— Lo siento, no quiero ser una carga para ti, solo que estoy pasando por una situación difícil y no sé a quién recurrir — confesó Emely con sinceridad mientras se acercaba a Renata.— No te preocupes, Emely. Estoy aquí para ayudarte en lo que necesites. Todos tenemos momentos difíciles en la vida, y a veces necesitamos apoyo. Puedes contar conmigo — respondió Renata con comprensión, aunque en su interior, la conexión emocional que sentía con Emely la hacía temblar.En ese momento, Emely fue interrumpida por un acceso de tos repentino. Se llevó la mano a la boca, tratando de contenerla, pero la tos persistió con fuerza. Renata, preocupada, se acercó rápidamente.— ¿Estás bien? ¿Necesitas agua? — preguntó Renata, ofreciéndole un vaso que tenía en la mesita cercana.Emely asintió débilmente, agradeciendo el gesto. Bebió un poco de agua con mucha dificultad y luego se sentó en la cama, recuperándose lentamente.— Lo siento, a veces me pasa. Desde niña he padecido de asma, y estas crisis s
Adrien que no había logrado llegar a casa, se encontraba en el auto con Estéfano, al menos sintió un consuelo mientras con manos temblorosas seguía manejando, se quedó en silencio esperando obtener respuestas y soluciones a la creciente complicación en su vida. No quería adelantarse a los hechos todavía, sobre todo ahora que por desgracia estaba casado con Valeria— ¡Qué pasó¡ — Dijo Estéfano ofuscado— Hay algo urgente que necesitamos discutir — dijo Adrien, sin rodeos.— Se trata de Emely y Renata, verdad, pude intuirlo por tus respuestas durante la llamada — dijo Estéfano, quien siempre estaba preparado para abordar cualquier situación legal.Adrien le relató rápidamente la situación y la repentina complicación en la salud de Emely. Mientras hablaba, Adrien sentía que cada palabra le hacía ver el lío en el que se había metido con llevarla hasta Renata sin prevenir ese tipo de situaciones. Se culpó por no ser ordenado con sus ideas, por no planear bien, por haber causado un caos y n
Ambos se pusieron de pie y caminaron rápido hacia la sala indicada. Un médico de aspecto serio los esperaba allí.— ¿Ustedes son familiares de Emely Durant? — preguntó el médico y el remarcar ese apellido hizo que Renata se sintiera más culpable, su hija, la que ella había abandonado, ahora estaba enferma, y nunca había querido encontrarse con ella de esa manera.— Sí — Renata dudó un momento, no sabía exactamente cómo presentar a Adrien en ese contexto ni como presentarse ella— Soy su jefe — intervino Adrien, tratando de simplificar las cosas, decir que era algo más de ella lo habría metido en un lío pues en todos los medios de comunicación se había hecho pública la boda con Valeria.El médico asintió y luego les explicó la situación actual de Emely.— La joven se ha complicado. Su sistema respiratorio está debilitado, y para garantizar su estabilidad, necesitamos conectarla a un respirador artificial. Es una medida que tomamos en situaciones críticas como esta. Estamos haciendo todo
Mientras Adrien intentaba conciliar el sueño, en busca del descanso, para ya no pensar en la situación de Emely, en su dolor, en la culpa de Renata, en su propia culpa, Valeria, en cambio, disfrutaba de los últimos hechos que con ayuda de Lucrecia había logrado.— Qué hay de ti, querida, se te fue tan fácil venderte a ese tipo, y recién han anunciado tu boda con él, me asombra la capacidad tan grande que tienes para embolatar a los hombres, como lo hiciste conmigo,eres una malagradecida — Escupió Alexandrie tras que esta le respondió la llamada— Influencias de mi belleza, querido, no hay más, por fin estoy agradecida con mi querida hermanita Emely por haberme llevado a los brazos de su jefecito — respondió ella con sarcasmo, pero Alexandre la conocía mejor que nadie, sabía que estaba perdida, sola y amargada— Pues si tu matrimonio fuese tan de maravilla, querida, no estarías atendiendo mi llamada a esta hora, sino que tu desnudez cubriera la de ese idiota — dijo irónico, eso a Valer
