Indira y Aisha entraron a la unidad de cuidados intensivos para ver a Brahma antes de que se lo llevaran para la operación.―Todo saldrá bien, papá, sé que cuando te despiertes estarás triste un tiempo, pero quiero pensar que Anand te está dando su corazón en un gesto de amor. Te quiero y espero poder llevarte a casa pronto ―dijo Indira dándole un beso en la frente a su padre.―Abuelo, recupérate pronto, te extraño mucho ―dijo Aisha acariciando su brazo.Al salir, Indira vio con tristeza como su cuñada y sobrino salieron llorando de la sala donde tenían a Anand. Pronto moriría y sacarían su corazón para su padre después comenzarían a extraer el resto de los órganos.―Pareciera que estuviera dormido, pero la herida en la cabeza es muy grande, al verlo supe que no despertaría ―explicó su cuñada.―Imagino lo difícil que es para ti ―señaló Indira.―Me marcharé, aunque quiero a mi suegro, no creo poder quedarme para esperar las noticias del trasplante ―dijo ella avergonzada.―Te entiende,
Brahman abrió sus ojos con lentitud, sentía que le había pasado un camión por el pecho, su mirada recorrió la sala donde estaba hasta llegar a los ojos felices de Indira.―¡Papá, al fin despertaste!―¿Qué me pasó?―Tuviste un infarto, aunque fue leve cuando te evaluaron se dieron cuenta de que tu corazón estaba mal, así que te sedaron hasta encontrar un donante de corazón y te operaron hace unas horas.―¿Tan mal estaba?―Sí, pero eso ya quedó en el pasado, estarás en cuidados intensivos, una semana y quince días más en hospitalizado y después podremos llevarte a casa.―¿Y Anjali?―Está bien, ella y Meena están con Aisha y Gabriel, aunque Anand desistió de sus intentos de casarla con Hari Prasad y no te preocupes que ya Kiran encontró proveedores nuevos y las fábricas seguirán funcionando bien.―Tengo un corazón nuevo, eso es bueno, aunque lamento la pérdida de la familia del dueño de este corazón, ¿podrías darles las gracias?―Está prohibido el contacto entre los familiares del fallec
Horrorizada, Indira miró a la esposa de Adam, el muy desgraciado estaba casado y le había hecho creer que su esposa estaba muerte. Los oídos le pitaron a Indira, lo que le indicó que estaba a punto de perder el control. Desde los enfrentamientos con su esposo no le ocurría eso y odió a Adam por sacar de nuevo ese rasgo de su carácter que tenía muy resguardado dentro de sí. ―¡Penélope! ¿Qué demonios haces? ―preguntó Adam furioso ―¿Cómo te atreves a traer a mis hijos al hospital a esta hora?―No la pagues con mi tía Penny, papá, ella lo único que ha hecho desde que mamá murió fue cuidarnos ―dijo la chica.«¿Penélope? ¿Tía? ¿no era Priscilla la esposa?» pensó Indira confusa.―Nosotros pedimos venir ―dijo el chico ―Sigrid y yo pensamos que te casarías con la tía Penny cuando superaras el luto de mamá.La cara de shock de Indira no tenía precio. «Es hermana de la muerta» pensó Indira con ironía cruzando los brazos sobre su pecho y dirigiendo su rabia ya no hacia Adam si no la dueña del e
Indira esperaba en la cafetería del hospital frente a una taza de té a que Adam y sus hijos salieran del consultorio. Quizás debería recoger sus cosas e irse a casa o a un hotel cercano, había uno pasando el estacionamiento que servía a los familiares de los pacientes que venía desde el interior del país, o de otras partes del mundo. En fin, a pesar de la mala noticia que le dieron a Brahman estaba mucho mejor y si pasaba la noche sin ninguna crisis lo trasladarían a la habitación al día siguiente. Adam entró a la cafetería seguido de sus hijos, los chicos parecían nerviosos y un poco avergonzados. ―¿Podemos sentarnos? ―preguntó Adam. ―Sí, claro ―respondió Indira. Adam tomó asiento a su lado. ―Mis hijos tienen algo que decirte, Indira. Sigrid levantó los ojos con valentía y la miró a la cara. ―Lamento haber irrumpido en el consultorio de mi papá con acusaciones contra usted, señora Khan. ―Disculpa aceptada, más no fuiste tú la que irrumpió, fue tu tía, tú solo la seguiste. Sig
