Ella comenzó a dejar besos en mi cuello, eran besos suaves y sutiles.
Mis manos se apretaron en sus caderas, su rostro se giró y acerco sus labios suaves a los míos, el beso era una cosa de otro mundo pero incluso aunque sentía el leve ardor por el golpe anterior me parecía como un suave algodón de azúcar en mis labios, aunque tengo el recuerdo vago de él, ella me hace recordarlo.
Encaje mis labios a los suyos y seguí el beso tanto como mi cuerpo lo ansiaba. Apreté más mis manos hasta que sentí como ella se despegaba de mi labios para pasar una pierna a cada lado de las mías.
Su centro quedo cerca de mi erección que estaba tomando vida desde que entre a la habitación y admire que tenía una short de pijamas color rosa pastel junto a una camiseta sin mangas.
Pase mi brazo por su cintura y mi otra mano estaba abierta ent
El taxi se estaciona y nosotras bajamos a una velocidad alucinante, el hombre está casi lanzando nuestras maletas con lo apurada que nos vemos, no le estoy dando mucha importancia a la situación porque las cosas frágiles están en mi mochila y mi mochila va en mi espalda.Tomo la maleta con una mano y con mi otra mano tomo la de Camila y estamos corriendo como locas por el aeropuerto. Cuando estuvimos de venida no me detuve a mirar mucho porque cargaba un sueño abismal, pero ahora, ahora las cosas no están bien a mí alrededor.Siento como mis pies desaceleran y siento la mano de Camila tirar de la mía, pero llego a un punto en que simplemente no estoy caminando, ella está desesperada mirando hacia los lados para imagino saber a donde debemos ir pero su rostro se llena de intriga cuando gira y me mira.Tengo la cabeza ladeada mirándola a ella por lo que debe ser unos
-¿Quieres ir a un lugar conmigo?- le pregunto cuando estamos en la cocina mirándonos.-Claro, el día está libre- me comenta con una sonrisa, asiento y me doy la vuelta.Voy hacia mi pequeña oficina y en la estantería había una cajita, la saco y dentro de ella había unas llaves, las saco y vuelvo a cerrar todo y ordenarlo en donde debía. Camino de nuevo hacía la sala y veo a Camila, guardo las llaves sin que ella se de cuenta de lo que estoy haciendo.-Vamos- apunto hacia la puerta, ella llega a mi paso, abro la puerta y dejo que salga primero antes de volver a cerrar todo. A Rocky lo pienso buscar ya en la noche, la madre de Camila me había estado enviando todo tipo de fotografías y como estaba formándose su comportamiento con ellos. Me agradaba que estuviera relacionándose con otras personas además de mí y mi silencioso dep
¿Qué me pasa? ¿Qué tengo? ¿Que creo? Estoy sentada en el sofá del departamento. Habían pasado unos días desde que había dejado a Camila entrar a la casa de mis padres, abrir mi corazón y mi propio ser.Me siento traicionada por mí misma ¿Es estúpido? No lo sé, mis ojos caen ante el cuadro que me había traído de mi casa, mis manos pasan por el marco de madera, es suave a pesar de los años que ha estado allí tomando polvo y luz.Nunca pensé volver a pasarme por la casa de mis padres y ese día, ese día pensé que sería lo más adecuado, mostrarle a ella ese ser que estaba escondido o que aun esta. Rocky aúlla, cierro mis ojos y dejo que el sonido de su aullido entre en mi cerebro. Tengo los codos apoyados en mis rodillas y mi vida dando vueltas.Agradezco todo l