Adrien se relamió los labios con rabia, se apretó las manos y respiró profundamente, no le cabía en la cabeza en qué momento había metido a semejante arpía en sus planes, las cosas se habían puesto más complicadas de lo que imaginaba, ahora tenía demasiados problemas, y lo peor era la actitud de su madre ante su relación forzada con Valeria. Pero esta vez lo mejor era callar, y dejar que todo cayera por su propio peso, lo importante era que ya estaba prevenido.Regresó a su recámara, se recostó y abrazó a la almohada pensando en Emely, y su terrible destino, que añoraba tanto cambiar. Ahora había comprendido que la herencia se trataba de propiedades y de mucho dinero, una pista más para llevar a cabo su investigación.Mientras tanto, Emely yacía en la cama de un hospital, siendo observada y cuidada por las lágrimas de Renata, que tras que se durmiera, no pudo evitar llorar recordando su error, y pensando en cuánto daño le había provocado a su hija.Cuando amaneció, Estéfano y Ágata se
Lucrecia dijo esas palabras, y a lo inmediato salió de la oficina, Adrien apenas pudo pronunciar un: — Madre — en tono ahogado de cóleraEso le bastó para saber que ahora más que nunca debía darle prioridad a las cosas, y no estaba dispuesto a que su madre siguiera interviniendo en su camino.— El show no va a realizarse — dijo de golpe tras abrir la puerta donde estaban las modelos con Valeria. Ella lo miró fingiendo normalidad— Cariño, ocurre algo — preguntó con voz dulce— Ocurre que yo no he orientado esto, por lo cual, modelos, les pido que se incorporen a sus oficios diarios en la empresa, y yo les llamaré en cuanto esté todo organizado el evento, para que Emely sea quien las dirija, ella por ahora no se encuentra y no vendrá hasta nuevo aviso — Ordenó dirigiéndose a ellas e ignorando a ValeriaLas modelos, atendiendo las orientaciones de su jefe, también la ignoraron y salieron del lugar. Valeria corrió tras los pasos de Adrien que no se detuvo hasta entrar a la oficina— Qué
Adrien terminó de organizar unos pendientes en la oficina, y salió de prisa hacia el hospital. La angustia lo estaba lastimando, pero eso era lo único que lo mantenía en pie, bajo la certeza de que amaba a Emely, que ella se había convertido en su luz, en su único camino, en la verdadera razón para continuar viviendo. — Adrien — dijo a media voz la triste mujer que cargaba unas ojeras terribles, por las noches de desvelo — Renata, te ves demasiado cansada, lo mejor será que hoy descanses, me quedaré con Emely — advirtió Adrien tras el abrazo — No quisiera, solo deseo estar cerca de ella, no separarme de su lado nunca, pero me siento demasiado agotada, iré al apartamento ahora, dormiré unas horas y regreso — contestó con tristeza — Como lo creas conveniente, aquí te espero — repuso él comprensivo, mientras miraba la puerta del cuarto donde se encontraba Emely — Es lo mejor para ambos, Adrien. Si te quedas aquí tu madre va a preocuparse, luego empezará a buscarte, y no quiero que se
— Aquí estoy — dijo Adrien tras el llamado del médico que buscaba un familiar en medio de la sala— Qué es usted de la paciente Emely Durand — Preguntó el doctor tras reconocerlo— Soy su pareja — afirmó Adrien sin temor— Señor Leroy, disculpe, pero tengo entendido, según la fama que lo rodea, que usted recientemente se casó con la modelo Valeria — dijo indiscretamente el doctor que no pudo evitar reprochárselo, pues necesitaba informar algo muy delicado— Disculpe, doctor, pero creo que no es momento para aclarar eso — repuso él con vergüenza— Disculpe mi indiscreción, Señor, pero necesito a un familiar, pues lo que debo decir es muy grave, por eso le solicito, me hable con la verdad, y me asegure su vínculo con mi paciente — explicó el médico— Le estoy diciendo la verdad, amo a esa mujer con mi vida, sí recientemente me casé con la modelo, pero mi corazón es de Emely, lo que tenga que decir puede hacerlo, créame, no hay nadie más de confianza que yo en su vida— bien, y su madre?