Brahma fue dado de alta quince días después. La familia de Anand, a excepción de Anjali y Meena, se había marchado a la India junto con Kiran y su familia, al día siguiente de que el anciano fuera traslado a la habitación, dejando atrás la unidad de cuidados intensivos. Aisha y Gabriel también habían vuelto a Italia.Con la excusa de que ayudaran a cuidar a su abuelo, Kiran había dejado a sus hijas en Londres. Después del fallido casamiento de Anjali con Prasad, y de la promesa de Anand de casar a una de las chicas con él, entendió que las jóvenes de la familia nunca podrían volver a La India, corrían el riesgo de ser secuestradas o lastimadas por ese hombre. Era lamentable, pero en su país aún ocurría ese tipo de delitos y lo peor era que los agresores salían impunes, más aún cuando tenían dinero.La familia se reuniría de nuevo para el funeral de Anand una semana después, en el primer aniversario de su muerte.Adam acompañó a su nueva novia y a su padre a casa, por el momento seguir
Adam haló a Indira y la puso detrás de él para cubrirla con su cuerpo. El movimiento desconcertó a Penélope un momento y su rostro se llenó de furia, su arma se movió peligrosamente de un lado a otro. Indira se aferró a la espalda de su prometido, estaba asustada, pensó en su padre que había perdido un hijo recientemente, sabía que si la perdía a ella se moriría. No quería morir a manos de esa loca, pero tampoco quería que le hiciera daño a Adam.―Quítate, Adam, si haces lo que te digo, nada te pasará ―dijo Penélope con ojos desquiciados.―Tendrás que matarme primero a mí, Penélope ―respondió Adam ―No permitiré que dañes a Indira.―No, Adam ―susurró Indira con la frente pegada a su espalda.Por el rabillo del ojo, Adam vio a su hija entrar en el salón, cuando Sigrid vio la situación se devolvió. Debía ganar tiempo, estaba seguro de que llamaría a la policía, Sigrid podía querer mucho a su tía, pero estaba seguro del amor de su hija. Había sido él, la persona más cercana a sus hijos po
Indira abrió los ojos, la habitación donde estaba era blanca y brillante, una solución iba de una bolsa puesta en un tripie para sueros hasta su brazo por lo que dedujo que estaba en el hospital. Trató de incorporarse y un quejido salió de su boca al sentir el cuerpo adolorido, mayormente en el brazo y en un pie. En su campo de visión apareció la cara de un preocupado Adam.―Al fin despertaste, estaba muy preocupado.Indira levantó su mano y acaricio su cara.―¿Estas bien? Ella me dijo que te había disparado―preguntó ella con voz ronca.―¡Por Dios! Que cerca estuve de perderte, si, mi amor, estoy bien, la bala solo tocó piel y músculos, no tocó el hueso, me recuperaré. Me siento tan culpable, Indira, todas las señales de su locura estaban allí, el atendernos con una dedicación casi obsesiva, su peinado igual al de Priscilla, inclusive la ropa y el perfume que usaba pertenecieron a su hermana, te juro que no me di cuenta, nunca pensé que era peligrosa.―A veces las personas que tenemos
Aisha estaba por salir de su casa a llevar a los niños al colegio cuando su móvil sonó, sonrió al ver que era Indira.―Hola, mamá.―Hola, Aisha, antes que nada, estoy bien, no quiero que te asustes.―¿Qué pasó? ―preguntó preocupada, acababa de desayunar una nausea producto del miedo azotó su garganta.Indira le contó lo sucedido, al cerrar la llamada corrió al baño más cercano y vomitó el desayuno, tenía que tranquilizarse se dijo, su mamá estaba bien. Salió del aseo pálida y fue en busca de la niñera y sus hijos que estaban en el coche esperando para irse al colegio.―Niños ―dijo llamando la atención de sus traviesos trillizos ¿Que les parece si en vez de ir al colegio, vamos a Londres a ver a la abuela Indira? ―preguntó sabiendo la respuesta.―Sí ―dijeron casi al unísono.―Vayan a darle la noticia a papá que está en el viñedo con tío Gino.Los trillizos salieron corriendo y llamando a su padre a gritos. Los tres perros corrieron detrás de ellos.―Por favor, prepara el equipaje de lo