2 años después…La luz blanca golpea mi rostro, es inevitable que el sol no lo haga. Tengo mis ojos aun rojos de tanto recordar. Es algo común últimamente, la vida es esos momentos que te sorprende de una u otra manera y solo te queda vivir aquello que te recuerda eventualmente tu mente.Voy y ordeno un poco mi cabello, cepillo mis dientes y decido que es momento de realmente hacer algo para comer, cuando me desperté estaba sola, algunas veces puede que no, otras veces suele ser así. Te abrazas a la almohada con la esperanzan de que aparezca y te enrolle en sus brazos de una forma que nunca se aparte, que nunca se aleje, que nunca se vaya.Querer besos llenando mi rostro y caricias al despertar. El pasillo se ha vuelto más claro últimamente, quizás un poco de tonalidades oscuras estaría bien, pero no quiero. Me recordarían
Tomo a Rocky como de costumbre cuando voy a salir, casi siempre lo llevo conmigo excepto los días en que Camila se la pasa en la casa, ella siempre prefiere echarse en el sillón con Rocky a leer o ver algún programa de televisión, pero en días como hoy en los que Camila suele ir a trabajar y yo no, es cuando prefiero llevarlo conmigo que dejarlo solo en casa, no lo deje nunca antes, no lo dejare ahora.Es mi fiel amigo y compañero y se merece el cielo por estar conmigo tanto tiempo, por pasar por tanto y aun así ser un chico bien portado y con las patas en el suelo, ha sido un gran compañero incluso en esos días en los que suelo ir a terapia. Él estaba allí sentado y si él estaba allí sentía mis nervios comenzar a drenarse, no sé cómo lo hacía, pero lo hacía.Creo que él nació para poder estar a mi lado. Me duele sabe
4 años después…Me levanto de la cama con el suave olor de la fragancia de Camila, pero cuando estire mi mano ella no estaba allí, me detuve un momento a mirar realmente y no, efectivamente ella no se encontraba a mi lado en la cama, era habitual que siempre estuviera aquí, no siempre pero casi siempre sí.Así que luego de un instante en el que me gire y mi rostro dio con su almohada me había quedado allí disfrutando de su deliciosa fragancia hasta que ahora es mi momento de levantarme. Casi siempre está en la cama para cuando yo me despierto porque no me gusta que ella se levante primero. Me gusta llevarle el desayuno a la cama y tratarla como la reina que es.Pero ya conocen a Camila y su gran independencia por querer hacer todo ella misma y seguro ahora debe estar preparando el desayuno, así que es mi momento de llegar a sus brazos y acunarla en u
(Camila 7 años)-Mamá- llama una pequeña niña. Su rostro delicado como las suaves rosas en un día cálido que estaba presenciando, esas mejillas sonrosadas por el calor de estar corriendo en diferentes direcciones detrás del balón cuando su primo se lo estaba lanzando. Un delicado moño a la altura de su cabello pero bien sujeto para que el no salga volando a diestra y siniestra.-Dime- le dice su madre con una sonrisa cuando se gira, una mujer con el cabello castaño al igual al de la niña adelante, unos leves reflejos rubios la acompañan. Algunas arrugas ligeras en los costados de sus ojos, ellas demostraban toda la alegría y las innumerables horas riendo que tenía junto a su familia, su felicidad era inmensa.-Agua- soltó la niña cansada pero no menos entusiasta, la mujer se movió de un lado a otro en b
Toc Toc... Se escucha el sonido.-¿Quién es?- preguntan.-Gente de paz- respondo en el tono más cortante posible -Ábreme la puta puerta- digo viendo que aún no la abre.-¡Que ya es navidad!- dice desbordando emoción Camila, además de llevar una sonrisa al abrir la puerta.La miro con cara de pocos amigos, esa suele ser mi cara la mayoría del tiempo, ella no cambia la sonrisa de su rostro, al parecer nunca la varia.-¿Que deseas Jáuregui?- pregunta aún parada en la puerta de su casa.-Sabes que si no fuera explícitamente necesario no estaría en este lugar- digo con hastío mirando todo lo navideño que adorna su casa.-Lo sé, pero me hace gracia que estés aquí- comenta con su risa ladeada y mira a mis manos que traigo unos papeles, los papeles por los cua