandeja luego de que le pasara su refresco y ella mi hamburguesa.

-Me toco a un perrito- le alzo, la veo abrir su boca de asombro y llevar sus manos a la misma. -¿Que pasa?- miro al perrito y a ella. No entiendo.

-Es el principal de la película- dice emocionada, sus ojos brillan ¿Por el perro?

-Te lo cambio- digo tomando al gatito y dándole al perrito -Creo que estarás más feliz contigo- ella sonríe antes de mirarlo con admiración.

Estamos terminando de comer y dejamos cada una la mitad hamburguesa de la cajita feliz para darle a Rocky. Estamos tomando el refresco y terminando las papas fritas cuando mi pregunta sale de mis labios.

-¿Como haremos con mañana?- digo mientras tomo una papa y va hacia mi destino, mi boca.

-¿Mañana?- pregunta ella. La veo hacer una mueca.

-Es que ¿Si me acompañas a decorar como harás para mañana? ¿No estarás muy cansada?- digo preguntando lo que puedo mirándola fijamente.

-Pienso que es mejor así, voy a mi casa, ordeno lo que me llevare, desde ropa hasta la comida que prepararemos y lo llevo a tu departamento, así puedo decorar y simplemente no devolverme a mi casa ¿Qué te parece?- dice como arreglando todas las dudas en mi cabeza, bueno lo hace.

-Estaría bien- siento como mis mejillas se enrojecen ¿Porque? No lo sé.

Terminamos de comer, de darle de comer a Rocky y de comprar todo lo que restaba antes de ir a la casa de Camila. Ella estaba ordenando algunas cosas con las que prepararía la cena de mañana y su ropa, mientras yo estaba sentada en el mueble con Rocky en mis piernas mirando de frente hacia el árbol de navidad, al parecer ese es nuestro puesto principal cada vez que venimos a la cada de Camila.

Volví a recordar lo mismo que la primera vez que vine, pero antes de soltar la primera lagrima de tristeza sentí como Rocky comenzó a morder mi abrigo.

-No- susurre quitando la parte de mi abrigo que tenía en su boca, cuando Camila apareció en el salón. -Rocky, suéltalo- decía bajito para que Camila no escuchara el alboroto que tenía este perro tratando de quitarme el suéter, pero ella ya estaba allí.

-¿Problemas?- dijo con cierta risa causando un saltito de mi parte ¿Sí que es silenciosa?

-¿Lista?- pregunte mientras tanto Rocky como yo la estábamos mirando como si no hubiera pasado nada los segundos antes.

-Lista- contesta mientras le pasaba su mano por la cabeza a Rocky.

**

Pasamos a guardar todo en el auto para así llegar al destino que era mi departamento, pero en todo el recorrido he tenido en mente, si a ella le gustaría el color, sino le gusta siempre se le puede cambiar el tono ¿Cierto?

Bajamos las cosas y como pudimos subimos todo al mismo tiempo, estaba haciendo malabares pero la risa de ella viendo lo aproblemada que estaba solo para que ella no cargara mucho hacia que debes en cuando mis inseguridades del departamento se esfumaran. Entonces paso, abrí la puerta y ella entro primero que yo.

-Lau...- murmuro antes de girarse -¿Tu departamento no era gris?- pregunto ahora girándose a mirar todo el lugar antes de caer frente a mí.

-Si- conteste -Solo pensé que te gustaría un poco más claro- confesé sintiendo el color rojo en mis orejas.

-Esta hermoso- dijo tomándome por mis mejillas y dejando un beso cerca de mis labios, cerca pero no los toco -Todo quedara aún más hermoso con las paredes de ese hermosos color- Y allí justo allí, murió esa inseguridad.

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